Cuatro fallecidos más elevan a 1.034 los muertos totales con COVID-19 en las residencias vascas
Las residencias vascas han registrado cuatro fallecidos motivados por la COVID-19 entre el viernes y el lunes, todos ellos en centros de Bizkaia. La Diputación vizcaína no desglosa el lugar de origen de los muertos, a diferencia de lo que ocurre en Álava y en Gipuzkoa. A lo largo de la pandemia, de la que está a punto de cumplirse un año, han muerto 1.034 personas en residencias, 624 en la primera ola y 410 en la segunda fase iniciada en agosto y que ha tenido tres picos, el último después de Navidad solapado con la llegada de las primeras vacunas. Por territorios, son 505 vizcaínos, 322 guipuzcoanos y 207 alaveses.
En esta pandemia, las residencias han representado alrededor del 30% de las defunciones totales. Un informe del Departamento de Salud, referido a la primera ola, eleva incluso ese porcentaje porque un 30,6% de los muertos totales se registraron en centros residenciales y “debe tenerse en cuenta” que parte del 62,3 de los decesos en los hospitales son también de mayores derivados allí desde sus centros.
Son 23 los brotes activos que quedan en las residencias. En las últimas jornadas han aparecido casos nuevamente en dos de ellas, en Begoñako Ama de Bilbao y en San Juan de Dios de Arrasate-Mondragón a pesar de lo avanzado de la vacunación -se estima que esta misma semana se completen las dos vueltas de Pfizer en toda la red-. En ambos complejos solamente hay un positivo. Por territorios, hay ocho focos en Álava, incluida la residencia de San Prudencio, que no sale en la estadística foral al ser un centro gestionado por el Ayuntamiento de Vitoria (aquí hay tres casos activos y dos recuperados). Son otros tantos en Bizkaia, por lo que ya no se notifican casos en residencias como Truiondo de Zamudio o Santamariñe de Urduliz. En el caso de Gipuzkoa, donde son varios los días sin fallecidos, los pocos casos activos se reparten en cinco residencias. Por otro lado, Álava ha informado de que el centro de día Etxebidea, destinado a personas con discapacidad intelectual, ha cerrado de forma “temporal” a la luz de un cribado con tres casos de coronavirus. Se estima que la reapertura se produzca el 1 de marzo.
Desde el inicio de la pandemia se han registrado una estimación de 7.701 contagios, incluidos mayores y gerocultores. De ellos, hay 131 residentes con COVID-19 en la actualidad (incluidos los focos en centros de discapacitados). Son menos de la mitad de los positivos activos a principios de febrero y quedan muy lejos de los 450 del 1 de enero.
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