Lezama Demoliciones, empresa referente en España: “Aunque demoler se relacione con destruir, se acerca más a un arte”

A ojos de alguien ajeno al trabajo de Lezama Demoliciones, podría parecer que el trabajo de derruir es caótico y desordenado, origen de una gran cantidad de residuos en su gran mayoría difíciles de manejar. Esta empresa, radicada en Bizkaia, viene a desmentir esa percepción. “Se acerca más a un arte”, explican sobre un trabajo que vienen desarrollando —y optimizando— durante décadas. “Actualmente somos la empresa nacional que más MW de potencia térmica ha desmantelado, dando un salto cualitativo a la compañía y aportando ese servicio necesario para la transición ecológica que tanto demanda la sociedad”, abundan.

El trabajo va mucho más allá de la demolición. “Nuestro personal es un grupo de personas muy virtuosas en sus actividades, capaces de mover grandes cantidades de material mediante medios mecánicos sin ni siquiera acercarse a un incidente. Se trata de desmontar de manera selectiva todos los materiales que se encuentran en una edificación, no de destruir conjuntamente”, subrayan. Y se fijan un objetivo claro: brindarle al cliente la tranquilidad de que, siempre con procedimientos rodeados de alta seguridad y comprometidos con la economía circular, van a dejarle en sus manos un solar en el que pueda ejecutar nuevos proyectos.

Lezama Demoliciones ha crecido al calor de la reconversión industrial que ha vivido Euskadi y ha llegado a facturar 38 millones de euros en el último ejercicio, a lo largo del que estuvieron trabajando de manera simultánea de hasta cuatro centrales térmicas. “Nuestra fuerza de trabajo se desarrolla mediante la cooperación de todas las personas que la conforman, desde nuestros maquinistas, pasando por los oficiales y trabajadores de campo hasta el personal técnico”, se congratulan. Tras seis centrales eléctricas de carbón, ahora Lezama Demoliciones trabajará con la de As Pontes de García Rodríguez, en Galicia, la central termoeléctrica más grande de toda España. “Otro reto más para la empresa”, se felicitan. Y ¿de cara al futuro? ¿Qué retos seguirán? Aspira a internacionalizar y abarcar nuevos mercados para seguir creciendo, al mismo tiempo que seguirá persiguiendo el “ansiado” objetivo del 95% en la valorización de los residuos RCD producidos. A esta y otras cuestiones, responde Erik Sandonis, responsable de la oficina técnica y de I+D+i.

Dedicada la empresa al desmantelamiento y a la demolición, resulta obvio que van a surgir muchos residuos. Dicen que la sostenibilidad no es solo una opción, sino una responsabilidad. Menos emisiones de polvo, mejor gestión de los residuos… ¿En qué centran los esfuerzos en cuanto a sostenibilidad?

Nuestro objetivo principal reside en lograr una gestión integral de todas nuestras obras, teniendo la sostenibilidad como eje transversal a todos los procesos de la compañía. De esta manera, la gestión de residuos es una fase muy importante en todo el proceso, y queremos lograr una valorización de al menos el 95% de estos residuos gestionados en obra durante todos los años venideros.

Y consiguen reciclar más del 95% de los residuos. ¿Qué salidas de segunda mano se les pueden buscar a los materiales?

Por un lado, tenemos los materiales de construcción y demolición que se valorizan mediante procesos de reciclado. Con este proceso, conseguimos entregar a gestores finales los materiales que, tras un proceso productivo, vuelven al mercado como nuevos materiales. Por otro lado, se encuentran materiales, equipos o estructuras que están en un estado óptimo para ser reutilizados nuevamente, es decir, no necesitan ninguna transformación para que disfruten de una nueva vida. Este es el caso de los compresores, los motores eléctricos, generadores y demás equipos, muy comunes en instalaciones industriales, que en Lezama priorizamos para que sean reutilizados por terceros. Se trata de impactar de la menor manera posible al entorno con nuestra actividad principal, el desmantelamiento industrial.

¿Qué certificaciones avalan su trabajo?

Aparte de las tres certificaciones ISO 9001, 14001 y 45001 relativas al manual de calidad que Lezama lleva décadas trabajando, en 2022 obtuvimos la certificación Residuo Cero, una certificación proporcionada por AENOR que determina la capacidad de una empresa de valorizar al menos el 90% de los materiales que esta produce. Para nosotros es un logro inmenso, pues fuimos la primera compañía del sector en obtenerlo, y actualmente nos encontramos en ese proceso de mejora continua que hace que seamos la empresa de demolición con mejores porcentajes de valorización del mercado.

