Miel de manuka: ¿es más sana que las otras mieles?

Captura: Amazon

Jordi Sabaté

Juan, lector y socio de eldiario.es, nos hace la siguiente petición en el cuerpo de un correo electrónico: “El viernes pasado vi un documental en La 2 donde se trataba entre otros temas de la miel de manuka, que al parecer está muy de moda en el Reino Unido y en el programa la vendían como la panacea: antibiótico natural, perfecta para tratar heridas abiertas, infecciones de la piel, quemaduras, etc. De hecho, se vende indicando el porcentaje de principios activos. Al ver el programa me acordé de vuestro artículo, en el que veníais a decir que las ventajas nutritivas de la miel eran tan reducidas que prácticamente no había diferencias entre tomar miel y azúcar. ¿Me podríais decir si sabéis algo de la miel de manuka? ¿Puede ser útil consumirla en invierno cuando nos sentimos débiles para evitar resfriados, como hago con el propóleo? ¿Es otro falso producto estrella, pero en este caso publicitado en la televisión pública? Me interesan especialmente sus posibles beneficios ingiriéndola, ya que no pretendo untarme con ella cuando tenga una herida...”.

¿Qué es la miel de manuka?

Las miel de manuka es la que fabrican las abejas australianas y neozelandesas a base de recolectar el néctar de un árbol o matorral autóctono de la región sur del archipiélago oceánico, que comúnmente se llama manuka, también árbol del té, y cuyo nombre científico es Leptospermum scopariumLeptospermum scoparium. Se trata una especie oportunista y resistente que coloniza los terrenos calcinados o clareados de los bosques de Oceanía, en el clima mediterráneo árido, y posee unas flores blancas o rojas abundantes en néctar. Así, podría ser un equivalente al brezo o el romero en nuestras latitudes.

La miel de manuka, por tanto, es una miel como cualquier otra en esencia, si bien posee algunas cualidades particulares que seguidamente detallaremos. Por un lado su composición básica consiste en un 82% de azúcares libres, agua, vitaminas y diversos compuestos, polifenólicos o resultado de la oxidación de los azúcares, que son minoritarios pero muy importantes. Precisamente destaca por cantidad uno de ellos, el metilglioxal, producto de la rotura de las moléculas de glucosa (glucólisis), al que se le atribuyen importantes propiedades bactericidas.

¿Cuál es la importancia del metilglioxal?

En este aspecto, la miel de manuka parece distinguirse del resto de mieles, ya que el metilglioxal potencia los efectos antibacterianos que tiene la miel de por sí y que vienen dados por su alta concentración en azúcares, su pH ácido, la presencia de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y la abundancia de polifenoles con efecto biocida, tal como explicamos en ¿Es cierto que la miel no tiene fecha de caducidad?. Este compuesto, que también se puede generar en nuestro cuerpo y a grandes dosis tiene efectos tóxicos; pero por el contrario, en cantidades medidas es capaz de actuar contra bacterias muy resistentes como los stafilococos y los streptococos.

Se han realizado estudios sobre los efectos terapéuticos del metilglioxal y se ha comprobado que incluso es capaz de acabar con cepas de estafilococo áureo resistente a la meticilina (MRSA), sin duda el patógeno que causa más muertes en todo el mundo [más información en MRSA o por qué España tiene un problema grave con los antibióticos], especialmente en hospitales, casas de salud, etc. Por tanto, se estudian los potenciales usos de la miel de manuka en casos de infecciones por superbacterias y también en aplicaciones sobre heridas en la piel, ya que la miel tiene efectos cicatrizantes.

Tampoco son aspectos nuevos, pues las mieles han sido tradicional y ampliamente usadas con valores medicinales y desinfectantes de heridas en el pasado; su empleo en este campo decayó con la llegada de los antibióticos, pero todavía queda la costumbre de tomar miel con agua tibia cuando tenemos gripe o un catarro, vestigios que indican su poder antimicrobiano.

¿Es por tanto más sana la miel de manuka?

Tal como explicamos en su día en ¿Es la miel una alternativa más saludable que el azúcar blanquilla?, el artículo al que Juan se refiere en su petición, decir “miel sana” es un oxímoron desde el punto de vista dietético. La razón es obvia: su elevada proporción de azúcares, que disparan el nivel de glucosa en sangre y fuerzan al páncreas a fabricar insulina. Es decir, que si tomamos mucha miel, o miel cada día con cada café o té, estamos forzando al páncreas y podemos caer en la diabetes de tipo 2. Hay muchos más productos que comportan ese riesgo, y algunos, como los refrescos azucarados, mucho peores que la miel. Pero ello no hace a la miel más recomendable como producto de consumo diario [leer ¿Es realmente malo endulzar el café de la mañana con azúcar, miel, panela o sirope de agave?].

En este sentido, la miel de manuka es igual de poco sana y recomendable. Más si se tiene en cuenta que su precio es elevadísimo (un pote de medio kilo puede costar 80 euros). No obstante, si nos centramos en sus cualidades antibacterianas, puede ser un interesante producto en esta época del año para aplicarse en caso de catarros de origen bacteriano o para heridas de cierta consideración. Pero tal como destaca esta extensa revisión de 2016, a pesar de los buenos indicios, se precisan más estudios para consolidar las evidencias sobre las cualidades de este producto. Mientras, todo entrará en el terreno de la especulación.

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