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VIH, la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz

La resistencia del VIH a los fármacos empieza a ser preocupante según la OMS

Eric Santaona

El VIH/SIDA sigue siendo uno de los más graves problemas de salud pública del mundo, y a pesar de que disponemos de tratamientos que controlan el virus, en 2016 un millón de personas fallecieron en todo el planeta por causas relacionadas con éste. En España el escenario no es diferente y en 2017 se diagnosticaron cerca de 4.000 nuevos casos. Lo cierto es que desde el año 2007 la situación epidemiológica es tan estable que el número de diagnósticos anuales no desciende de las 3.000 detecciones.

Lo más preocupante es que casi el 20% de estos nuevos casos se conocen en la fase de SIDA, la más grave de la infección, cuando el sistema inmune está en su máximo periodo de vulnerabilidad y la enfermedad se manifiesta clínicamente a través de ciertas dolencias oportunistas o neoplasias que pueden amenazar la vida del paciente.

Para ponernos en contexto, la tasa global de nuevos diagnósticos en España, aunque similar a la de algunos otros países de Europa, es superior a la media de los países de la Unión Europea y de Europa Occidental.

Desde el inicio de esta pandemia, que se manifestó por primera vez a finales de los años setenta, hemos aprendido mucho de la enfermedad y sus patrones epidemiológicos que han variado a lo largo de los años y la geografía. La mayoría de los nuevos casos en España se dan en hombres (84,6%) y la media de edad se sitúa en los 35 años. La principal forma de transmisión hoy en día es la sexual, en particular entre hombres que mantienen relaciones con otros hombres (54,3%) frente a solo un 3,1% de personas que se inyectan drogas.

Estas cifras discurren paralelas a otro problema de salud pública de gran impacto al que nos estamos enfrentando, como es la creciente epidemia de infecciones de transmisión sexual (ITS). Según datos de la OMS, más de un millón de personas contraen cada día una ITS y cada episodio multiplica el riesgo de adquirir el VIH al menos en tres veces. Se trata de un problema “silencioso”, puesto que la mayoría de los casos se manifiestan a penas sin síntomas; y a la vez permanecen “ocultos”, por el estigma que generan, lo que favorece en gran medida su rápida dispersión. Y es que la “falsa sensación de protección” que otorga el tratamiento universal frente al VIH puede haber hecho que las barreras en materia de prevención hayan caído. 

Todos estos datos nos deben hacer reflexionar que medidas de prevención como el  despliegue informativo y las campañas de concienciación sobre los riesgos de contraer estas enfermedades no son suficientes.

Estrategia de la OMS

Acabar con una epidemia que a finales de 2016 afectaba a aproximadamente 36,7 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo y se había cobrado más de 35 millones de vidas requiere cumplir varios objetivos.

En primer lugar, conseguir diagnosticar todos los casos posibles, y para ello disponemos de métodos de análisis para el diagnóstico de VIH rápidos y fiables, que permiten detectar la presencia o ausencia de anticuerpos contra el virus, pudiendo obtener los resultados al momento, una cuestión fundamental para identificar a los afectados e iniciar el tratamiento cuanto antes.

En segundo lugar, hacer llegar el tratamiento antiretroviral a todos los diagnosticados y con la mayor inmediatez, con el objetivo de conseguir que el virus se haga indetectable en la sangre de los infectados y de esta forma llegue a ser intransmisible.

A este respecto, la detección rápida y precoz del VIH, así como la prevención y profilaxis en aquellos casos que en los test resulten negativos, es la mejor estrategia para detener la expansión del VIH. La OMS recomienda a todas aquellas personas que practiquen actividades de riesgo, o sospechen que puedan haberse contagiado, que acudan a centros de detección para descubrir su situación, así como para informarse sobre las estrategias preventivas a adoptar.

Checkpoint de la Fundación Jiménez Díaz

En este sentido, la Fundación Jiménez Díaz acaba de poner en marcha Checkpoint Madrid, un servicio de prevención y atención integral de enfermedades infecciosas, que permite un acceso rápido y confidencial para todo aquel que quiera informarse y someterse a análisis de detección VIH y otras ITS. El servicio está liderado por el doctor Miguel de Górgolas, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, servicio que atiende a más de 3.000 de afectados cada año.

Cabe destacar la PrEP (profilaxis preexposición) como uno de sus programas estratégicos, que según el Dr. Górgolas es “una herramienta para la prevención de la infección del VIH que ha demostrado su eficacia y seguridad en diferentes ensayos clínicos”. El facultativo explica que la PrEP está pensada para “aquellas personas seronegativas expuestas a contraer este virus por medio de relaciones sexuales o del uso de drogas inyectables”.

La PrEP se basa en la toma de un medicamento diario que reduce el riesgo de contraer la infección por medio de relaciones sexuales en más de un 85%. Este fármaco debe ser suministrado con asesoramiento y supervisión médica.

El objetivo de Checkpoint Madrid es facilitar el diagnóstico y tratamiento inmediato de los casos seropositivos, y fomentar la prevención en los casos seronegativos, mediante tratamiento pre o post-exposición de riesgo, siempre bajo supervisión médica, y preservando la confidencialidad de las personas que acudan al servicio.

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