Extremadura con Catalunya y por el diálogo
Quienes suscribimos esta carta abierta, extremeñas y extremeños o residentes en Extremadura, mantenemos posiciones diversas sobre la historia y el presente de las relaciones entre Catalunya y España, el encaje jurídico-político de Catalunya en el Estado español y el proceso actualmente en curso para su revisión, que tendrá un hito importante en la consulta convocada por el Parlamento y el Gobierno de Catalunya para el próximo 1 de octubre.
Coincidimos sin embargo en señalar, en primer lugar, que este proceso cuenta con un respaldo social significativo y legítimo, expresado de forma impecablemente pacífica y cívica, que no puede ya ser constreñido en los márgenes de la legislación vigente y menos aún en sus tipos penales. Entendemos, en consecuencia, que es necesario un diálogo político sin exclusiones ni imposiciones, que conduzca a las modificaciones del marco jurídico necesarias para permitir su pleno desarrollo democrático, y entendemos que una consulta a la ciudadanía de Catalunya, acordada por todas las partes, con plenas garantías y bajo supervisión de la comunidad internacional, forma parte inexcusable y vinculante de ese desarrollo.
En segundo lugar, atendiendo en concreto a la consulta del próximo 1 de octubre, y aunque valorando de forma diversa la oportunidad de su convocatoria y la relevancia política y jurídica de sus resultados, concordamos en señalar la necesidad de que la jornada y los días que restan hasta su celebración deben desarrollarse de forma plenamente tranquila y pacífica, para quien quiera votar y para quien no, para las instituciones, colectivos y particulares que apoyan la convocatoria y contribuyen a su organización y para las que se abstienen de hacerlo, de forma que no se añadan nuevas dificultades al diálogo imprescindible después del 1 de octubre.
En este sentido, apelamos específicamente a la necesidad de una actuación del poder judicial y las fuerzas de seguridad que respete escrupulosamente las libertades fundamentales de expresión, reunión y manifestación en todas sus formas, y actúe con racionalidad y proporcionalidad ante las prácticas de desobediencia civil y resistencia noviolenta que constituyen también un pilar fundamental de cualquier modelo democrático avanzado.
Por último, celebramos y respaldamos la propuesta de Asamblea de Electas y Electos propuesta por Unidas Podemos, así como otras iniciativas que sobre las bases del diálogo democrático y el respeto a los derechos civiles pudieran surgir desde la esfera política, la sociedad civil, el mundo de la cultura u otras instancias.