“Es necesario que no existan armarios económicos, ni sociales, ni políticos”: la bandera LGTB ondea en Extremadura
Día de reivindicaciones, con mucho color. El colectivo LGTBI ha sacado sus mejores galas para conmemorar este fin de semana la libertad sexual y el orgullo de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales.
La bandera arco iris luce en las fachadas de numerosos ayuntamientos. También lo ha hecho en la Asamblea de Extremadura, donde diputados y activistas han mostrado su repulsa a las discriminaciones por razón de sexualidad o identidad de género. Allí mostraron su apoyo unánime a la aprobación de la primera Ley LGTBI de Extremadura. Pusieron de manifiesto que la norma extremeña ha de ser un ejemplo para una futura ley nacional.
Ha sido en la puerta de la Asamblea donde los grupos parlamentarios unieron fuerzas junto con Extremadura Entiende, Fundación Triángulo y ALEAS-IU.
Allí recordaron las revueltas de Stonewall de Nueva York en 1969, acontecimiento que supuso el nacimiento del movimiento de liberación gay, lésbico, transexual y bisexual. “Una conmemoración nacida de la rebelión ciudadana contra la injusticia, la discriminación, el hostigamiento y la constante persecución social y policial, y que dio origen a un movimiento por los derechos civiles y los derechos sexuales en todo el mundo”. También recordaron que en 2015 nuestro se celebra el 10º aniversario de la ley de matrimonio igualitario.
Mucho camino por delante
A día de hoy, quedan muchas tareas por cumplirse, y así lo han puesto de manifiesto los colectivos en defensa de la liberta sexual.
Marisa González, de Extremadura Entiende, señala que las personas homosexuales siguen sufriendo discriminación. “Tenemos la igualdad social ni real, sino jurídica, y dicta mucho de que sea real. De todas formas es un día muy importante porque se nos ha acogido muy bien, respirar de otra forma. En el caso de Mérida, estamos contentísimas la acogida que hemos tenido, es la primera vez que salimos con una mesa informativa, y en el siglo XXI”.
Con estas palabras, se refería al acto celebrado en la Plaza de España, donde se colocó la bandera LGTBI en compañía del alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, y se instalaron varias mesas informativas con el respaldo de numerosos diputados autonómicos y concejales de la ciudad.
“Como nos acaba de demostrar un ciudadano en la mesas informativa, defendido a Putin, sigue siendo fundamental trabajar en defensa de los derechos humanos en todo el mundo”. José María Núñez, presidente de Fundación Triángulo, lanzaba así un aviso a navegantes: “En Extremadura, lo que no vamos a permitir es, que la ley que se aprobó el 19 de marzo se quede en papel mojado, como ha ocurrido en los últimos cuatro años la Ley de Igualdad”.
Otro de los participantes en los actos de Mérida fue el exdiputado de IU y activista LGTBI Víctor Casco. A su juicio, “sigue siendo necesario que no existan armarios ni económicos, si sociales ni políticos en el que los que estamos encerrados en las calles las personas LGTBI y hay que salir a las calles con todo el orgullo del mundo”.
Por parte del Consistorio de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna abogó por que “las administraciones públicas ganen en sensibilidad social y permitan la visibilidad de un colectivo que ha estado estigmatizado por mucha parte de la sociedad”.
Recordó que un compromiso en campaña electoral fue la creación de una delegación específica de diversidad LGTBI y así ha sido. Medida que suma a una serie de iniciativas con motivo de este día como una exposición en el consistorio o el polémico paso de cebra arcoíris, que ha suscitado las críticas del PP local --pidió su retirada--. Para Osuna, este hecho denota “un desconocimiento general” de los populares pues se trata de “una señal emocional, que no altera la señalización vial ni la ordenación del tráfico”.
