Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Baiuca: “El gallego está vivo, es exportable y se pueden dar conciertos en nuestra lengua en todas las partes del mundo”

Alejandro Guillán, 'Baiuca', durante la entrevista.

Raúl Novoa

3

Lo tradicional no es sinónimo de panacea musical y siempre ha sido objeto de reinterpretaciones. Pese a ese boom en la exploración de las raíces nacionales que vivimos últimamente en la música, hay dos conceptos que se deben tener en cuenta: revisión y actualización. Al menos, así lo ve Alejandro Guillán (1990), responsable de la obra de Baiuca; una modernización de la música popular gallega.

Guillán nació en Catoira (Pontevedra). Tras finalizar sus estudios en educación musical y las pocas oportunidades laborales que veía en ese momento en Galicia, se mudó de Santiago de Compostela a Madrid. Allí estuvo unos 5 años (ahora reside en Barcelona), donde vivió un año con Anxo Ferreira, de 'Novedades Carminha'. Durante su etapa en la capital, creó Baiuca a raíz de la morriña que sentía y esa sensación de poder “transmitir sentimientos con los que se podían identificar muchas personas”, asegura. Además, cuenta que sus amigos son su gran fuente de inspiración: “Son quienes más me marcan emocionalmente”.

La gran masa social que se ve en sus conciertos está compuesta por gallegos. Y es normal. Poco o nada le falta al clima que se desprende en los conciertos de Baiuca para parecerse al de unas fiestas populares de Galicia. Sea en Compostela, Madrid, Milán, París o Londres, la performance desplegada en el escenario (con muiñeiras, aturuxos o percusión en directo…) los convierten en una celebración gallega. Eso sí, siempre bajo su interpretación musical individual: “Plantear las cosas de un modo diferente enriquece a la música en general”.

Baiuca acaba de lanzar 'Embruxo', su nuevo disco. Es un concepto mucho más claro y maduro que el anterior, 'Solpor'. En su nuevo trabajo busca acercar a quien lo escucha al misticismo gallego de las meigas y los mouchos. En él, evoluciona en calidad de artista y ha pasado del sample de los sonidos a crearlos él mismo en el estudio. Quedamos en la plaza 2 de Mayo en Madrid durante su paso de presentación del disco para que nos explique un poco más sobre él.

gif

A priori 'Embruxo' parece sonar mucho más parecido a los ritmos más tradicionales de Galicia, lo más enxebre [algo puro o tradicional en Galicia]. ¿Qué nos podemos encontrar en este nuevo disco diferente a 'Solpor'?

Las percusiones tienen mucha fuerza. Son el inicio de lo que marcó la composición de origen, el concepto. Tenía claro que quería que tuviesen mucha presencia por la conexión con Xosé Lois Romero. Poder contar con una persona que tiene tanto conocimiento y tiene tanto investigado sobre la percusión, me hizo ver que casaba mucho con lo que yo quería hacer. Todo el disco gira en torno al misticismo y a la cultura espiritual, pero todas las canciones tienen su particularidad.

'Solpor' no es que sea una recopilación de singles, pero no tiene un concepto cerrado más allá de lo que es la fusión de la electrónica y la música tradicional gallega. También me permitía afrontar un primer trabajo desde una libertad de no estar cerrado a nada concreto. 'Embruxo' tiene los marcos mucho más delimitados. No quería hacer un Solpor 2.0. Hay artistas que llevan haciendo el mismo disco toda la vida. Como artista quiero evolucionar y creo que plantear las cosas de manera diferente enriquece a la música en general. Eso, aunque un artista pueda mantener una serie de trazos comunes en su obra y un marco común.

En 'Solpor' el sample era la forma de producción principal relacionado con eso de la folktrónica. ¿Es igual en 'Embruxo'?

