Dimite el director general de la Cámara de Comercio de España por un conflicto de intereses
El hasta ahora director general de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de España, Javier Carretero, ha comunicado esta mañana su dimisión al presidente del organismo y presidente del Grupo Freixenet, José Luis Bonet. Su salida llega tras descubrirse el flagrante conflicto de interés del directivo, que estaba suspendido de sus funciones con una “baja retribuida”, a favor de Dinamia, la única firma de capital riesgo que cotiza en la bolsa española, y una de sus participadas, la cadena hotelera High Tech (que opera también bajo la marca Petit Palace).
Bonet ha comunicado la dimisión de Carretero al pleno de la cámara, que ha finalizado hace unos minutos. Su puesto queda de momento vacante. Provisionalmente, y hasta el nombramiento de un nuevo director general, tras el verano, sus funciones las asume la secretaria general, Carmen de Miguel.
Carretero había sido apartado de sus funciones tras la presentación, a principios de mes, de una denuncia que ponía de manifiesto su “falta de imparcialidad”, según fuentes de la Cámara, una corporación de derecho público tutelada por el Ministerio de Economía (en concreto, por la Secretaría de Estado de Comercio que dirige Jaime García-Legaz) y apadrinada por las grandes multinacionales españolas, como Telefónica, Santander, BBVA, Inditex, Gas Natural, Iberdrola, ACS o El Corte Inglés, entre otras.
Carretero es todavía consejero del organismo público Icex España Exportación e Inversiones en representación de la cámara, cargo del que también deberá dimitir. Ingeniero industrial con amplia experiencia directiva en el sector privado, había sido nombrado director general del extinto Consejo Superior de Cámaras en septiembre de 2012 y de su sucesora, la Cámara de Comercio de España, tras su creación el pasado noviembre. Esos cargos llevan aparejada la presidencia del Comité de Designación de Árbitros de la Corte Española de Arbitraje, organismo de la cámara dedicado a la resolución de disputas comerciales por vía extrajudicial. Carretero era, en la práctica, su máximo responsable, y su independencia en ese puesto planteaba serias dudas.
El pasado noviembre, Carretero, que a diferencia de Bonet tenía un sueldo como principal directivo de la Cámara, fue nombrado consejero “independiente” de High Tech Hotels & Resorts, empresa cuyos máximos accionistas son Dinamia y su gestora, el banco de inversión N+1 (entre las dos tienen un 52% del capital), que tienen previsto fusionarse el mes que viene.
En febrero pasado, Carretero ascendió a presidente ejecutivo de la cadena hotelera, con una retribución estimada de unos 100.000 euros anuales (más variables). Y un mes después, a vicepresidente de Dinamia, de la que ya era consejero “independiente” desde febrero de 2012, un cargo por el que cobró 57.973 euros el año pasado, según la información disponible en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Estos nombramientos, que no comunicó a la Cámara, pese a que estaba obligado a hacerlo, se projuheron mientras presidía simultáneamente el comité de elección de árbitros de la Corte de Arbitraje, instancia ante la que una parte del accionariado de High Tech Hotels abrió en noviembre pasado un arbitraje contra la empresa hotelera y su accionista Dinamia.
El arbitraje había sido instado por los fundadores de High Tech, encabezados por su expresidente, Antonio Fernández Casado, que quieren retomar el control de la cadena (el equipo fundador controla en total un 26%) como poseedores de derecho de compra preferente ante una posible venta.
El pasado 2 de junio, Fernández Casado presentó un escrito de denuncia ante la Cámara, que también remitió a la CNMV “dada la condición de sociedad cotizada de Dinamia”, exponiendo su versión de los hechos. La semana pasada, la Corte española de arbitraje decidió inhibirse en el proceso “por la aparición de hechos que comprometen la debida apariencia de imparcialidad”, según la Cámara de Comercio.