Papá Vara y sus niños rebeldes de Podemos
La estrategia socialista es dejar claro que esos chicos cañeros del nuevo partido siempre necesitarán un padre, que es el que manda de verdad, para dar el punto de ‘sensatez’ y ‘cordura’. Para establecer el ‘equilibrio’
En política muchas veces basta con observar atentamente detalles de estilo, de formas, y dejar a un lado el contenido, para adivinar la estrategia de un líder. Un par de sonrisas, un apretón de manos y un determinado tono al dirigirte a tus rivales es, a menudo, mucho más provechoso que un discurso de dos horas.
En este sentido, la actitud paternalista con la que Vara, de momento, trata a los diputados de Podemos dice mucho del puesto que el presidente extremeño quiere dar a los representantes de la formación morada.
Parece que la consigna de Vara y los suyos es dejar claro -siempre que consideran oportuno- que ‘agradecen’ a los de Podemos que los hayan ‘obligado’ a ‘cambiar’. Aunque en el debate de investidura el líder extremeño reprochara a Álvaro Jaén que lo mismo les habían copiado el programa, los socialistas reconocen y saben que el toque de atención del nuevo partido les ha servido para estar más cerca de la calle y tratar de huir del temido calificativo de ‘casta’.
Y precisamente es esa labor la que el presidente extremeño quiere atribuir a los diputados de Podemos: que sean esos niños rebeldes que de vez en cuanto les hacen plantearse la vida y el camino a seguir. Pero esos chicos cañeros siempre necesitarán un padre, que es el que manda de verdad, para dar el punto de ‘sensatez’ y ‘cordura’. Para establecer el ‘equilibrio’. Y ahí está el truco.
Con ese tono paternalista Vara pretende evidenciar que les falta madurez, pero aun así los escuchará como un padre comprensivo que quiere aprender de sus hijos contestatarios. Pero siempre dejará claro que Podemos va a necesitar un partido con más tablas que sea el que, al final, tome las decisiones. Porque la formación morada surgió para reprochar al PSOE que se había olvidado de los suyos, de la calle, y una vez que los socialistas han tomado nota -piensan ellos mismos, claro- Podemos ya ha cumplido su función.
No obstante, Vara sabe que debe cuidar y mucho la relación con Podemos; principalmente porque no tiene mayoría absoluta. Y eso también se consigue con el tono paternalista. Porque les dará protagonismo y los convertirá en esa oposición con la que se puede dialogar. De momento, la táctica le ha servido para lograr el sí en la investidura.
Pero que no se descuide, vaya a ser que esos niños rebeldes aprendan demasiado rápido y le den la vuelta a la tortilla. Porque en política ya se sabe, el que no corre, vuela.