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Suspendido el despiece de animales de caza en aulas de primaria extremeñas para promocionar su carne

Canales de animales cazados a la espera de su despiece en un matadero

Inmaculada Franco

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Las protestas de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Lope de Vega, de Badajoz, han hecho que se suspenda la jornada de promoción de la carne de caza, organizadas por la federación extremeña Fedexcaza, que estaban previstas para este martes. Una actividad, dirigida al alumnado de quinto y sexto curso de Primaria, de entre 10 y 12 años, a los que se les iba a enseñar cómo se despiezaba un jabalí y un corzo en canal para, posteriormente, degustar la carne, ya cocinada, de estos animales.

La AMPA, que el pasado viernes aseguraba desconocer que se iba a llevar a cabo esta actividad en estos términos, aprovechó la celebración de unas jornadas sobre alimentación sana que esa misma tarde tenían lugar en el centro para interpelar al director, Juan Miguel García Espino, y a los padres y madres asistentes, manifestando muchos de estos últimos desconocer el evento gastronómico previsto, y exponiendo gran parte de ellos su oposición a la celebración de las jornadas de Fedexcaza.

Llama la atención que en los centros públicos cada año los padres tienen que ser informados y firmar una autorización para que los escolares participen de la campaña de promoción de la fruta, comiendo diversas variedades a lo largo del curso, y que en este caso, según la AMPA, no tenían un conocimiento detallado de la actividad. En concreto, afirman que “tanto la actividad en sí y lo que promueve, como la manera de proceder, se ha informado de una forma excesivamente aséptica donde se camuflaban hechos que entendemos podían herir las sensibilidades de los menores”.

Tras hablar con el director y con numerosas familias, “afortunadamente -dice la Ampa- se produjo una respuesta generalizada de rechazo a la actividad”, que también contaba con la colaboración de Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza) y Cárnicas Dibe.

La jornada iba a tener una duración de dos horas y media, en las que el alumnado se adentraría en el origen, despiece, cocinado y consumo de este tipo de carne. Tras la correspondiente introducción teórica sobre por qué la carne de caza es sostenible y respetuosa con el medio ambiente, se procedería al despiece de una canal de jabalí y otra de corzo, dos de las especies más consumidas y representativas de la carne de caza.  La jornada habría finalizado con la preparación de unas 200 raciones de comida para la degustación por parte de los alumnos y profesores.

Según la nota de prensa emitida por Fedexcaza la semana pasada, la actividad, que iba a ser pionera en el ámbito educativo, pretendía ser una jornada educativa de carne de caza para que los alumnos de quinto y sexto de primaria pudieran “conocer de primera mano los beneficios de esta carne natural y sostenible, un producto que cuenta con unas propiedades nutricionales que lo hace recomendable para formar parte de cualquier dieta equilibrada”. 

La carne de caza, según las entidades promotoras de la actividad, se caracteriza por contar con un mayor valor proteico y un perfil graso limitado en comparación con otras carnes del mercado. Además, defienden que “proviene de animales que han sido criados en total libertad en la naturaleza, alejados de la intervención del ser humano”, y que han tenido una alimentación natural a lo largo de su vida a base de hierbas silvestres, cereales, frutos del bosque o bellotas.

Carne no recomendada para menores de siete años y embarazadas

No obstante, de todo esto discrepan los responsables de los colectivos de protección y defensa de los animales consultados por elDiario.es Extremadura, que aseguran que la Asociación Española de Sanidad Alimentaria (Aesan) recomienda que las embarazadas y menores de siete años no ingieran carne de caza por su alto contenido en plomo y en otros metales pesados en muchas ocasiones, ya que son animales que, generalmente, mueren a causa de disparos.

La coordinadora de partido animalista PACMA de Badajoz y miembro de la Plataforma Estatal de Defensa de Animales de Extremadura, Ángela Casillas, veterinaria de profesión, ha señalado que “esta actividad no tiene nada que ver con la promoción de la carne de caza, que no es tan sana como dicen porque es carne roja y en muchos casos tiene elevados niveles de plomo, lo que realmente se pretende es conseguir nuevos adeptos para la caza porque se están quedando sin relevo generacional”.

