Lluvia de nabos en Piornal para castigar a un Jarramplas casi internacional
Los vecinos de la localidad cacereña de Piornal le han dicho al mundo que quieren la declaración de interés turístico internacional para su “Jarramplas”. Lo han hecho con una brutal lluvia de nabos sobre este mítico personaje que es el epicentro de la fiesta más impactante de toda Extremadura.
Con los termómetros situados por debajo de cero grados el Jarramplas ha realizado su primera salida, que ha sido seguida por cientos de personas, entre vecinos, turistas y periodistas de distintas partes del mundo. Se han acercado hasta Piornal para participar en esta fiesta invernal con la que los piornalegos rinden homenaje a San Sebastián.
Una de las novedades de este año ha sido la apertura al público, en el interior del Museo del Jarramplas, de la denominada “habitación sensorial”, donde es posible meterse de forma virtual en la piel de ese bandido ladrón de ganado al que los piornalegos ajustician.
El alcalde de la localidad, Ernesto Agudiez, ha explicado que la fiesta de Jarramplas cumple con el requisito básico para que sea declarada de interés internacional, como es que alcance repercusión fuera de las fronteras españolas.
“Hoy tenemos aquí a periodistas alemanes, italianos, de los Estados Unidos y de distintos puntos de Sudamérica”, ha destacado el primer edil antes de añadir que el principal activo del Jarramplas es que no existe nada parecido en el mundo.
Ha subrayado que muchas procesiones de Semana Santa tienen la declaración internacional “y en el fondo son todas muy parecidas”, pero el Jarramplas es una fiesta tan diferente a todas que sin duda alguna puede dar mucho más de sí.
“Aquí se mezcla la descarga brutal de adrenalina con los nabos y la emoción pura de las alboradas y los actos religiosos, y lo que es más importante, está todo el pueblo implicado, un hecho del que estamos muy orgullosos todos los piornalegos”, ha afirmado.
El alcalde ha animado a todos a acudir a Piornal, para vivir de cerca esta fiesta y para castigar al Jarramplas “a nabazo limpio”. Y es que, si se deja a un lado la tradición religiosa de la fiesta, durante Jarramplas lo que se hace es precisamente eso, arrojar nabos, cuantos más y más fuerte mejor, al traidor.
La fiesta en honor a San Sebastián comenzó a las ocho de la mañana con la petición de ofrendas para el santo. Fiel a su cita, sobre las diez de la mañana de la víspera del día 20, el Jarramplas, en esta ocasión encarnado por Óscar Moreno Prieto, Ismael Vicente Vicente y sus mayordomos, ha hecho su primera “salida” a los sones de su tambor por las calles de Piornal.
Desde que ha puesto un pie en la calle, Jarramplas ha recibido una intensa lluvia de nabos -hay preparados más de 20.000 kilogramos traídos desde La Vera cacereña- sobre su cuerpo (protegido con una máscara y una armadura de fibra de carbono), a modo de “castigo” infligido por los vecinos.
Todo el mundo quiere arrojar nabos al Jarramplas por lo que, en determinados momentos, la sensación es la de estar en medio de una batalla campal, con “peligro real” de ser alcanzado por los proyectiles en forma de hortaliza.
Tras esta primera salida, la fiesta del Jarramplas continúa por la tarde y mientras las mujeres preparan y visten al santo, San Sebastián, el personaje volverá a hacer otra salida alrededor de las cuatro de la tarde y a recibir igual contestación por parte de los jóvenes y mayores del pueblo, es decir, lluvia de nabos como castigo.
Llegada la medianoche y una vez cantadas las “alborás” del santo, se cocinarán unas migas para todos los asistentes. Los actos seguirán mañana, día 20, con la celebración de la Misa Mayor, la procesión y el canto de las tradicionales “roscas”, y ya por la tarde se producirá la última salida del Jarramplas.