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Productos derivados: qué son y cuántos tipos hay

Austin Distel - Unplash.

Javier Díaz

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“Brexit”, desaceleración de la economía, amagos de guerras comerciales… El escenario internacional y el español generan unas dudas en los mercados que hacen difícil encontrar inversiones financieras con rentabilidades interesantes sin asumir unos riesgos demasiado elevados.

Frente a las opciones más tradicionales, cada vez están más extendidos, como alternativa o como complemento, los productos derivados. El valor de estos instrumentos está marcado por la evolución del precio de otros activos, denominados subyacentes, que pueden ser acciones, índices (IBEX, DAX…), divisas, materias primas, bonos o criptomonedas.

Existen distintos tipos de derivados financieros, como veremos, pero todos ellos comparten el tener un valor en base a un precio futuro, lo que aporta una mayor flexibilidad para invertir, al permitir anticiparse a las tendencias de los distintos mercados, y obtener beneficios y proteger nuestras carteras tanto si los precios suben como si bajan.

Otro de los puntos en común, y una de sus principales ventajas, es que funcionan mediante apalancamiento. Es decir, no es necesario desembolsar el 100 % del valor nominal de un activo para operar con él. Inicialmente, solo se adquiere un bajo porcentaje de su valor, aunque más tarde, en caso de resultar en beneficios, la operación generará unas ganancias correspondientes al total del activo, por lo que el capital final obtenido puede multiplicar la cantidad original. Es, por tanto, un mecanismo pensado para proteger las inversiones y maximizar la rentabilidad.

En las distintas opciones de trading, los valores de cierre de las operaciones pueden ser fijados previamente, y se ejecutan de manera automática al alcanzar la cifra marcada. Estos controles funcionan de distintas maneras, pero en general buscan recoger ganancias inmediatamente en caso de que se cumplan nuestras expectativas, o bien establecer unos límites de pérdidas.

Entre los productos derivados que ofrecen empresas como IG, líder en trading online encontramos:

Contratos por diferencia (CFD)

Los CFD son contratos sobre la diferencia del valor de un activo entre el comienzo de la operación (se “abre” el contrato) y el momento en el que se cierra. Estas operaciones pueden ser de compra o de venta, en función de las previsiones sobre la evolución del activo.

Si se espera que su precio suba, un CFD permite comprar por un porcentaje del precio de mercado, y más tarde vender a un precio mayor, pero obteniendo unas ganancias correspondientes a su valor total en el mercado. Esta operación conoce como adoptar una posición larga o de compra.

Pero los CFD también hacen posible generar una rentabilidad en caso de una caída del activo. Si se prevé esa tendencia, mediante CFD la operación se abre vendiendo acciones, aportando inicialmente un capital mucho menor al de su precio de mercado, para después comprarlas a un precio más bajo, con un retorno equivalente a la diferencia entre ambos valores. Esto se conoce como una posición corta o de venta.

Las posiciones cortas, puede ser utilizada como un modo de asegurar o “cubrir” las inversiones. Si tenemos en nuestra cartera un activo y prevemos que pierda valor, se pueden abrir CFD que apuesten a esa bajada, se verá compensada por los beneficios de los CFD.

Opciones barrera y turbos24

Las opciones barrera son derechos de compra sobre un activo, con un plazo determinado, normalmente de seis a doce meses, y un punto de “knockout” que limita las posibles pérdidas; por eso estos derivados se conocen como barrera. Existen dos tipos: de compra “call” y de compra “put”.

Las opciones “call” son derechos de compra a un precio determinado, y son para un mercado alcista. Con ellas se paga una prima; si tomamos como ejemplo un índice, se pagaría una prima mínima por abrir la operación. Las ganancias dependerán del tipo de contrato, siendo el mínimo de un euro el punto.

Las opciones “put” son opciones de venta, cuando se prevé que el mercado baje, y funcionan a la inversa: se fija un “knockout” por encima de la venta, cuanto mayor sea la bajada, también lo será el beneficio.

Los turbos24 operan sobre un mercado subyacente, en todo momento se sabe el máximo de pérdidas, y se pueden abrir posiciones largas o cortas para mercados alcistas o bajistas, aunque en este caso el inversor decide el apalancamiento con respecto al activo subyacente. Además, el turbo24 es un producto cotizado con folleto base (ISIN) y opera en un mercado organizado (MTF), de ahí que sea transparente.

El turbo24 de IG es el primer turbo en cotizar durante 24h, lo que nos protege de huecos en el mercado y, además, sin riesgos de divisas, cotizando todos en euros.

Ejemplo de turbo24: Operativa con 1 € el punto, compramos 100 turbos.

Precio de mercado: 27.043,90 puntos // Precio de Knockout: 26.375 puntos. (Diferencia: 668,9 puntos)

  • Si el mercado subyacente sube 100 puntos, el precio del turbo subirá 1€.
  • Si cogemos 100 turbos, la ganancia serían 100 euros.
  • Si la posición va en contra, puedo cerrar la posición cuando quiera
  • Perdería 0,01 euros por cada punto que se mueve el índice y por cada turbo que haya comprado.
  • Perdería todo si el precio toca el Knockout (stop garantizado)
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