¿Es una broma?

Tóquense las narices a dos manos. Estrenamos oficina de recogida de firmas para desterrar a los 'moros' ladrones y resulta que el portavoz de la bravuconada dirigida por nuestro excelentísimo alcalde tenía sus secretillos, el hombre. Vamos, que intentó hacer un apaño hace unos años o, lo que es lo mismo, su nombre apareció en reiteradas ocasiones en el Boletín Oficial, donde se le apercibía por el “cobro indebido” de la “prestación o subsidio de desempleo” así como por impagos a la Seguridad Social.

Les aseguro que cada vez que intento abordar otros temas en esta columna pasa algo que me lleva de nuevo a la hilarante a la par que repugnante campaña contra el supuesto fraude a la RGI por parte de los inmigrantes. Porque esta última anecdotilla convierte a toda esta historia en el argumento de una peli digna de los Hermanos Marx, grandes conocedores del género humano y sus entresijos.

El portavoz de esta plataforma ha dimitido en un comunicado, lo cual, por verle algo positivo a este asunto paradójico y vergonzante, le honra en un país donde hay alcaldes en la cárcel por corrupción que todavía siguen en el cargo. También puede ser que este hombre se haya parado a pensar un poco en que Vitoria no es tan grande, que para estas alturas su foto ha salido ya en varios medios de comunicación impresos, y que esta última parte de su currículo picarón para con el Inem y la Seguridad Social puede traerle problemas cuando pasee por la calle. Porque igual el hecho de que él fuera un defraudador puede que siente un poco mal tanto a sus acólitos como a quienes pensamos que esta plataforma está envenenada. Curiosamente, lo estaba desde su propio portavoz.

Me pregunto cómo a Javier Maroto, excelente estratega, no se le ocurrió investigar un poco en la vida de quien iba a representar su cruzada 'anti moro'. Cabe la posibilidad de que uno a veces meta la pata por desconocimiento y un día Hacienda llame a su puerta con un multón que le previene para no volver a despistarse. Pero otra cosa es que un señor empresario, entiendo que perfecto conocedor de la idiosincrasia del sistema siendo su fiel defensor, desconozca sin embargo cuándo uno debe darse de alta en autónomos y que, desde ese momento, se corta el grifo de las ayudas, por emplear una expresión próxima a las que suelen usar él y sus compañeros de plataforma cuando se refieren a personas que están cobrando subsidios con pleno derecho.

También dice este señor en su comunicado molón que “somos una plataforma ciudadana con gente de todo tipo, todos con un pasado y todos con un presente. No somos políticos, ni funcionarios. Debe respetarse nuestra vida y nuestra historia, como yo he respetado la vuestra”. Y entonces a mi me entra la risa total. Porque si algo subyace en esta extraña y peligrosa movida xenófoba es la falta de respeto al otro. Al que vive con una mano delante y otra detrás. Al que levantó nuestras viviendas de protección oficial, a veces sin contrato y sin asegurar. Al que cuidó del abuelo porque nadie quería y todos estaban muy ocupados. Al que vino aquí porque teóricamente necesitábamos tanta mano de obra y ahora busca y rebusca cómo ganarse la vida. Y ¿saben cuál es el verdadero problema? Que ni aún sabiendo que el portavoz de Aydas + Justas también fue un defraudador esta plataforma perderá comba. Vamos, que seguirá recogiendo firmas contra el fraude imaginario tan ricamente.

Mi querido Rey Baltasar, creo que este año no te voy a pedir nada. Simplemente voy a prevenirte cuando vengas a Vitoria que lo mismo te suben de vuelta al tren en el que llegas, al grito de 'moro' ladrón. La verdad es que no sé de qué parte de África provienes y nunca me ha importado pero últimamente las cosas andan un poco revueltas por aquí con la gente que tiene otro tono de piel. Aunque puede que con tus joyas, tu corona y tu capa reluciente les deslumbres y te dejen pasar… Estaré ahí para defenderte.