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Lagarde admite que no hay techo para la subida de tipos de interés por parte del BCE

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en el Parlamento Europeo, el 20 de junio de 2022.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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¿Cuánto subirá los tipos de interés el Banco Central Europeo? Su presidenta, Christine Lagarde, ha reconocido ante la comisión de Economía del Parlamento Europeo que no se sabe. Es muy probable que la entidad trabaje con supuestos, pero, en todo caso, evita revelarlos en público. Lagarde, a preguntas de los eurodiputados, ha afirmado que, reunión a reunión, el BCE irá buscando ese punto neutral en el que no se alimente la demanda pero tampoco se frene la economía. ¿Y cuál es ese punto neutral? No se sabe. O, al menos, no lo cuenta.

“No sé cuál será el tipo real”, ha dicho la presidenta del BCE: “Pero estamos convencidos de alcanzar ese punto neutro, donde ni se frena ni se estimula la economía. Iremos reunión a reunión, analizando los datos, para alcanzar el objetivo de inflación del 2% Gran parte de la inflación es por la oferta, pero si aumentamos demanda aumentaremos la inflación, Hay que encontrar el punto neutral”.

Lagarde ha señalado que esos problemas de oferta que disparan la inflación son, básicamente, los precios energéticos y los cuellos de botella en el suministro de bienes. En cuanto a lo primero, ha afirmado: “No puedo reducir los precios del gas, ya me gustaría. Quizá una buena reforma sería más útil, pero no es competencia mía”, y ha añadido: “Cualquier acción que tomen los gobiernos para hacer frente a los desórdenes energéticos ayudaría en gran medida. La política presupuestaria tiene que diseñarse para ayudar a los más vulnerables y expuestos, y esas ayudas deben ser temporales y que se puedan retirar. Y, si hay espacio para conseguirlo, los Estados deben invertir en programas de energía verde”.

“Sigo pensando que el suministro es un motor más importante que la demanda en la inflación”, ha dicho Lagarde: “Si nos fijamos en la recuperación económica, la demanda nos dio un impulso, pero ha ido desapareciendo. La elevada demanda en los servicios, que se vio muy impulsada en verano, está bajando. Hay que ser prudente, porque esos cuellos de botella se irán retirando, pero está llevando más tiempo del esperado. La demanda es algo que debemos entender y analizar con detalle. Son choques sin precedentes y nuestra respuesta tiene que tenerlo en cuenta. Hay datos de inflación elevadísimos. Si tenemos inflación de suministro y demanda, y seguimos con una política acomodaticia, el resultado será que crece la inflación”.

El eurodiputado socialista Jonás Fernández ha preguntado a Lagarde por los posibles efectos del nuevo mecanismo antifragmentación, el TPI, aprobado a finales de junio para evitar las crisis de deuda en países como Italia, Grecia o Portugal, por ejemplo. “El mecanismo de protección”, ha respondido Lagarde, “se ha creado para que la política monetaria esté en toda la zona euro, y se activa evaluando riesgo, la elegibilidad y la proporcionalidad.  La decisión de activarlo o no dependerá de la gravedad del riesgo y el éxito de la operación. En cualquier decisión, vamos a tener en cuenta la situación en ese mercado para corregir las dinámicas del mercado”.

El eurodiputado de En Comú Podem, Ernest Urtasun (Verdes), ha preguntado por la remuneración de las reservas de los bancos derivada de la subida de tipos. “Cuando creamos esos sistemas de refinanciación de los bancos”, ha reconocido Lagarde, “la idea era la de alentar a los bancos a no reducir la financiación de la economía. Era importante ofrecer incentivos. Una de las condiciones para ser elegible a esos tipos más interesantes era dar un apoyo a la economía al mismo nivel que antes de la COVID. Hay que asegurarse de que las medidas sean proporcionales, y estamos estudiando la remuneración de las reservas, teniendo en cuenta el programa de adquisiciones a largo plazo”.

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