Participan en varios proyectos de I+D+i para buscar técnicas capaces de reciclar más. ¿Qué resultados se van obteniendo de estas sinergias con otros organismos públicos y empresas?

Los resultados son notables, no cabe duda. Actualmente nos encontramos envueltos en dos proyectos europeos y cuatro proyectos financiados por SPRI (Gobierno vasco) y los resultados que obtenemos van encaminados a nuestro progreso en el propio servicio. Por un lado, comenzamos a ser capaces de elaborar auditorías pre-demolición mediante softwares de planificación 4D, llevando a cabo una predicción exacta de los materiales a demoler. Por otro lado, nos encontramos envueltos en proyectos de innovación que desarrollan nuevos materiales a través de residuos de construcción y demolición. Por ejemplo, la lana de roca, material aislante, actualmente posee pocas vías de reciclado. Sin embargo, estamos logrando incluirlo en nuevas formulaciones de hormigones para otorgarle propiedades mejoradas a las que ya existen. 

La empresa nace en 1995. ¿Cómo ha cambiado el sector en casi treinta años? ¿Cómo ha habido que acomodarse a los nuevos tiempos? ¿Cuánto ha crecido la empresa?

Lezama ha vivido siempre un crecimiento constante desde que nació. La reconversión industrial en Euskadi se ha ido dando de tal manera que ha permitido a nuestra empresa hacerse más y más grande. Asimismo, tras los procesos de descarbonización que se están dando en toda Europa, hemos dado un salto enorme de la mano del sector energético. Actualmente somos la empresa nacional que más MW de potencia térmica ha desmantelado, dando un salto cualitativo a la compañía y aportando ese servicio necesario para la transición ecológica que tanto demanda la sociedad.

Es posible que, al hablar de demoliciones, a un lector le venga a la mente cierta preocupación por la seguridad. ¿Cómo se garantiza? ¿Cómo se cerciora la empresa de que no hay peligro ni para los trabajadores ni para los habitantes de localidades cercanas?

Aunque demoler se relacione con destruir, no existe una conexión tan directa como la gente puede pensar. Para mí se acerca más a un arte. Nuestro personal es un grupo de personas muy virtuosas en sus actividades, capaces de mover grandes cantidades de material mediante medios mecánicos sin ni siquiera acercarse a un incidente. Se trata de desmontar de manera selectiva todos los materiales que se encuentran en una edificación, no de destruir conjuntamente.

La empresa va a encargarse de la desmantelación de la central termoeléctrica de As Pontes de García Rodríguez, en Galicia, la más grande de toda España. ¿Cómo se afronta un trabajo de estas características?

Otro reto más para la empresa. Creo que después de tantos retos, afrontar uno nuevo desde la experiencia nos insufla una confianza enorme. Después de seis centrales eléctricas de carbón, tener el honor de demoler la más grande de España es poner el broche a una carrera muy satisfactoria para Lezama. Serán cuatro años de duro trabajo, donde tanto nuestro equipo técnico in situ como el soporte que se ofrece desde las oficinas centrales y el departamento de innovación van a afrontar este reto con mucha ilusión. Realmente es la guinda del pastel para todo el equipo de técnicos de la empresa, y ese ambiente de crecer y lograr objetivos ambiciosos se contagia.

El pasado año, estaban trabajando en la demolición simultánea de cuatro centrales térmicas. Esto los convierte en una empresa única en Europa. ¿Cómo se llega hasta ese punto? ¿Cómo se logra esa confianza? ¿Qué les hace destacar por encima de la competencia?

Se logra a través del trabajo continuado durante los años, ofreciendo siempre soluciones integrales a nuestros clientes que abarquen desde la realización del proyecto y la obtención de toda la documentación administrativa, pasando por una buena demolición selectiva y finalizando con una gestión de residuos absoluta. En Lezama siempre hemos considerado que debemos aportar al cliente la tranquilidad de dejar una planta en nuestras manos y que, tras un periodo, se convierta en un solar donde poder ejecutar nuevos proyectos. Nuestro valor añadido, entonces, reside en ejecutar procedimientos bajo estándares de alta seguridad a través de un fuerte sentido del compromiso con la economía circular.

Más allá del desmantelamiento y de la demolición, también innovan. ¿En qué se centran los esfuerzos innovadores?

