El sector del cerdo ibérico apunta a una buena montanera para esta campaña 2019/20, que ha comenzado a finales del mes de octubre, cuando los primeros cerdos salgan a la dehesa. Las previsiones pueden mejorar si llueve más, de modo que los criadores están pendientes del cielo.
Si se cumplen esos pronósticos -y las precipitaciones que han caído se repiten-, los cerdos que entren en la montantera superarán a los de la anterior, según explica el presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici), Antonio Prieto.
A nivel general la temporada pasada finalizó con el sacrificio de 653.700 cerdos con categoría de bellota: eso supuso un descenso del 9,15 % respecto al año previo, debido a las adversidades climáticas y a las mermas registradas en la calidad y cantidad de bellotas.
En esta campaña las encinas tienen un buen volumen de bellotas y en los alcornoques es algo inferior, según Prieto, quien pone el foco en la necesidad de que crezca la hierba.
Desde la Denominación de Origen “Dehesa de Extremadura”, su director técnico, Álvaro Rivas, confirma que en la zona que cubre este marco de calidad la montanera viene bastante bien, con encinas “bastante cargadas” de bellotas.
La campaña en esta DO puede ser muy buena y acabar con certificaciones por encima de los 17.000 cerdos (100 % y 75 % ibérico) de la campaña pasada, según indica.
Los primeros animales para “Dehesa de Extremadura” se prevé que entren durante la primera semana de noviembre; es decir, con un poco de retraso respecto a una temporada media.
En las dehesas de la Denominación de Origen “Los Pedroches”, la carga de bellota también es “muy buena” y las perspectivas son halagüeñas, a la espera de que caiga más lluvia en los campos de la zona norte de Córdoba, según señala su secretario general, Juan Luis Ortiz.
Las estimaciones que manejan es introducir unos 20.000 cerdos de bellota 100 % ibéricos, lo que supone unos volúmenes similares a la campaña anterior.
El volumen de sacrificios por esas buenas previsiones puede ser tan intenso en semanas clave en esta zona que se pueden generar cuellos de botella por la falta de infraestructuras para el sacrificio: unas carencias que esperan solventarlas, señala.
Fuentes de la DO “Guijuelo” también hacen una estimación inicial de una buena, campaña pero con “mucha precaución” a falta de más lluvias y de las temperaturas idóneas.
Esos requisitos son fundamentales para que la bellota madure, esté sana y tenga la materia grasa ideal para el engorde apropiado del cerdo, recuerdan desde la DO.
En su caso, calculan que los animales salgan al campo a mediados de noviembre, aunque de momento no hacen previsiones de cuantos podrían entrar en montanera; el año pasado fueron amparados con la vitola de esta DO cerca de 50.000 animales.
Por su parte, la Denominación de Origen “Jabugo” (Huelva) no ha avanzado previsiones para esta campaña en su zona de influencia.
Los sacrificios de cerdo engordados en montanera suelen concentrarse entre la segunda quincena de diciembre y el mes de marzo, con picos de actividad a finales de enero y primeros de febrero.
El año pasado los sacrificios se realizaron entre finales de diciembre y finales de marzo, alcanzando el mayor ritmo en la primera semana de febrero cuando se procesaron más de 96.500 cerdos ibéricos de bellota.
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