“Preocupación” en la apicultura por las consecuencias del cambio climático en el sector
La apicultura extremeña ha mostrado su “preocupación” por el incremento de la incidencia este año de las especies que afectan al sector, como consecuencia especialmente del cambio climático, debido a las repercusiones económicas que tiene para la actividad.
A la presencia del ácaro de la varroa o al ave abejaruco se une además el “temor” de que la avispa asiática, que comienza a aflorar en Andalucía, llegue también a Extremadura en los próximos tiempos, como ha explicado a EFE el responsable del sector Miel de Asaja Extremadura, Paulino Marcos.
Como ha expresado, el ácaro de la varroa sigue su expansión en la región como consecuencia del calor y de la falta de lluvias, así como también ante la falta de la investigación necesaria en su lucha, ya que los tratamientos actuales han quedado desfasados.
De esta forma, la incidencia de la varroa ha sido superior en 2022 en relación al año pasado, ejercicio donde “ya se tuvo que repoblar gran parte de las colmenas debido a esta problemática”, ha explicado.
El abejaruco es otro de los grandes problemas de la apicultura, pues la falta de agua y el calor, y por tanto la presencia de menos insectos, ha hecho que estas aves pusieran más sus miras en las abejas.
A su vez otra especie invasora comienza a amenazar al sector regional, la avispa asiática, que en la actualidad prolifera especialmente en Andalucía y que afecta ya en el caso extremeño a los apicultores que realizan la trashumancia en territorios al sur de la comunidad.
Marcos considera que si la situación de cambio climático continúa, “podría haber serios problemas” en relación a esta especie en los próximos años en la región, pues el calor propicia la llegada de especies como la avispa asiática, cuya introducción en el sur peninsular se produjo desde Cádiz o Málaga.
El sector está “preocupado” por la mayor presencia de estas especies debido entre otros a los efectos económicos que propician, más si cabe en el actual contexto de inflación.
El aumento del coste del gasóil y de los productos para alimentar las colmenas deja al sector en una situación “muy difícil”, de ahí que se haya solicitado a la Junta de Extremadura ayudas tal y como han implantado otras regiones.
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