Euskadi vuelve a rozar el millar de casos diarios de COVID-19 pero da por cerrada la alerta por la viruela del mono
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha apelado este miércoles en Euskadi Irratia nuevamente a la “prudencia” con la COVID-19 mientras ha dado por “cortada” la cadena de transmisión de la viruela del mono. Sobre el coronavirus, ha apuntado que los casos diarios detectados se vuelven a aproximar al millar, y eso que ahora no se mide con precisión la incidencia. Sobre la segunda patología, ha explicado que no se han confirmado más casos tras los nueve notificados en la última actualización, del 10 de junio.
Preguntada por la evolución de la COVID-19, ha asegurado que la transmisión está siendo “alta” y que la variante ómicron del Sars-Cov-2, que sigue copando los casos, es “efectiva” a la hora de propagarse de manera masiva. Ha aportado el dato de 920 casos nuevos en 24 horas, un nivel que ya se superó hace aproximadamente un mes. Ello tiene reflejo hospitalario, ha recalcado, aunque no ha mencionado que ahora mismo la ocupación es más alta que el pasado verano, cuando no se celebraban fiestas populares y había numerosas restricciones en vigor. En todo caso, la titular de Salud ha considerado el escenario de “estabilidad” y de “convivencia con el virus”, aunque ha recordado a la población que impera la “prudencia” y que es recomendable seguir las medidas de prevención ante las “aglomeraciones” de esta época estival. En cuanto a la posible cuarta dosis generalizada, se ha limitado a apuntar que “Osakidetza está lista” para cuando se autorice, ya que no hay una decisión firme a pesar de la confusión generada la pasada semana por la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
En la misma entrevista, Sagardui se ha referido igualmente al primer aniversario de la aplicación de la ley de la eutanasia. Según los datos del Gobierno vasco, “Euskadi ha recibido un total de 71 solicitudes y ha realizado 25 procedimientos de eutanasia” y, “por otro lado, 22 personas han fallecido antes de poder realizar la eutanasia y seis peticiones han sido rechazadas”. Los casos son de personas de entre 37 y 89 años aunque la edad media se sitúa en 64. Hay más datos: “Un 69% de las solicitudes se han realizado desde el domicilio, un 26% desde el hospital y un 5% desde una residencia”. Salud explica que “el tiempo medio en Euskadi del procedimiento desde la primera solicitud hasta la eutanasia se sitúa en 45 días” y añade que cuatro de los solicitantes han sido donantes de órganos.
“En relación a la objeción de conciencia a la hora de garantizar esta prestación, la cifra de objetores registrados en el registro oficial en Euskadi supone escasamente un 2,5% del personal facultativo de Osakidetza. El impacto de la objeción de conciencia en la tramitación de las solicitudes de eutanasia ha sido mínimo. En Euskadi la objeción de conciencia no es un problema a la hora de implantar la ley de eutanasia”, incide el equipo de Sagardui, que ha asegurado en la entrevista que se trata de un “derecho” para los enfermos terminales y no de una “obligación”.
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