La Cámara de Comercio de España aparta a su director general por favorecer a dos empresas
La refundación de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de España, en noviembre pasado, ha empezado con mal pie. El organismo que desde entonces preside José Luis Bonet, presidente del Grupo Freixenet, y cuya vicepresidenta es la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, ha apartado de sus funciones a su director general, Javier Carretero, ante la sombra de un evidente conflicto de interés del directivo a favor de Dinamia, la única firma de capital riesgo que cotiza en la bolsa española, y una de sus participadas, la cadena hotelera High Tech (que opera también bajo la marca Petit Palace).
La Cámara ha abierto una investigación interna y decidirá “en los próximos días” el futuro de Carretero, cuya destitución definitiva, según algunas fuentes, es inminente. La cuestión será tratada en el próximo pleno de la Cámara, en el que están representadas las distintas cámaras regionales de comercio y los representantes de empresas, administración, patronales y autónomos. La reunión está convocada, de manera ordinaria, para el próximo martes.
De momento, el directivo está apartado de sus funciones y con una “baja retribuida” tras la presentación, a principios de este mes, de una denuncia que pone de manifiesto su “falta de imparcialidad”, según confirman fuentes de la Cámara, una corporación de derecho público tutelada por el Ministerio de Economía (en concreto, por la Secretaría de Estado de Comercio que dirige Jaime García-Legaz) y apadrinada por las grandes multinacionales españolas, como Telefónica, Santander, BBVA, Inditex, Gas Natural, Iberdrola, ACS o El Corte Inglés, entre otras.
Carretero, ingeniero industrial con amplia experiencia directiva en el sector privado, fue nombrado director general del extinto Consejo Superior de Cámaras en septiembre de 2012 y de su sucesora, la Cámara de Comercio de España, tras su creación el pasado noviembre. Esos cargos llevan aparejada la presidencia del Comité de Designación de Árbitros de la Corte Española de Arbitraje, organismo de la cámara dedicado a la resolución de disputas comerciales por vía extrajudicial. Carretero es, en la práctica, su máximo responsable, y su independencia en ese puesto plantea serias dudas.
El pasado noviembre, Carretero fue nombrado consejero “independiente” de High Tech Hotels & Resorts, empresa cuyos máximos accionistas son Dinamia y su gestora, el banco de inversión N+1 (entre las dos tienen un 52% del capital), que tienen previsto fusionarse el mes que viene. En febrero pasado, Carretero ascendió a presidente ejecutivo de la cadena hotelera, con una retribución estimada de unos 100.000 euros anuales (más variables). Y un mes después, a vicepresidente de Dinamia, de la que ya era consejero “independiente” desde febrero de 2012, un cargo por el que cobró 57.973 euros el año pasado, según la información disponible en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A diferencia de Bonet (que no cobra por presidir la Cámara), Carretero sí tiene un sueldo como principal responsable del organismo, que la entidad no ha hecho público, pese a que está sujeta a la Ley de Transparencia, que entró en vigor en diciembre pasado.
Todos estos nombramientos, que Carretero no había comunicado a la Cámara de Comercio de España, pese a que estaba obligado a hacerlo, según fuentes de la entidad, se han producido mientras presidía simultáneamente el comité de elección de árbitros de la Corte de Arbitraje, instancia ante la que una parte del accionariado de High Tech Hotels tiene abierto desde noviembre pasado un arbitraje contra la empresa hotelera y su accionista Dinamia.
El arbitraje ha sido instado por los fundadores de High Tech, encabezados por su expresidente, Antonio Fernández Casado, que quieren retomar el control de la cadena (el equipo fundador controla en total un 26%) como poseedores de derecho de compra preferente ante una posible venta.
El pasado 2 de junio, Fernández Casado presentó un escrito de denuncia ante la Cámara, que también ha remitido a la CNMV “dada la condición de sociedad cotizada de Dinamia”, exponiendo su versión de los hechos. A lo largo de ocho páginas, el texto, al que ha tenido acceso eldiario.es, denuncia la utilización de la Corte de Arbitraje al servicio de intereses “claramente particulares, contraviniendo los postulados éticos más elementales y lo que sin duda es más preocupante, precisamente en los tiempos presentes”, causando un daño “de difícil reparación” al “buen nombre” de la entidad de resolución de litigios de la Cámara de Comercio. De ahí que el organismo haya apartado a Carretero de sus funciones.
“Tocomocho vergonzoso”
El texto de denuncia explica que la Corte de Arbitraje tampoco comunicó a Casado y el resto de los demandantes “ninguno” de los nombramientos de Carretero pese a estar obligada a hacerlo; da cuenta de la “connivencia” de este con High Tech, donde como presidente ejecutivo tiene “un sueldo de cien mil euros anuales”, y con Dinamia, ya que como “superior jerárquico de la entidad que tramita el arbitraje” que tiene abierto contra esas dos compañías, “no solo se ha alineado con una de las partes del conflicto, sino que la dirige”.
El escrito acusa a Carretero de orquestar “toda la estrategia procesal que siguen los demandados, implicándose directamente para lograr a través de terceras personas el fracaso de la reclamación”, y reprocha a la Corte que haya perdido “todo atisbo de imparcialidad, porque el principal ejecutivo de la Institución administradora del arbitraje, que ostenta en ella los más relevantes cargos, está actuando claramente al servicio no ya de intereses privados, poniendo en riesgo una Institución sin mácula, sino que se ha situado precisamente al servicio de una de las partes contendientes en un procedimiento”.
Como prueba, el escrito incluye un correo electrónico del propio Carretero que, según el promotor de la denuncia, demuestra que “está llevando el arbitraje” personalmente para favorecer a Dinamia. “Es un intento de tocomocho vergonzoso”, dice Antonio Fernández Casado, que ha pedido que Carretero se inhiba como presidente del Comité de Árbitros de la Corte, cuyo argumento era que Carretero tenía delegadas sus funciones en el cargo.
Fuentes de la Cámara recuerdan que los procedimientos abiertos ante la Corte de Arbitraje son confidenciales, por lo que la entidad desconocía la existencia de este arbitraje. Entretanto, “la Corte española de arbitraje ha comunicado a las partes de que se abstiene de continuar arbitrando el proceso por la aparición de hechos que comprometen la debida apariencia de imparcialidad”, explican desde la Cámara.
Dinamia, cuyo presidente es el expresidente de la petrolera Cepsa, actual presidente del grupo Vocento (propietario del diario ABC) y vicepresidente primero de Ferrovial, Santiago Bergareche, no ha querido hacer comentarios sobre este asunto.