El sector vitivinícola extremeño prevé para este año una producción menor en relación al anterior debido a las intensas olas de calor que ha registrado la comunidad autónoma durante las últimas semanas, que también podría afectar a la calidad de la uva.
Los expertos coinciden en que las intensas altas temperaturas han afectado al crecimiento de la planta y, por tanto, a la cantidad y calidad de las uvas que se recogerán durante la campaña de este año.
El empresario y experto Félix Corbacho ha dicho a Efe que el intenso calor y la escasez de humedad durante primavera ha afectado al crecimiento inicial de la planta, lo que redundará en la producción. En su opinión, existe “preocupación” en el sector por las distintas olas de calor, pues ante la climatología y sus condiciones cambiantes “no hay ningún mecanismo” de defensa.
El agricultor que tiene pozos suficientes ha podido “capear” mejor las intensas olas de calor que ha experimentado la comunidad durante los últimos días, aunque ha recordado que el 80 por ciento de este cultivo se encuentra en tierras de secano.
La ola de calor también afectará en la fecha de inicio de la campaña, aunque Corbacho espera que las primeras uvas, las más tempranas, comiencen a recogerse durante los primeros días del próximo agosto.
En este sentido, el responsable de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, cree que si la campaña se adelanta debido a los rigores del calor, afectará también a la calidad de la uva al haber madurado menos la planta.
Según ha manifestado a Efe, los agricultores tienen cierto temor a los resultados de este año si las temperaturas continúan por encima de lo habitual y no llueve durante las próximas semanas.
En otro sentido, García Blanco ha valorado el “esfuerzo” realizado por la Delegación del Gobierno en Extremadura y por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para evitar los robos y las prácticas ilegales respecto a este cultivo.
En un entorno de altas temperaturas, que puede afectar por tanto a la producción, se pretende al menos que las cosechas no se vean mermadas por la actividad delictiva de quienes pretenden sacar provecho del campo a través de acciones ilícitas.
“Las organizaciones agrarias solo pedían que se evitaran las prácticas habituales de robos en el campo, en sectores como la uva o la fruta, entre otros”, ha indicado.