La eterna discusión sobre si el Metal goza o no de buena salud no va a tener demasiado recorrido durante los próximos meses. El tiempo que dedicamos entre cerveza y cerveza a tan peregrino tema va a quedar ocupado por la avalancha de nuevos discos que han salido o están a punto de hacerlo. Realmente, no tengo horas suficientes en el día para alcanzar a todo lo que me gustaría, así que haré un comentario fugaz sobre cada uno de ellos.
Sin duda, la principal referencia de este otoño es el nuevo disco de Metallica. En alguna ocasión he escrito que no creía que lo nuevo que han compuesto vaya a suponer un repunte en su creatividad, pero ya tenemos dos canciones de adelanto y, como mínimo, hay que mirar Hardwired… To self-destruct con respeto. Tanto Hardwired como Moth into flame contienen la furia suficiente como para que pensemos que Metallica aún tienen cosas que decirnos. Serán ochenta minutos de disco y veremos cuál es la regularidad que sostiene un trabajo tan extenso. El resto de prejuicios los reservo para oráculos y haters varios.
En una línea de puro Thrash, y en medio del revival que vive este género, habría que destacar el buen estado de forma de los clásicos alemanes. Sodom y Destruction siempre han sido considerados los hermanos tontos del Thrash, pero los primeros acaban de golpear con un sensacional Decision day, al que cualquier seguidor del Heavy Metal en general le encontrará el gusto, y los segundos han dado una verdadera lección de profesionalidad con su reciente gira. La historia tampoco ha sido justa con Death angel, banda californiana a la que nunca se le permitió subir a la división de honor del Thrash, pero su reciente The evil divide es una conjunción de calidad muy a tener en cuenta. Y por supuesto los maestros Testament, con su nuevo Brotherhood of the snake e inminente gira que pasará por aquí.
En cuanto a bandas que exploran caminos más novedosos, hay que escuchar con atención a Meshuggah, un grupo de riffs imposibles que combinan una agresividad extrema con una técnica impecable. Atacan con The violent sleep of reason y seguramente pugnarán por ser la referencia del año junto con el último de Gojira. Estoy convencido de que los alemanes Heaven shall burn alcanzarán la cima con el nuevo disco, Wanderer, que he de confesar que me tiene atrapado aunque hasta ahora no había sido devoto de su oferta. A sus directos salvajes se unen ahora canciones muy interesantes. Los ya veteranos Korn parecen vivir una segunda juventud y ofrecen The serenity of suffering para actualizar un sonido que contribuyó a introducir savia nueva en los noventa. Y en cuanto a los emergentes, atención a los ucranianos Jinjer, con una poderosa Tatiana Shmailyuk, de los que oiremos hablar mucho a partir de ahora.
Los amantes del Heavy clásico también tienen motivos para gastar energías discutiendo. Por qué no hablar de Sabaton y su reciente The last stand. En mi opinión, es una muestra de que el grupo sigue manteniendo una gran regularidad. Posiblemente no sea su trabajo más brillante hasta la fecha, pero Sabaton no flaquean nunca, y ya se han ganado su sitio en el Olimpo. Otro caso comentable es el de Running wild. Todos dimos por perdido a Kasparek hace tiempo, pero hete aquí que con Rapid Foray, sin hacer ninguna obra maestra, todavía consiguen emocionarnos con algunos destellos concretos. Le he dado varias escuchas y estoy dispuesto a darles una segunda oportunidad a pesar de los errores del pasado.
¿Algo más? Sí, hay un puñado de grupos con enorme talento que deberían obtener el favor de la gente ya mismo: Alterbridge, con el cantante más interesante del Hard Rock actual, Myles Kennedy: The last hero debe demostrar que son un grupo de gran nivel. Los extremos de Boston Revocation, con un cuarto mordisco Great is our sin. Y, por supuesto, los suecos que más veces han sido dados por muertos, In flames, con un prometedor Battles que espero que vuelva a cerrar algunas bocas.
Y qué decir de la cosecha propia. No cabe duda de que Su ta gar marcarán el paso con un trabajo que se anuncia como el más diferente de los que han hecho. Y toda una nueva generación de grupos que deberían defender con hechos lo que algunos hacen de momento sólo con palabras: que hay posibilidades de construir un panorama vasco que regenere el sonido, las ideas y la actitud. Que falta nos hace. ¿De verdad alguien cree que esto está muerto?
Sobre este blog
Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
