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La UE cede y discute en el TTIP el uso de productos químicos para limpiar el pollo

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Pablo García

Bruselas —

Para combatir los supuestos falsos estereotipos sobre el TTIP (el tratado de libre comercio e inversión entre EEUU y la Unión Europea, conocido por sus siglas en inglés), la Comisión Europea, que negocia el tratado en nombre de toda la UE, elaboró el año pasado una guía titulada “Los 10 mitos del TTIP”. Uno de ellos se refería al pollo clorado, como se hace en Estados Unidos.

“La Comisión subraya que este y otros productos como la ternera hormonada no se venderán en el mercado europeo”, decía el texto. Sin embargo y de acuerdo con al menos dos fuentes que han tenido acceso a documentos confidenciales sobre el TTIP sobre la mesa de negociación se ha puesto ahora un nuevo producto químico para desinfectar la carne. A preguntas de este medio, la Comisión Europea no lo ha negado.

Una de esas fuentes es el eurodiputado socialista belga Marc Tarabella, que denuncia ante eldiario.es que, según el contenido de dichos documentos, uno de los puntos que se discuten es la inclusión del tratamiento de aves de corral mediante el denominado ácido peroxiacético. Una versión corroborada por una segunda fuente que también ha tenido acceso a los documentos. El uso del ácido peroxiacético en Estados Unidos se aplica comúnmente para desinfectar canales de aves, previamente desplumadas y eviscerada, sin afectar a la piel o a la carne.

Pero no en la UE. “Hasta el 90% de los europeos han expresado su rechazo a través de diversas encuestas de consumir carne tratada con productos químicos”, recuerda Tarabella, para quien “remojar el pollo en ácido es una nueva concesión hecha a EEUU”. El eurodiputado cree que aceptar la medida equivaldría a “reducir el nivel de vigilancia entre los criadores de aves de corral” comunitarios.

Supuestamente, uno de los motivos para considerar el ácido peroxiacético, altamente corrosivo, es la de combatir a la bacteria Campylobacter, que causa alrededor de 200.000 intoxicaciones anuales en la UE. La organización de consumidores europeos BEUC (cuya rama en España es la OCU) no cree que la lucha contra el Campylobacter justifique la propuesta. “Aplaudimos que se tomen acciones para controlar esta bacteria pero deploramos que se contemple la opción de sumergir el pollo en ácido peroxiacético e instamos a la UE a preservar el concepto farm to fork (de la finca al plato, literalmente: la revisión de los alimentos en todas sus etapas) que rige nuestra seguridad alimentaria”, subraya la presidenta del BEUC, Monique Goyens, cuya organización también ha tenido noticia de las discusiones secretas entre Europa y EEUU y lo ha denunciado en un comunicado.

Preguntada por este medio si la posibilidad de recurrir a este producto está sobre la mesa, la Comisión no lo ha negado en ningún momento pero rechaza comentar nada sobre documentos filtrados del TTIP que no hayan sido publicados. “Queremos ser claros en una cosa: el ácido pera peroxiacético no es cloro”, indican portavoces haciendo alusión a la prohibición de utilizar la segunda para manipular los alimentos en la UE. “La UE no bajará sus estándares sobre seguridad alimentaria con el TTIP. El uso de peroxiacético”, añaden estos portavoces comunitarios, “es un tratamiento antimicrobiano que permite desinfectar pollos tras pasar por el matadero. No se usa en la UE”. Pero no está prohibido, interceden.

“Nunca aceptaríamos el uso de cualquier tratamiento antimicrobiano como sustitutivo de nuestras prácticas de buena higiene a no ser que se trate de una herramienta adicional para reforzar la seguridad alimentaria”, continúan en la Comisión.

En la asociación ecologista Amigos de la Tierra aseguran haber tenido constancia de estas conversaciones. “Quien solicita la autorización del peroxiacético es ni más ni menos que el Ministerio de Agricultura de EEUU. Su autorización o cualquier otro lavado o tratamiento final socava gravemente la seguridad alimentaria”, apunta Blanca Ruibal, una de sus portavoces.

Ruibal pide huir del modelo estadounidense según el cual solo se revisa el producto final y no el alimento en cada una de sus etapas. “En Europa solo está permitido el uso de agua, ya que otros productos enmascaran posibles contaminaciones que se hayan producido a lo largo de la cadena”. Y advierte de los peligros del tratado de libre comercio: “En el TTIP se discute el acceso al mercado europeo de la carne estadounidense. Tanto la UE como los gobiernos nacionales insisten en que el enfoque de la seguridad alimentaria en la UE no está amenazado por el TTIP, pero la presión del gobierno y la industria cárnica de EEUU ya están provocando una reducción de los estándares de la alimentación”.

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