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Cómo puedes saber si estás empezando con la menopausia

Una mujer haciendo deporte

Mercè Palau

Todas las mujeres, entre los 45 y los 55 años, pasarán por la transición hormonal de la menopausia. Entre estas edades es cuando el 90% de las mujeres deja de tener reglas por el cese de la actividad hormonal ovárica, una circunstancia biológica y una parte natural del envejecimiento reproductivo sobre el que aún existe cierto desconocimiento.

Por ello, y aprovechando la celebración del Día Mundial de la Menopausia, el 18 de octubre, es un buen momento para hablar de ella y explicar por qué es necesario crear conciencia, prestar atención a la salud de las mujeres y mejorar la experiencia de las que pasan por esta etapa. 

Menopausia, una transición hormonal inevitable

La menopausia puede explicarse como el cese definitivo de la función ovárica que incluye la pérdida de la producción de hormonas reproductivas y la pérdida irreversible de la fertilidad. Esto suele ocurrir, como hemos comentado, entre los 45 y los 55 años. En España, la edad promedio se sitúa en los 51 años, según recoge la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

En general, se produce de forma natural, se interrumpe la menstruación y los ovarios dejan de segregar estrógenos y progesterona, las hormonas sexuales femeninas. Estamos ante una etapa de la mujer en la que suelen aparecer cambios endocrinológicos, imprevisibles y variables.

Antes se esperaba un año sin tener reglas para determinar que no había ninguna actividad ovárica. Sin embargo, ahora “los niveles hormonales, incluida la hormona antimulleriana que mide la reserva ovárica, las ecografías ováricas y la aparición de los síntomas permiten diagnosticar la menopausia” sin tener que esperar tanto tiempo, explica la Doctora Clotilde Vázquez, jefa de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz. Esto permite llegar al diagnóstico cuando la mujer ya sufre síntomas importantes.

Desde ganar peso a los sofocos: los síntomas más comunes de la menopausia

El camino hacia la menopausia es distinto en cada caso. Aquí es importante recalcar que cada mujer es un mundo y que no todas lo vivirán de la misma manera. “Hay que individualizar qué está ocurriendo, qué actividad ovárica hormonal residual queda, cuáles son los síntomas y los riesgos que hay, es decir, qué riesgos corre una mujer concreta por no tener producción de estrógenos, progesterona y, en cierto grado, testosterona”, admite Vázquez.

En la mayoría de los casos, los síntomas físicos más comunes son “sofocos, insomnio, sequedad vaginal con o sin otros síntomas genitourinarios y ganancia de grasa a nivel central”, afirma la Doctora Vázquez. Según una investigación publicada en The Journal of the Menopause Society, se calcula que los focos afectan a un 80% de las mujeres

A estos síntomas físicos se les suma otros de índole más psicoemocional, como “irritabilidad, tristeza, depresión, debilidad emocional incontrolable”, afirma la Doctora Vázquez, así como otros signos relacionados con la piel, el cabello, dificultad para concentrarse, cierto enlentecimiento cognitivo y dolores articulares.

Qué repercusiones tiene la menopausia en la salud general de la mujer

Estamos frente a una situación en la que deben contemplarse consecuencias en la salud. “Una mujer que no duerme no puede con su alma de cansancio y afectación emocional y siente que le duele todo y su cuerpo experimenta cambios que la envejecen”, admite Vázquez. Todo ello repercute en su salud y calidad de vida, que empeora. 

A ello tenemos que añadir que, a largo plazo, la ausencia de estrógenos que ejecutan funciones importantes para los huesos, la piel, las articulaciones, el cerebro o el metabolismo, entre otros, haga aumentar los riesgos de patología urogenital por atrofia, osteoporosis, aumento del colesterol o aumento de peso, este último uno de los más evidentes.

La ganancia de peso está provocada por la ausencia de estrógenos, que son los que se encargan de aumentar el gasto energético. Si no hay, “tendemos a ganar grasa, aunque sigamos haciendo lo mismo”, frente a lo cual la experta aconseja “implementar medidas que contrarresten este hipometabolismo, revisar la alimentación y, sobre todo, incrementar la actividad física”, aconseja Vázquez.

Cómo hacer frente a los cambios que lleva consigo la menopausia

Teniendo en cuenta que la expectativa de vida de las mujeres en España se ha incrementado, al llegar a la menopausia, la mujer aún tiene por delante más de un tercio de su vida. El cese de la actividad hormonal no tiene porqué estar reñido con disfrutar de la vida.

La adopción de un estilo de vida saludable ayuda a paliar buena parte de los síntomas de la menopausia. De acuerdo con el decálogo de consejos que ha elaborado la AEEM, es importante mantener una alimentación rica en calcio y evitar el sobrepeso; realizar actividad física diaria; tomar el sol 15 minutos para conseguir vitamina D; evitar tóxicos como el tabaco, alcohol; evaluar el riesgo cardiovascular y eliminar factores de riesgo; determinar el riesgo de cáncer de mama y de osteoporosis; mantener una actividad sexual satisfactoria; vivir la menopausia con vitalidad y optimismo y cuidar la calidad de vida.

La ausencia de estrógenos, sin embargo, se trata con estrógenos. “La suplementación hormonal siempre debe ser adaptada, controlada y segura”, afirma Vázquez. “Tratar una menopausia no es un acto de medicina estética ni es consentir un capricho de la mujer que se quiere ‘hormonar’ para no envejecer”, advierte Vázquez. Se trata de sustituir la función de la glándula endocrina, que ha dejado de funcionar al dejar de ovular, pero que continúa teniendo un papel indiscutible en la salud general.

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