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Los extremeños tienen peor percepción del SES, que cuando después usan sus servicios

Un enfermero del Hospital Regional diseña un protocolo de técnicas de perfusión en circulación extracorpórea

José L. Aroca

Los extremeños opinan mejor del Servicio Extremeño de Salud (SES) una vez que utilizan sus servicios, ya que aunque le dan una puntuación de 6,51, que coloca a Extremadura en undécimo lugar entre las comunidades, luego una vez que usan sus servicios salen elevándolo al octavo puesto por la atención recibida.

Así es que el 85,11% de los que van a la consulta del médico de familia, a urgencias, o están hospitalizados, al salir valoran como buena o muy buena la atención recibida.

Son datos del estudio sobre los servicios autonómicos de salud hechos por la Federación de Asociaciones para la Sanidad Pública (FADSP), que evalúa la calidad de esos servicios mediante distintas magnitudes de medida, y también analiza la diferencia de calidad que se producen entre unos y otros.

La federación ha constatado que entre 2009 y 2014 se produjeron recortes en la sanidad pública española, de entre 15.000 y 21.000 millones de euros anuales, pero que aunque la “agresión” llegó a todas las comunidades, no lo hizo de la misma manera, y aunque se ha recuperado parte del presupuesto “ni por asomo” se ha vuelto a la situación anterior.

Pero sobre todo los defensores de la sanidad pública con los mismos derechos para todos los españoles han constatado que la calidad del servicio entre comunidades incrementa sus diferencias.

Con parámetros como la oferta de presupuesto total, camas, quirófanos, métodos de diagnóstico (TAC), listas de espera, etc., referidos a 2015, 2016 y algunos de 2017, la clasificación de las 17 comunidades mantiene en los últimos cuatro años en los primeros lugares a las mismas, que son País Vasco, Navarra (90 puntos cada una), Aragón y Asturias, con la única excepción de un año que Castilla y León sustituyó a Asturias. Extremadura (77 puntos) ocupa el sexto lugar empatada con Castilla-La Mancha y tras Castilla y León (78).

Las peor valoradas por la federación de la sanidad pública con Andalucía, Cataluña (ambas con 60 puntos), Valencia 59 y Canarias 49.

Mucho gasto en farmacia

Desde que la federación de sanidad pública publica estos estudios, que arrancan en 2009, la sanidad extremeña ocupa lugares aventajados o en la mitad de la tabla de las 17 comunidades, aunque en 2014 y 2015 cayó a los puestos 12º y 14º, pero recuperó al año siguiente, séptima en 2016, y repite en 2017.

Extremadura dedica a la salud de sus habitantes uno de los presupuestos más altos, el quinto, 1.422 euros por habitante, que en buena parte se van al gasto farmacéutico que con 288 euros por persona y año es el más alto de España, y dentro de él es síntoma el atraso en el uso de medicamentos genéricos que son más baratos, pues ocupa el tercer lugar por la cola; solo el 15,30% de las recetas son de genéricos.

En camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes la región ocupa la cuarta posición y también los lugares más altos en dotación de número de quirófanos y TACs, pero anda mal en partos naturales, pues es la tercera con mayor porcentaje; el rendimiento de los quirófanos es de los peores, lugar 13º entre 17 ya que cada uno realiza como media 940 operaciones al año, y sin embargo el uso de la cirugía mayor ambulatoria es positivo.

En listas de espera está en la parte media-alta de calidad, con 69 días para que te vea el especialista, pero peor, la cuarta, en la que más se demora la intervención quirúrgica con una media de 134 días.

En privatización, como referencia a número de actividades que el SES concierta con centros privados, es de las que menos con solo el 4,60% de la actividad privatizada, y un gasto por paciente derivado de 376 euros, Extremadura es la quinta que menos emplea.

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