Cinco contradicciones en la mejora de la economía esta primavera
El crecimiento de la economía en el segundo trimestre del año ha sido muy superior a lo esperado por los principales analistas. Aparentemente, solo el Ejecutivo era consciente de la magnitud de la fuerza de la recuperación y varios servicios de estudios retocaron ayer al alza sus previsiones para 2014. Con todo, en las tripas del crecimiento económico sigue habiendo lecturas que dan lugar a cierta incertidumbre sobre el futuro inmediato. La economía crece pero aún no con la calidad esperada en algunos aspectos. Estas son algunas de las luces y sombres del primer trimestre que por primera vez da señales de una incipiente recuperación.
Más empleo, menos horas: La creación de empleo neto en el trimestre fue la mayor desde 2008. Nada menos que 127.000 nuevos puestos de trabajo a tiempo completo. Sin embargo, la cifra tiene una importante pega. El incremento de empleos no se corresponde con una mejora de las horas trabajadas. Así, frente al año anterior, las horas que se trabajaron en España se seguieron reduciendo, hasta 28,4 millones menos. Según explican los expertos, esta reducción se acompaña de un menor número de horas extra algo que, advierten, también chocaría con una recuperación económica. Este dato ya lo había anticipado la Encuesta de Población Activa.
Más consumo público, menos credibilidad: El crecimiento económico en el primer trimestre del año fue especialmente llamativo porque el gasto público subió un 4,4% frente a los últimos tres meses de 2013. El subidón estuvo precedido por un fuerte recorte, que los expertos achacaron a la necesidad de cuadrar las cuentas públicas para cumplir con el déficit europeo. Así las cosas se podía aventurar con que habría una caída del gasto público en primavera, pero no ha sido así. Respecto al trimestre anterior se creció en una décima más, y en términos interanuales un 1,1%. Este dato, que explica en parte el vigor del crecimiento, pone en entredicho cómo va a cumplir el Ejecutivo sus previsiones. Para este año Hacienda había anunciado un recorte del gasto público del 1,3% y ya llevan una subida acumulada del 4,5%. Es decir, que para cumplir sus propias previsiones, en verano y en otoño se debería reducir el gasto público a un ritmo del 6%, algo que no parece que haya sucedido en verano ni que vaya a suceder.
Importaciones al alza, ventas a la baja: Uno de los principales frenos al crecimiento en el segundo trimestre del año lo puso el hecho de que ya compramos al exterior más de lo que vendemos. El problema de este movimiento (típico en la economía española) es que genera déficit que ha de financiarse con deuda exterior. Con todo, los datos publicados por el INE son incluso menos malo de lo esperado. El INE reconoce que las exportaciones españolas de bienes apenas subieron un 0,2% en la primavera, pero lo compensa por una fuerte venta del sector servicios. Según los datos, este apartado mejoró casi un 5,2%, lo que resulta en que las exportaciones mejoraron un 1,7%. Aunque el turismo siga fuerte en verano, el último dato conocido de exportaciones de bienes cayó con fuerza, un 1,2%. Esto no hará más que empeorar en los próximos meses hasta no compensar las ventas de servicios y agrandar así la brecha entre lo que se consume de fuera y lo que se vende.
Construcción de vivienda cae, pero el ladrillo sube: La construcción crece en tasas intertrimestral por primera vez desde que se inició la crisis, con una mejora del 0,9%. El dato, que señala una posibilidad de que el sector haya tocado fondo, tiene también su doble lectura. Así, la construcción de viviendas todavía cayó un 0,4% pero se compensó por la construcción de “otros edificios”, básicamente obra pública. Con todo, esto se tradujo en la primera creación de empleo del sector, un 2% trimestre sobre trimestre, desde 2007.
Remuneración de los asalariados sube, pero no sube: La remuneración media por asalariado aumentó un 0,3%. Pero esta subida está provocada por el aumento del empleo y no por una subida de los salarios significativa. Cabe destacar que los Costes Laborales Unitarios (CLU), lo que cuesta a la empresa cada empleado se estancaron en un 0,0% (aunque la economía sube un 0,8% a precios de mercado). Lo cierto es que la participación en la economía de los asalariados apenas mejora en un 0,2% (pese al fuerte subidón del empleo) y los beneficios empresariales (que incluyen a los autónomos) siguen a la baja.