Sí, de hecho yo en esa época quería samplear porque era la técnica que me apetecía en ese momento. Creo que meternos en el estudio fue un paso hacia adelante. Al final en el sample tu estás muy condicionado. En él, si algo te gusta está guay porque tú escoges esa textura o ritmo, pero no está grabado por ti y no tiene esa misma calidad. Es decir, no está hecho de la manera que tú quieres, mientras que yendo al estudio tú ya vas a hacer un sonido más puro y de mayor calidad y poder tratarlo desde otra perspectiva.

¿Es por mantener la pureza de lo tradicional?

A mí me gusta que se mezcle con lo tradicional, pero es una mezcla. Lo que me gusta de la música tradicional es poder llegar a nuevos ritmos desde una raíz. Creo que al final el disco tiene temas de diferentes estilos, pero con un hilo conductor en la percusión. Quería hacer un disco más conceptual y más cerrado de sonido, pero teniendo elementos presentes en todas las canciones.

En su momento, decía que el objetivo en 'Solpor' era actualizar la música gallega y que se conociese en todo el mundo. ¿Es el mismo en 'Embruxo'?

Sí. Creo que sigue habiendo elementos de identidad gallega tanto en el concepto como en los sonidos que se pueden llevar a un punto previo. Es decir, gente de generaciones más jóvenes que igual no conectarían con la tradición por otros estilos en los que se mezclan; como la música celta o la folk, que vienen de la influencia de décadas pasadas que faltaba por actualizar, cuando aparecen nuevas músicas que tocan con otros estilos más novedosos creo que la gente puede interesarse por una tradición más pura.

O sea, ¿exportar Galicia sin perder las raíces?

Claro. Para mí las dos partes son fundamentales. En lugar de “exportar” diría más bien mostrarla al resto del mundo. No soy embajador gallego, pero sí que me gusta enseñar de donde vengo y la cultura a la que pertenezco. Para mí Galicia es súperimportante y está presente en todo lo que hago. De hecho, la gran parte del público fundamental es gallego. Y, obviamente, yo como gallego al hacer la música tengo unos sentimientos propios que creo que puedo transmitírselo a los demás.

En esta época en las que hay artistas que solo viven de singles, 'Embruxo' es un trabajo con 10 canciones. ¿Por qué esta apuesta?

Es una demostración como artista. Creo que los discos largos son los que marcan la trayectoria de uno, estemos en el momento en el que estemos. Claro que puedes sacar un disco de singles, pero yo quería sacar un LP en conjunto con conceptos cerrados y un hilo conductor.

El 'Embruxo' está en que tú te atrapes por el concepto y por la sonoridad que quiero mostrar

Con la salida de la canción 'Meigallo', compartió un storie en Instagram de un señor riéndose ante alguien que no sabía lo que es [significa brujería en castellano]. ¿Qué querías representar exactamente con esta canción?

Pues la referencia a ese señor es porque creo que es muy difícil explicar muchos de estos términos en gallego [risas]. Son términos muy ambiguos, pero que forman parte de nuestra sociedad y como gallegos nos entendemos. Son palabras difíciles de explicar, pero también difíciles de documentarse sobre ellas si quieres informarte. Por eso, me pareció muy interesante este señor, que es de un reportaje de 'Equipo de Investigación' en el que van al Santuario de Nosa Señora do Corpiño y se habla de lugares donde se hace exorcismo. En realidad tiene un poco ese significación de posesión sobre alguien, pero no siempre para hacer mal, sino de querer meterlo en un mantra, que es algo que quiero hacer yo con el disco. Ese es el embruxo, que tú te atrapes por el concepto y por la sonoridad que yo quiero mostrar.

Tanto en 'Veleno' como en 'Meigallo' hay ciertos versos en castellano. Siendo la mayor parte de las canciones en gallego, ¿cómo se explica esto?

