Monesterio arropa a trabajadores de la mina encerrados tras dos largas noches
Unos 45 personas entre vecinos, familiares y trabajadores de la mina de níquel “Aguablanca” de Monesterio mantienen vivo el encierro en un edificio municipal, hasta que “cambie la actitud” de la empresa concesionaria, Río Narcea, decidida a cerrar la planta, y tras pasar una noche “larga y un poco incómoda”.
“No dejan de seguir llegando compañeros, familiares y vecinos con churros para el desayuno y mostrándonos su apoyo”, destacó el presidente del comité de empresa, Eloy Sánchez. Los trabajadores están encerrados en la antigua sede de la Mancomunidad de Tentudía.
Se trata de una iniciativa que pretende expresar el rechazo al anuncio del cierre de la explotación, que fue adoptada en la noche del jueves en el seno de una asamblea en la que los delegados mostraron su descontento con los resultados obtenidos en las reuniones mantenidas estos días con representantes de las distintas administraciones.
Actualmente los trabajadores, de localidades en las provincias de Badajoz, Sevilla y Huelva, se encuentran elaborando un cuadrante para organizarse y en el que hay “bastante gente” apuntada, con el objetivo de que “siempre haya un número mínimo de personas, unos 10 o 12”, ha apuntado Sánchez.
Además, ha señalado que para estas próximas noches les están trayendo colchones y mantas los vecinos, que también preparan la comida a los afectado por el cierre de la mina.
Se trata de un encierro “indefinido, hasta que veamos otra actitud por parte de la empresa y el ministerio, quien tiene que tomar cartas en el asunto”, ha aseverado el presidente de su comité, para quien el ministro de Industria, José Manuel Soria, se debe pronunciar y acordarse de los trabajadores de Lundin Mining -la empresa matriz- y echarles “una mano”.
Así, Sánchez ha asegurado que esta primera noche se ha podido llevar “medio bien” con el apoyo de unos a otros al contarse historias para olvidar por un momento el problema, “pero sin dejarlo de lado”.
Por el momento ningún responsables de la empresa ni ningún representante de las administraciones autonómica y central se han preocupado, según Sánchez, que ha añadido que desde el primer momento del encierro han estado los alcaldes de los municipios afectados mostrándoles su apoyo.
Por otro lado, a la “una marcha minera” del próximo día 26 por las calles de Badajoz hasta la sede de la Delegación del Gobierno, se sumará otra medida de presión el 2 de marzo ante la sede del Ministerio de Industria en Madrid.
