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¿Cuánto influye el estrés en la aparición de las canas?

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Marta Chavarrías

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Negro, marrón claro, castaño, rubio, castaño oscuro… el cabello puede tener muchos colores distintos. Pero al final, casi siempre termina en cabello gris o blanco. La pigmentación del cabello es una de las particularidades más singulares de las personas. El color del cabello se debe al pigmento melanina producido por los melanocitos.

Los folículos pilosos contienen dos tipos de melanina: eumelanina y feomelanina. Y la diversidad en el color del pelo depende de la cantidad de eumelamina (negro-marrón) y feomelanina (marrón-rojiza). Desde que nacemos, distintas células están trabajando en el cabello. Cada pelo brota de un folículo, una especie de pequeña fábrica de pelos que hay debajo de la piel. Unas células lo “crean” y otras (melanocitos) lo colorean.

Y es que el color de nuestro cabello está determinado sobre todo por la forma de pigmento que tenemos. El cabello blanco o gris es el resultado de la pérdida progresiva de melanocitos, las células que dan color a nuestra piel y cabello. Los melanocitos son células en el bulbo del folículo piloso que producen melanina.

A medida que envejecemos, los melanocitos de los folículos capilares mueren de forma gradual, lo que implica que haya menos melanina y que el mechón de cabello de ese folículo también aparezca cada vez más transparente, es decir, más gris o blanco. Pero, ¿cuál es el patrón de proporción de canas a medida que envejecemos?

Antes se hablaba de la regla del 50-50-50, según la cual el 50% de la población tiene alrededor del 50% de canas a los 50 años, aunque algunos estudios han demostrado que esta frecuencia está sobreestimada ya que, a pesar de que a partir de los 45 años la mitad de las personas pueden tener canas, estas no suponen más del 15% de todo el cabello.

Factores que favorecen las canas

El envejecimiento es la causa principal de las canas ya que, al igual que la piel, el cabello también cambia de textura con la edad. Pero hay otros factores:

1. Genéticos

Si los padres tuvieron canas de forma temprana, es más probable que a los hijos les suceda lo mismo. Según un estudio publicado en Nature, hay un gen que sería el responsable de las canas, el IRF4, asociado con el cabello gris y blanco. Para los expertos, a medida que el pelo se vuelve gris, este gen produce niveles aún más bajos de melanina. Se calcula que en las personas con canas antes de los 30 años generalmente la causa es familiar. Por tanto, el ADN y la genética influyen y no hay una edad universal en la que nos volvamos “grises”.

2. Estrés

Aunque el papel del estrés en la aparición de las canas es controvertido, sí se sabe que este crea daño oxidativo en el cuerpo, relacionado con muchos síndromes de envejecimiento prematuro. Por tanto, según una investigación de la Universidad de Harvard en Massachusetts, el estrés puede causar daño a los melanocitos porque se produce un daño permanente en las células regeneradoras de pigmento en los folículos capilares.

La citada investigación ha observado con detenimiento el cortisol, la hormona del estrés que aparece cuando alguien experimenta una respuesta de lucha o huida. Aunque esta hormona tiene una función corporal importante, el culpable ha terminado siendo el sistema nervioso simpático, unos nervios presentes en todo el cuerpo, incluidos los folículos pilosos.

Cuando se liberan los productos químicos como respuesta a una situación de estrés (la noradrenalina), las células madres productoras de pigmento se activan de forma prematura, agotando las “reservas” de color en el cabello. Una vez que se han perdido, ya no se pueden volver a recuperar y el daño es permanente.

3. Fumar

Algunos estudios sugieren incluso que los fumadores tienen más probabilidad de desarrollar canas de forma prematura, en concreto, dos veces y media más de probabilidad. En concreto, admiten que existe una relación significativa entre la aparición de canas antes de los 30 años y fumar.

Algunos mitos sobre las canas

Alrededor de las canas se han ido generalizando una serie de ideas y creencias. Algunas de ellas son:

Arrancar un cabello blanco no hará que te salgan dos más. Hay quien trata de esconder las primeras canas blancas arrancándolas. Y hay quien piensa que hacerlo hará salir el doble de canas. Pero esto no es así. Arrancar un pelo blanco lo que hace es “traumatizar” el folículo piloso, causar infección y aumentar las posibilidades de producir un pequeño claro en esa zona. El cabello que se arranca desaparece de forma definitiva. Pero no salen más canas por arrancar las que ya han salido.

El cabello gris es diferente. Algo de cierto puede haber en esta idea. El cabello gris puede parecer que tiene una textura más gruesa, pero en realidad puede ser más fino que el normal. Cada vez que crece un cabello nuevo, no se “mezcla” con el resto del cabello, lo que provoca la sensación de que es más resistente. Además, el pelo gris tiende a ser más seco y produce menos aceite.

El sol provoca canas. La exposición al sol puede causar envejecimiento de la piel y arrugas, pero no cambia el color del pelo. Sí es cierto, en cambio, que el cabello gris es propenso al daño solar, ya que tiene menos melanina.

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