Renfe y Adif recelan del refuerzo de la seguridad ferroviaria propuesto por Bruselas
Renfe y Adif miran con recelo las propuestas de Bruselas para reforzar la seguridad ferroviaria tras la malograda tentativa terrorista en el tren Thalys que conectaba París y Ámsterdam del pasado 21 de agosto. Esta semana, la Comisión Europea ha propuesto un aumento de controles en los ferrocarriles europeos que no gusta entre diversos responsables de las empresas consultados por este diario, que ven en esta aproximación a los controles aéreos una “clara desventaja competitiva con el avión”.
Según portavoces de la cartera de Transportes de la Comisión Europea, se están estudiando una serie de medidas concretas para alcanzar este refuerzo, como detectores de metales o arcos de seguridad. Desde las instituciones comunitarias se dejó claro que “no es el momento de reacciones implosivas” y que el Acuerdo de libre circulación de Schengen no está en cuestión, pero sí se destacaron algunas iniciativas comunitarias “compatibles” con ese acuerdo, que se llevarán al Consejo de Transportes de octubre y que afectarán de alguna manera al equipaje o a la comodidad de los pasajeros.
Renfe, que ejerce el control de la seguridad en los trenes de Cercanías, y Adif, que gestiona los de las estaciones con alta velocidad, no están por la labor de “desnudar” a los pasajeros, según responsables de las divisiones de Seguridad de ambos entes. Unos y otros creen que el confort y accesibilidad que ofrece el AVE frente al avión son un valor añadido, además de la rapidez.
Adif ofrece un sistema de seguridad mucho más eficaz en los trenes de alta velocidad que el que despliegan países como Francia, Bélgica u Holanda, todos ellos interconectados por el Thalys, apuntan responsables de la compañía. Ninguno establecía hasta el momento del ataque ningún tipo de control previo antes de acceder al vagón, mientras que el administrador ferroviario sí realiza un control radioscópico de equipajes en el que se detectan, entre otras cosas, metales y armas.
Un sistema similar al de Adif habría identificado el arsenal del terrorista Ayoub El Khazzani, que hirió de gravedad a dos pasajeros en una refriega tras introducir en el tren francés un fusil de asalto AKM con 270 municiones, una pistola Luger M80 con un cargador, un cúter y un pequeño bidón de gasolina.
4.500 cámaras
Los escáneres están en prácticamente todas las estaciones de AVE en España, aunque hay algún apeadero (entre el punto de origen y el de destino) que aún carece de ellos. Ahí no terminan los controles. Según Adif, la alta velocidad también cuenta con un sistema de videovigilancia con 4.500 cámaras y más de 8.000 detectores a lo largo de más de 2.000 kilómetros de vía.
Oficialmente, portavoces autorizados de Adif rechazan opinar sobre las aspiraciones de Bruselas y resaltan que el tema de la seguridad “es un asunto espinoso que hay que abordar con muchísimo cuidado”. “La red de AVE española cuenta con un sistema adecuado, muy por encima de la media europea”, agregan en la empresa. “Cualquier medida ulterior tiene que dirimirse en instancias supranacionales sobre las que no podemos comentar todavía nada”.
Extraoficialmente, un incremento de los controles preocupan en ambos entes estatales, fundamentalmente debido al impacto económico que podría tener sobre su cuenta de resultados. “Cuando cojo un avión el ritual que todos estamos obligados a pasar me resulta exasperante”, señala un directivo de Renfe sin miramientos. Precisamente en Renfe son varias las fuentes que previenen contra una “psicosis”: miembros de la cúpula del operador resaltan la imposibilidad de implantar escáneres a los viajeros de Cercanías, que transportan a más de 400 millones de pasajeros por año.
Hay trenes que sí cuentan con medidas draconianas de seguridad dentro de la UE, caso del Eurotúnel que une Bruselas y París con Londres por el Canal de la Mancha. Esto tiene una explicación: el Reino Unido no pertenece al Espacio Schengen, que determina la libertad de circulación entre 26 estados europeos. Londres tiene, pues, competencias exclusivas sobre seguridad en sus fronteras. Algunos de los países de Schengen no pertenecen a la UE, como Suiza o Noruega.
Los portavoces comunitarios también alertaron el pasado lunes contra el “alarmismo contraproducente” y defendieron que en su día propusieron la creación de un grupo de trabajo en materia de seguridad ferroviaria que fue recibido con “interés moderado” por la mayoría de estados miembros. “Ahora creemos que hay voluntad política para discutir nuevas medidas legislativas”, subrayaron.