Tenemos dos líneas claramente diferenciadas. Por una parte, tenemos la sección dedicada a la investigación y desarrollo de software, en colaboración con Tecnalia Research & Innovation, que nos permite calcular de manera preceptiva el volumen de cada corriente de materiales que va a surgir tras la demolición. Se trata de un trabajo de ingeniería inversa complejo, pues actualmente es difícil conocer la cantidad de cada material que se encuentra tanto en edificios como en instalaciones industriales. Por otra parte, nos encontramos en otra área más orientada a la búsqueda de soluciones de valorización para materiales cuyo proceso o bien no existe o bien no es viable en la actualidad. Materiales como las fibras minerales y artificiales empleadas para aislamiento térmico, los materiales refractarios de baja concentración en componentes con alto valor añadido o las fibras compuestas de las palas de los aerogeneradores son nuestros mayores retos en este momento.

Aseguran que están comprometidos con un “buen gobierno corporativo” y han desarrollado políticas contra la corrupción, a favor del medioambiente, de conciliación laboral y familiar y de igualdad.

Sin duda. Es parte de nuestro compromiso como empresa de servicios. Disponemos de medidas internas que permiten la flexibilidad laboral en caso de necesidades personales, apoyamos la igualdad de oportunidades en los puestos de trabajo y fomentamos un clima laboral saludable y justo. Adicionalmente, tenemos un compromiso grande con las comarcas con las que trabajamos. Buscamos proveedores locales, contratamos personal de los municipios cercanos y utilizamos gestores de residuos de proximidad.

Y Lezama forma parte de una comunidad, se integra. Patrocinan equipos deportivos, colaboran en campañas de vacunación infantil, hacen donaciones que sirven para ayudar a la inclusión laboral… ¿Qué importancia le dan a ser una empresa de corte social?

Lezama es una empresa con un gran equipo humano. Nuestra fuerza de trabajo se desarrolla mediante la cooperación de todas las personas que la conforman, desde nuestros maquinistas, pasando por los oficiales y trabajadores de campo hasta el personal técnico. Además de este trabajo interno, desde hace muchos colaboramos externamente con las personas de nuestro entorno, patrocinando equipos de balonmano, de fútbol y tenis de mesa y donamos el material que encontramos en las instalaciones que puedan ser de interés en instituciones formativas, entre otras acciones. Incluso financiamos I+D de manera externa a compañías con menor capacidad y en vías de desarrollar productos de innovación alineados con la visión de Lezama.

En el último año, con un equipo que ascendía a 158 personas, facturaron 38 millones de euros y llevaron a cabo diez obras. ¿Qué retos y objetivos se fija la empresa para el futuro más cercano? ¿Hay nuevos mercados a los que quiera acceder?

Respecto al departamento de producción, nuestro objetivo principal para los próximos años consiste en internacionalizar la empresa. En un negocio con un volumen de mercado finito, poder acceder a nuevos países resulta una oportunidad que no se puede dejar marchar. En lo relacionado con nuestra área de sostenibilidad, perseguimos ese ansiado 95% en la valorización de los RCD producidos en toda la compañía. Son retos ambiciosos que afrontamos con mucho esfuerzo y con gran esperanza de alcanzarlos.

¿Qué papel tienen entidades financieras como BBVA para Lezama Demoliciones?

BBVA ha sido unos de los principales socios estratégicos para el crecimiento de Lezama Demoliciones. Es un aliado fundamental gracias a su amplia gama de servicios y la dedicación de su equipo de gestores. Gracias ellos hemos podido optimizar nuestras operaciones y alcanzar nuestros objetivos. Desde el inicio de nuestra relación, BBVA nos ha brindado un apoyo integral que abarca desde la gestión de nuestra tesorería hasta la financiación de nuestros proyectos. Su equipo de gestores, altamente cualificados y conocedores de nuestro sector, nos ha asesorado de forma personalizada, diseñando soluciones financieras a medida de nuestras necesidades.

Hay que hacer especial mención y reconocimiento a la profesionalidad y cercanía de nuestros gestores de BBVA que son aspectos que valoramos especialmente. Su capacidad para comprender nuestro negocio y anticiparse a nuestras necesidades nos ha permitido tomar decisiones estratégicas con mayor confianza. Además, la rapidez y eficiencia con la que resuelven nuestras consultas nos ha facilitado la gestión del día a día de nuestra empresa. En nuestra opinión BBVA está a la vanguardia de la innovación tecnológica, lo que nos permite acceder a herramientas y plataformas digitales que agilizan nuestros procesos y optimizan nuestros recursos.