Los niños no quieren matar animales

“Esto es la imagen del declive de la caza en Extremadura porque nunca habían ido a dar charlas a colegios, están viendo que nos le queda relevo generacional, y es porque los niños no quieren matar animales”, considera Casillas, que subraya que hay un experimento que dice que, si a un niño le pones delante una manzana y un conejo, el niño se comerá la manzana y jugará con el conejo“.

“Lo que no sé es que cómo hay profesores y colegios que se implican en estas barbaridades porque un despiece de un animal en canal en un colegio no sé cómo de higiénico puede ser, porque ello necesita de una salas con una higiene y con una temperatura especial y, además, no aporta nada a los niños en la decisión final de que les guste o no la carne de caza cocinada”, manifiesta la veterinaria.

La caza, en declive

Por su parte, la presidenta de la asociación de defensa de los animales Adana de Badajoz, María Manglano, coincide con Ángela Casillas en que la caza está en decadencia, “la federación está viendo que las licencias están disminuyendo una barbaridad, alrededor de un 40% en los últimos 10 años, y eso es porque los niños de hoy en día no quieren cazar, quieren hacer deportes de campo, jugar al fútbol, montar en bici… lo que hace que la edad media de los cazadores sea muy alta”.

Además, Manglano se pregunta “qué pintan los cazadores y la caza metiéndose en los colegios cuando los menores de edad no pueden portar armas, que se vayan a las universidades, pero que dejen de engañar a los niños, a los que no les explican el verdadero significado que la RAE da del término caza, que no es otro que el perseguir, acosar y matar a un animal, no el de procurar el equilibrio de la población animal silvestre, que de eso ellos saben poco, quienes saben son los biólogos”.

Además, los numerosos accidentes mortales que se producen con la práctica de la caza, hacen que, en su opinión, no sea una actividad que se tenga que promocionar entre los menores, y menos aún implicarlos en su participación. Manglano también denuncia que con la caza “los cazadores blindan el campo para ellos, impidiendo que se puedan realizar actividades más rentables y deportes como el senderismo, la escalada o el avistamiento de aves”.

Por su parte, Chema Lera, presidente de la plataforma Profesionales por la Defensa Animal (Proda) de Extremadra, colectivo que ha tenido mucho que ver en que la nueva Ley de Educación contemple la necesidad de incluir en el currículo escolar materias que promuevan la empatía de los menores con los animales, ha criticado duramente esta iniciativa, que “afortunadamente se ha logrado paralizar”, porque “nada tenía que ver con promocionar gastronómicamente la carne de caza, sino de blanquear la caza entre los menores, para que sean futuros cazadores”.

El colegio no había pedido la obligatoria autorización del Servicio de Inspección Educativa

A preguntas de este diario, la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura ha puesto de manifiesto que el colegio “no ha solicitado la autorización de la Inspección o de la Delegación de Educación en Badajoz para la realización de la actividad, sin la cual no se puede celebrar”. 

La consejería ha explicado que, aunque los centros educativos tienen autonomía a la hora de programar sus actividades complementarias y extraescolares, hay una instrucción que establece que las actividades que se programen con la autorización expresa de la dirección del centro deben subirse a la plataforma informática Rayuela para que puedan ser conocidas y autorizadas por el Servicio de Inspección Educativa.

Y, además, para las actividades que, excepcionalmente, se programen para después del 31 de mayo, será necesario solicitar autorización a la Delegación Provincial de Educación con una antelación mínima de 15 días, justificando dicha petición, que podría haber sido autorizada o no, pero que, en cualquier caso, no se llegó a solicitar.

Desde el Diario.es Extremadura, se ha intentado conocer la opinión de la Dirección del centro educativo y de la Federación de Caza, aunque no se han pronunciado al respecto, a pesar de los requerimientos.

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