Las mentiras de Almaraz
Estos últimos días estamos recibiendo varias noticias sobre Almaraz que desmienten las afirmaciones apocalípticas con las que la señora Guardiola nos amenaza si finalmente Almaraz cierra. Por primera vez en su historia Almaraz ha parado sus dos reactores. No han sido los únicos, también lo ha hecho Trillo, Cofrentes y Ascó. Las razones son obvias: la nuclear ya no es rentable ante el intenso desarrollo de las renovables. Llevamos meses escuchando a la presidenta extremeña anunciando un verdadero caos energético si Almaraz cierra, pues la realidad le pone un espejo enfrente a la señora Guardiola porque Almaraz ha parado una semana entera y Madrid no se ha quedado sin luz, que es lo que verdaderamente preocupa a nuestra presidenta.
La señora Guardiola ha cogido la bandera de la defensa de Almaraz porque en Génova todo lo que sea azotar al gobierno estatal está muy bien visto y la señora Guardiola ha visto aquí un filón con el que trepar en el PP estatal.
Resulta que el cierre de Almaraz es algo consensuado con las dueñas de la central, que por otra parte, conocemos también esta misma semana que aún no han solicitado la prórroga. Parece que no les salen las cuentas por mucho afán que ponga la Presidenta en exigir su continuidad. Aunque la realidad se imponga y las lluvias de las últimas semanas hayan sido claves en la enorme generación de energía renovable, mucho más económica que la nuclear, la señora Guardiola sigue insistiendo en que el parón se debe a la extorsión fiscal que el malvado señor Sánchez perpetra contra las energéticas y exige que dejen de pagar la tasa ENRESA, que es la que sufraga la gestión de los residuos nucleares. ¡Pobres energéticas! En 2024 los beneficios de Iberdrola aumentaron un 17% respecto a 2023 y se situaron en 5.612 millones de euros. ¡Una miseria!
Pero lo más indignante de todas las mentiras que rodean a Almaraz y que el PP utiliza como un mantra para atacar así al gobierno estatal es afirmar que defender Almaraz es defender la soberanía nacional. ¿Soberanía nacional cuando las dueñas de Almaraz son multinacionales con accionariado de fuera de nuestras fronteras? El 70% del accionariado de Endesa pertenece a Enel, empresa italiana, y Naturgy tiene el 20% en manos de BlackRock, fondo de inversión norteamericano. ¿A qué llama entonces soberanía nacional el PP? Lo más gracioso de todo este embrollo es que a los que defendemos el apagón nuclear nos atacan diciendo que preferimos comprar el gas ruso, cuando el uranio de Almaraz lo compramos ya en Rusia y tras la explosión del gaseoducto Nord Stream somos dependientes del gas licuado norteamericano, que barato precisamente no nos sale.
La última noticia que conocemos sobre Almaraz es que al menos el gobierno estatal está haciendo los deberes y ha licitado ya las obras de desmantelamiento. El cierre de Almaraz es una realidad y lo que debería hacer la señora Guardiola es exigir ya un desmantelamiento justo con los trabajadores, un plan de prejubilaciones para las personas de más de 55 años, como los que tienen la banca o Telefónica, o poner en marcha un plan de empleo para garantizar que los trabajadores no se queden en la cuneta. Pero mucho me temo que en esas tareas no está la señora Guardiola porque le luce mucho más coger la pancarta u organizar apagones a las 22:00 de la noche en las administraciones públicas, ¡Lo que hay que oír!.
Cerrar Almaraz es una oportunidad para que Extremadura deje de ser una colonia energética y sobre todo que ante la coyuntura geopolítica no podemos obviar que una central nuclear se pueda convertir en un objetivo militar, y ya sabemos lo que puede suponer esto. El riesgo de mantener Almaraz abierta mucho más tiempo de la vida útil para la que fue proyectada es una temeridad y una irresponsabilidad, y es condenar a Extremadura a ser un cementerio nuclear de manera indefinida.
La cerrazón de la señora Guardiola en este tema a veces pareciera que obedece a querer buscarse un hueco en el consejo de administración de alguna compañía energética. Las puertas giratorias están en el ADN del bipartidismo; Ángel Acebes, Fátima Bañez, Isabel García Tejerina, José María Aznar, Pío Cabanillas, Luis de Guindos, Manuel Pizarro, Isabel Tocino, Ana Palacio… Todos sentados en consejos de administración tras pasar por gobiernos del PP. La verdad es que si esto pasara no sería ninguna sorpresa.
Ojalá llegara un día en que nuestros gobernantes pensaran más en las próximas generaciones que en las próximas elecciones y ahí, sin duda, estaríamos todos de acuerdo en que Almaraz debe de cerrar ya.
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