IU presionó al Gobex para que prestara 10 millones de euros a Acorex
El coordinador regional de IU, Pedro Escobar, ha admitido este miércoles la intervención de esa formación en Acorex pero “para salvarla”, y para eso presionó y consiguió en 2011 que el Gobierno de José Antonio Monago prestara 10 millones de euros al grupo cooperativo, “que es con lo que ha venido sobreviviendo hasta ahora”.
Acorex, y Caja Rural, se han transformado en moneda de cambio en este momento preelectoral. Todos acusan a todos. Todos lanzan comisiones de investigación, y sospechas, contra todos.
IU, en boca de buena parte de esas acusaciones, por parte del ex consejero de Economía y Hacienda Antonio Fernández, o del Partido Socialista que pide aclarar los “tejemanejes” de Monago y el ex diputado de IU Alejandro Nogales, quiere defenderse y está dispuesta a que se investigue lo que sea, asegura el todavía coordinador regional (lo deja en enero) Pedro Escobar.
No ha tenido problemas en admitir este miércoles, en una rueda de prensa, que su formación tenía el ascendente suficiente sobre el Gobierno de Monago como para conseguir que le prestara 10 millones a Acorex, y que forman parte de los 17 que hoy debe ese grupo, en solicitud de concurso de acreedores, a la empresa pública de la Junta, Avante.
“Ya estaban en la ruina”
Escobar asegura que los problemas de la gran cooperativa de cooperativas vienen de hace años, y que cuando el PP ganó las elecciones autonómicas en 2011, IU se reunió con directivos de Acorex, “y nos dijeron que estaban en la ruina, que necesitaban veinte millones de euros”. Por “presión” a la Junta consiguieron al menos diez.
El dirigente de IU también afirma que si el grupo cooperativo se ha ido a pique han influido las injerencias políticas –“pero que viene mucho antes de estos últimos cuatro años”- al dar vía libre a inversiones que estaban “mal planificadas, ubicadas, y ejecutadas”. Por ejemplo se situó una industria del ibérico, Acosierra, en Granja de Torrehermosa en vez de en “Monesterio”, que es “donde debía estar”, y la industria del tomate en Miajadas y Santa Amalia “cuando debía haber sido en Mérida para recoger la producción de las dos vegas del Guadiana, pero claro a lo mejor no les gustaba quién estaba de alcalde”.
Pero además de decisiones mal tomadas por motivos políticos, Acorex “no era ningún buen modelo, tenía poco de espíritu cooperativo”.
Era una empresa “muy jerarquizada”, con una élite directiva que ganaba “más que el presidente de la Junta”, pero con trabajadores que cobraban 1.000 euros. Escobar ha llegado a decir que las tarjetas black de los directivos de Caja Madrid “eran como calderilla comparado con esto: aquí han tenido coche, tarjetas…”.
El dirigente, sin dar nombres, menciona también posibles delitos por parte de algunos directivos como es utilizar la cartera de clientes y proveedores “para negocios propios”, y no tiene empacho que añadir que las cuentas que se presentaban, y que indicaban en 2012 una gran facturación de 245 millones de euros “quizá estaban falseadas”.
Antonio Fernández
Escobar califica por otra parte de “pintorescas” las declaraciones del ex consejero de Economía y Hacienda del Gobex, Antonio Fernández, que afirma que dimitió disconforme con la “entrega” de Caja Rural de Extremadura a IU.
“No, no dimitió por eso, incluso no le gustó cómo quedó Caja Rural al final porque tenía aspiraciones de ser su presidente”.
Sin embargo el dirigente de IU al que todos acusan de ‘manejar’ en Acorex y Caja Rural es el también ex diputado Alejandro Nogales. “¿Por qué a IU no la defiende él?”. “Porque el coordinador de Izquierda Unida soy yo”, respondió Escobar a los periodistas.
Nogales, añadió, luego, está esperando a que que los perjudicados por la ruina del grupo cooperativo digan algo: “Las cooperativas que no van a cobrar, los agricultores…”.
Luz, taquígrafos y megáfono para este tema pide la formación izquierdista. “Nosotros estamos tranquilos con las manos limpias y los bolsillos vacíos”.
