Arginina: ¿puede sustituir a la aspirina para mejorar la circulación?
María José, lectora y socia de eldiario.es, nos escribe el siguiente texto: “Leyendo su reciente artículo sobre si tomar aspirina para mejorar la circulación sanguínea es bueno o malo, me ha venido a la mente una duda que me surgió en una tienda de productos para culturistas: mientras husmeaba por curiosidad entre los botes de complementos dietéticos que venden, entró un chico en la tienda y le oí pedir arginina.
Eso me llamó mucho la atención, porque yo la arginina la tengo asociada al bendito Espidifen [un medicamento analgésico], así que me atreví a preguntarle para qué lo tomaba, y muy amable me explicó que lo usan para favorecer el riego sanguíneo y mejorar el rendimiento del músculo. ¿Es eso cierto? ¿La arginina favorece la circulación? Y, si es así, ¿es inocua? ¿Hay una dosis recomendada? ¿Puede ser a la larga más perjudicial que otra cosa? Intenté investigarlo por mi cuenta, pero me sentí abrumada con tanta información, así que he pensado recurrir a vosotros a ver si me lo podéis aclarar“.
¿Qué es la arginina?
La arginina, o L-arginina, es uno de los aminoácidos que conforman nuestras proteínas. Se trata de un aminoácido esencial condicionado, es decir que los humanos en principio no podemos sintetizar por nosotros mismos y precisamos tomar de determinados alimentos que sí lo contienen. Lo que sucede es que en realidad sí somos capaces de sintetizar arginina, pero en unas cantidades más o menos limitadas, especialmente en el caso de los recién nacidos, que consumen más de la que pueden crear. Por eso añadimos el adjetivo “condicionado”; a partir de la primera infancia la arginina deja de ser un aminoácido esencial.
Es cierto que a la arginina tomada de forma suplementaria se le atribuyen múltiples aplicaciones y virtudes, tanto en disciplinas deportivas como el culturismo, como para remediar diversas enfermedades y trastornos, relacionados no solo con los procesos circulatorios sino también metabólicos, relacionados con la obesidad e incluso con el sexo.
¿Qué beneficios se le suponen?
Por una parte estos beneficios se derivarían de su capacidad transformarse en el organismo en el gas óxido nítrico NO, que actúa por tanto de dilatador de los vasos sanguíneos y arterias. De este hecho se especula con que la arginina pueda mejorar la circulación sanguínea y capilar al ampliar el perímetro de los vasos. En el caso de culturistas, por ejemplo, conseguiría así una mejor irrigación muscular tras el esfuerzo. Pero además. Al contribuir a la retirada del amoníaco muscular, transformado en urea, mejoraría la recuperación del músculo.
El resultado teórico es una mayor eficiencia del crecimiento de la masa muscular. De ahí que la arginina se venda en tiendas de culturismo como la que visitó María José. Sin embargo, aun siendo cierto que la arginina mejora la irrigación del músculo, todavía no hay evidencias sólidas de que por ello se mejore el rendimiento muscular, según explica Darío Pescador en la web Transformer. Pescador añade que “tomar demasiada arginina puede tener efectos secundarios desagradables, como diarrea y dolores de cabeza.”
En lo referente a sus supuestos beneficios en el campo del metabolismo y la obesidad, se sabe que la presencia de determinadas dosis de arginina estimula la secreción de somatotropinasomatotropina, la hormona del crecimiento, que activa el metabolismo y por tanto provoca un consumo de las reservas grasas y baja el colesterol. De ahí también que algunas personas, en especial deportistas, la empleen como acelerador metabólico y adelgazante.
Sin embargo la secreción de somatotropina tiene el inconveniente de que obliga al páncreas a secretar insulina para bajar el índice glucémico, pues el exceso de glucosa en sangre inhibe su actividad. Es decir que, desde un enfoque fisiológico totalmente distinto, un exceso de arginina puede ser tan nocivo como un exceso de azúcares, y se especula con que podría llevar a una diabetes de tipo 2, aunque no hay estudios que lo confirmen.
El tercer gran atributo de la arginina sería la estimulación sexual, un efecto similar al del viagra (te recomendamos Diez mitos sobre el viagra que quizás creías reales) al actuar como vasodilatador en los órganos sexuales y aumentar la erección y la sensibilidad clitoridiana. Es cierto que el fundamento básico es el mismo en ambos productos, pero conviene tener en cuenta que la vasodilatación puede tener efectos secundarios desagradables sobre personas con la presión baja, como mareos o incluso desmayos. Por otro lado en personas que han tenido infartos la arginina puede agravar los síntomas.
¿Qué hay demostrado?
Según la página de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “la ingesta de L-arginina parece reducir los síntomas y mejorar la tolerancia al ejercicio físico y la calidad de vida en personas con angina de pecho”. Sin embargo, “la L-arginina no parece ayudar a dilatar los vasos sanguíneos que se constriñen”, por lo que no sería eficaz en casos de mala irrigación de capilares.
También destaca beneficios en la disfunción eréctil: “La ingesta diaria de 5 gramos de L-arginina parece mejorar la función sexual en hombres con disfunción eréctil. La ingesta de dosis bajas podría no tener efecto”. Respecto a la presión arterial alta, “existe cierta evidencia que muestra que la ingesta de L-arginina puede reducir la hipertensión arterial en personas sanas, hipertensas y con presión arterial levemente alta con o sin diabetes”.
Pero la misma biblioteca destaca que la evidencia es insuficiente en los siguientes casos: cáncer de mama, insuficiencia cardíaca, obstrucción arterial, diabetes (aunque parece ayudar en los casos de personas diabéticas, no se recomienda en casos de no diabéticos), rendimiento físico u obesidad, entre muchos otros supuestos en los que se le atribuye algún beneficio, como la mejora de la demencia senil o la mejora de la irrigación de las extremidades en diabéticos o la cicatrización de heridas.
Es decir, para contestar a María José: no hay evidencia de mejore los casos de obstrucción arterial, que es lo que tratamos de prevenir con la ingesta de un aspirina diaria, tal como se cuestionaba en el artículo que ella cita. Es posible que en ello intervenga el hecho de que el ácido acetilsalicílico es un antiagregante plaquetario que evita la formación de trombos, mientas que la arginina es un vasodilatador más potente pero no evita la coagulación. En todo caso, nunca recomendamos la automedicación y la mejor alternativa es siempre preguntar a un médico.