CCOO y UGT se movilizan para pedir una reconstrucción social y justa ante la crisis del coronavirus

Los sindicales UGT y CCOO, que se han concentrado este sábado en Badajoz en defensa de una “reconstrucción social, solidaridad y justa” del país ante la crisis provocada por la pandemia COVID-19, han instado a las fuerzas políticas, especialmente a la derecha, a poner fin a la confrontación.

Bajo el lema “Vamos a salir. Por un pacto para la reconstrucción social de España”, la concentración ha reunido a algo más de un centenar de personas en la plaza de España de la capital pacense, todas ellas con mascarilla y manteniendo la distancia social.

Tras guardar un minuto de silencio en recuerdo a los fallecidos por la pandemia, las secretarias generales de UGT y CCOO en Extremadura, Patrocinio Sánchez y Encarna Chacón, respectivamente, en sendas intervenciones, han remarcado la necesidad de poner fin a la confrontación entre las fuerzas políticas, especialmente la derecha.

“Es imposible mantener una postura contraria y permanente al Gobierno”, ha dicho Sánchez, quien, por contra, ha puesto como ejemplo el diálogo que los agentes sociales y económicos han mantenido durante la pandemia y que ha permitido alcanzar acuerdos.

A su juicio, el consenso es necesario para alcanzar “una salida solidaridad y justa” de la crisis, “la cual -ha reiterado- no tienen que pagarla los trabajadores”.

Prórroga de los ERTE hasta diciembre

Han incidido en la necesidad de que los ERTE, “un mecanismo fundamental e imprescindible”, puedan prorrogarse hasta diciembre. “Que se pongan de acuerdo ya, especialmente quienes solo han sabido generar confrontación”, ha afirmado Chacón, que ha pedido “un esfuerzo de responsabilidad, como sí ha hecho la ciudadanía y las empresas y los sindicatos”.

“El país tiene que salir más fuerte y solidario de estas crisis”, ha agregado en su intervención ante los asistentes, entre los que estaba el portavoz del Grupo Municipal del PSOE de Badajoz, Ricardo Cabezas, y la edil de Unidas Podemos, Erika Cadenas.

Ambas líderes sindicales han incidido en que la clase trabajadora no puede volver a pagar las consecuencias de esta crisis como ocurrió en la de 2008, y han abogado por desterrar el “odio” y salir de esta difícil situación “unidos”, con un refuerzo de los servicios públicos: sanidad, educación y dependencia, así como una necesaria revisión del modelo de las residencias, que se han visto tan duramente castigadas.