Los trabajadores de Campofrío no quieren regalos pero sí ayuda

Los trabajadores de la planta principal de Campofrío en Burgos, completamente destruida por un incendio que se registro hoy hace dos semanas y se prolongó durante once días, no quieren regalos pero si ayuda, según ha afirmado el presidente del comité de empresa, Hilario Sancho.

Tras recordar que mañana comenzará la negociación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo, Sancho ha explicado a Efe que asistirán a la reunión “optimistas pero preocupados”, porque todavía no saben en qué se concretarán las ayudas prometidas por las administraciones para mejorar sus condiciones hasta la apertura de la nueva planta.

La negociación solo afecta a 774 trabajadores de la planta -617 hombres y 157 mujeres- porque otros 118 ya se han recolocado en alguna otra planta del grupo.

De hecho, las recolocaciones de más trabajadores será uno de los aspectos clave de la negociación.

Aunque se intentará que la mayor parte de las recolocaciones se produzcan en las plantas más próximas a la siniestrada, como las otras dos de Campofrío en Burgos o la fábrica de Ólvega, en Soria, que elabora embutidos curados y pizzas, otras más alejadas, como las de Toledo y Navarra, también podrían acoger parte de la producción.

El presidente del Comité de Empresa ha sostenido que también se pueden plantear recolocaciones en otras plantas españolas e, incluso, de otros países europeos.

De hecho, por esa razón se ha registrado la documentación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo con un máximo de dos años que se podrá acortar y con un tope de 774 trabajadores que también podría reducirse.

Sin contar las ayudas que puedan recibir con carácter excepcional, fuentes de la Oficina de Trabajo de la Junta de Castilla y León han señalado que solo los trabajadores que hayan cotizado más de seis años tendrán derecho a dos años de subsidio de desempleo.

Hasta el mes de mayo, en los seis primeros meses, percibirán el setenta por ciento de la base reguladora de los últimos 180 días de trabajo, mientras que los dieciocho meses restantes cobrarán el cincuenta por ciento.

Hilario Sancho ha estimado que la negociación del expediente podría estar resuelta en dos o tres meses, aunque habrá un seguimiento hasta la apertura de la nueva planta.

También ha agradecido el compromiso de las principales entidades financieras de Burgos para adaptar las condiciones de los préstamos de los trabajadores afectados a su situación transitoria, con moratorias de amortización y adaptaciones de las cuotas a lo que perciba cada empleado.