Declaran 19 nuevos focos de picudo rojo de las palmeras en Extremadura
Proceden de Asia, y ocasionan importantes daños en las palmeras, ya que sus larvas se alimentan vorazmente en el interior del tronco y de la corona hasta llegar a destruirlas.
La Junta de Extremadura ha declarado oficialmente la existencia de 19 nuevos focos de picudo rojo de las palmeras, lo que ha obligado a establecer zonas demarcadas y adoptar diversas medidas fitosanitarias para la erradicación y control del organismo nocivo.
En España, el primer foco de este coleóptero se detectó en el año 1995 en Andalucía, y continuó su expansión a través del territorio nacional y apareció posteriormente en la Comunidad Valenciana (2004), Cataluña y Murcia (2005), Islas Baleares e Islas Canarias (2006).
La detección del primer foco en Extremadura se produjo en el término municipal de Madrigal de la Vera (Cáceres), en el mes de agosto del año 2013; posteriormente, el 3 de septiembre, se detectaron dos nuevos focos en el mismo término municipal.
Un año después, en octubre de 2014, el Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Extremadura declaró oficialmente la presencia del citado organismo nocivo en dos focos pertenecientes al término municipal de Badajoz. En este sentido, y en ejecución del programa de seguimiento que el Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Extremadur, se han detectado en el mes de septiembre de 2015 un total de 19 nuevos focos de dicho organismo nocivo en el territorio autonómico, según ha publicado hoy el Diario Oficial de Extremadura.
Concretamente, y por lo que respecta a la provincia de Cáceres se han declarado tres focos en Villanueva de la Vera, Talaveruela de la Vera y Valencia de Alcántara. En Badajoz, además de cuatro nuevos la capital, se ha certificado su existencia en Olivenza (4 focos), Villanueva del Fresno (2), Alburquerque (1), Azuaga (2), Fuentes de León (1), Fregenal de la Sierra (1) y Malcocinado (1).
El Gobierno regional ha establecido, con una vigencia mínima de tres años, zonas demarcadas alrededor de los respectivos focos, en las que se ejecutará un programa intensificado de inspecciones. Por último se han establecido una serie de medidas fitosanitarias, cuya ejecución deben correr a cargo de los propietarios de las plantas afectadas.