10 experiencias enoturísticas para este verano
Si no sabéis en qué se diferencian los vinos ecológicos, los biodinámicos y los naturales, pero os gustaría descubrirlo, os recomendamos dar una vuelta por las comarcas de Barcelona. Desde el Alt Penedès, en el Maresme, pasando por el Bages, son muchas las bodegas que cultivan sus viñedos de manera respetuosa y producen vinos y cavas de calidad inmejorable sin dañar el medioambiente.
A continuación, os presentamos diez propuestas imprescindibles este verano para hacer enoturismo sostenible y, al mismo tiempo, disfrutar de experiencias memorables.
1. Descubrir los wine bars y las terrazas entre viñedos
Disfrutar del sol, del paisaje de los viñedos y de una copa de buen vino es la propuesta de los wine bars que encontraréis en el Penedès, en Alella y en el Bages, entre muchas otras. La mayoría de ellos son espacios al aire libre y terrazas donde tomar un buen vino, a menudo acompañado de un aperitivo, de unas tapas o incluso de un completo brunch para redondear la experiencia. ¡Lo más difícil será decidir a cuál ir!
2. Conocer una bodega pionera en viticultura respetuosa
Junto a Sant Pau d’Ordal está Albet i Noya, una bodega pionera en España en temas de viticultura sostenible: ¡llevan más de cuarenta años ondeando la bandera eco! Y dos décadas atrás iniciaron un proyecto de investigación para recuperar antiguas variedades de cepas, lo que les ha permitido desarrollar vinos muy interesantes. Si queréis conocer en profundidad las técnicas más sostenibles en materia de viticultura, reservad una visita con el enólogo y propietario de la bodega, una experiencia muy recomendable en la DO Penedès.
3. Pasear por los viñedos en bicicleta eléctrica
Muy cerca, en Sant Sadurní d’Anoia, encontraréis Juvé & Camps. Su apuesta por la viticultura respetuosa es tan fuerte que han reconvertido todas sus hectáreas para producir cavas y vinos ecológicos, dejando que la tierra descanse y se recupere con años de barbecho, no utilizando insecticidas ni herbicidas químicos y recogiendo la uva manualmente para no contaminar y ser muy cuidadosos con las cepas. Durante la vendimia organizan cada año un recorrido por los viñedos en bicicleta eléctrica, para que todo el mundo pueda disfrutar de una experiencia inolvidable en la DO Cava.
4. Recorrer los viñedos a caballo
Gramona es una bodega muy concienciada de la importancia de trabajar el viñedo bajo los principios de la agricultura ecológica y biodinámica. Fieles a una filosofía sostenible y respetuosa con el entorno, sus propietarios se han aliado con una variedad única, la xarel·lo, convirtiéndola en la estrella de sus vinos espumosos. Podéis conocer algunos de sus secretos dando un paseo a caballo entre viñedos, mientras un guía experto os explicará la manera de hacer y de pensar de una familia de viticultores desde 1850.
5. Entender las prácticas biodinámicas
Más pequeña es la bodega Parés Baltà, una empresa familiar de viticultores apasionados por los vinos ecológicos y biodinámicos. Tienen abejas que contribuyen a la polinización durante la floración de las uvas; ovejas que pastan por los viñedos y los fertilizan de forma natural tras la vendimia; el agua que reciben sus cepas proviene de la lluvia; y trabajan con preparados a base de hierbas, minerales y estiércol la fertilidad de los viñedos y el control de las plagas, para no dañar la biodiversidad. La bodega está en Pacs del Penedès y organizan sesiones para explicar las virtudes del cultivo biodinámico.
6. Ser enólogos por un día
La bodega Pla de Morei nació con el objetivo de preservar, respetar y recuperar el entorno en el que ha vivido la familia de propietarios, generación tras generación: la masía de Mas Rossinyol, situada en el pueblo de La Torre de Claramunt, en la Anoia. Un territorio rico y fértil que podéis descubrir en un recorrido por barracas de piedra, con un maridaje de vinos y quesos locales o con un pícnic entre viñedos. ¿Preferís aprender a elaborar vuestro propio vino ecológico? Reservad vuestra plaza y convertíos en enólogos, aunque solo sea por un día.
7. Admirar una antigua bodega modernista
La bodega de Alella Vinícola fue diseñada en 1906 por un discípulo de Gaudí: el arquitecto Jeroni Martorell. Aquí es posible combinar un paseo entre viñedos ecológicos junto al mar con una visita guiada a una bodega centenaria y espectacular. ¡Y os marcharéis habiendo probado unos de los mejores vinos sostenibles de la DO Alella!
8. Brindar con vistas a Montserrat
En la DO Pla de Bages existe una de las bodegas ecológicas más reconocidas de las comarcas de Barcelona: la Heretat Oller del Mas. La finca está en una zona privilegiada, junto a Montserrat y al Parque Natural de Sant Llorenç de Munt i l’Obac. Preocupados por preservar la identidad de un terreno único, destinan muchos esfuerzos a proteger el medioambiente y son la primera bodega de Cataluña y la tercera del mundo con las emisiones más bajas de carbono. Sentaos en la terraza de su restaurante Bages964 para disfrutar de una excelente cocina de proximidad mientras hacéis un brindis con vistas a la montaña mágica, o aprovechad para regalaros una estancia de gastronomía, cata de vinos y relajación en una de sus cabañas integradas en la naturaleza.
9. Disfrutar de los festivales de música y vino
El verano es el momento para disfrutar de los mejores festivales de música al aire libre y es genial hacerlo en un entorno de viñedos y vino. Son varias las propuestas para este verano: en Vilafranca del Penedès, el ViJazz es uno de los festivales de jazz y vino más importantes de Europa, con una programación de primer nivel que atrae a amantes de la buena música y del buen vino; del 7 al 9 de julio, contará con reconocidos artistas internacionales, además de ofrecer actividades paralelas que implican a una cuarentena de bodegas, con visitas guiadas y propuestas de enoturismo. Otra opción es el Festival Música a les vinyes de Subirats, que ofrece música, canciones y poesía combinados con cata de cavas y vinos del Penedès, en el entorno medieval de Torre- ramona, el 22 y el 29 de julio.
10. Descubrir las tinas de piedra seca
Y en el corazón del Bages, concretamente en los Valles del Flequer, se ha creado una ruta para visitar el conjunto de tinas de piedra seca que antiguamente se utilizaban para hacer vino en los viñedos que quedaban alejados de los pueblos. El recorrido sale del pueblo de El Pont de Vilomara y circula a ambos lados de un torrente, en medio de un paisaje extraordinario que os dejará sin palabras.