Porque forma parte de la tradición. Buscando coplas, encontré al cancioneiro de Dorothé Schubarth y Antón Santa Marina, en el que indagué sobre la relación entre coplas tradicionales que hablasen de seres mágicos, elementos de la naturaleza o de los astros. Eso fue lo que me sirvió de temática para las letras de 'Embruxo'. La mayor parte de las letras están mezcladas el gallego con el castellano. Hay casos en los que llega a ser castrapo [nombre que se le da en Galicia al gallego mezclado con el castellano]. Igual que se mantiene la gheada o el vocabulario, había que mantener esa esencia.

Cuando hicimos 'Veleno' Rodrigo y yo llegamos a una conclusión, un poco inconsciente al inicio, de que era una unión de culturas tener coplas en gallego, asturianu y castellano.

¿Un poco por eso de gallegos y asturianos, primos-hermanos?

Sí, bueno [risas]. Fue algo totalmente inconsciente, yo tenía unos versos en gallego que Rodrigo ya conocía en asturianu.

Siempre tuve claro que las voces de las mujeres fuesen claves porque parte de la transmisión oral y cultura popular que conocemos de Galicia hoy en día es gracias a ellas

Llama la atención que en casi todos tus trabajos hay más voces femeninas que masculinas.

Siempre tuve claro que las voces de las mujeres fuesen claves porque parte de la transmisión oral y cultura popular que conocemos de Galicia hoy en día es gracias a ellas. Además, tuve la oportunidad de trabajar con Lilaina, que a mayores de las voces que tienen, creo que encajan perfectamente con la temática.

Las mujeres de las aldeas, las que son casi meigas recogidas en los cancioneiros, están hoy casi desaparecidas.

Muchas veces la Iglesia convierte lugares con importancia en la historia en su imaginario cristiano

Ha hablado de las historias de los vivos y los muertos en Galicia y su persistencia en los años. Esto se ha mezclado siempre con la cultura cristiana. ¿Cómo cree que ha ido cambiando?

Fue un análisis que he recogido en la fase final del trabajo, donde pensé que este era un disco pagano con relación con el cristianismo. Es una cosa intermedia. Muchos de estos mitos se cogen por el cristianismo y se toman con su propia conveniencia.

Aunque no se hable en el disco de la historia de María Soliño, ella era una mujer de la zona de O Morrazo (Pontevedra) que perdió a su marido después de una invasión pirata. Tenía un poder adquisitivo bastante elevado, pero se quedó sola. Con su soledad, a ella y a otras mujeres viudas la Iglesia las acusó de bruxas y las mató. Después, la Iglesia se apropió todos sus bienes. Entonces, ahí está esa relación también de convertir festividades paganas en fechas importantes para el cristianismo; como puede ser la noche de San Xoán. El videoclip de 'Veleno' lo grabamos en las Ruinas de San Tirso en Xove (Lugo), son las ruinas de una vieja iglesia. Antes de ella, ahí había un castro. Muchas veces la Iglesia convierte lugares con importancia en la historia en su imaginario cristiano.

Hablando de épocas de cantigas de amigo y de la Galicia medieval, hay muchas partes de la historia gallega que no se cuentan en los colegios. Por ejemplo, 'As Revoltas Irmandiñas'.

Sí. Justo de ellas no es que sea ningún experto, pero hace poco leí que Galicia era el lugar de Europa donde más castillos se habían quemado. Creo que muestra un poco también nuestro carácter [risas]. Es cierto que haciendo el disco, me sumergí en temas de nuestra historia que de otra manera nunca hubiese descubierto. Por ello, es muy importante revisionar e indagar sobre ciertos relatos, para volver a ellos y saber más de las dos frases que puedes conocer.

Cuando reinterpretas lo tradicional lo haces desde un punto de vista popular de cada generación, creo que debe haber rupturas más a menudo, no cada 40-50 años

Hablando del pasado más reciente de la música gallega, ¿qué es lo que une y qué es lo que diferencia a Baiuca de grupos más tradicionales como 'Fuxan os Ventos'?

Con Fuxan creo que me unen muchas cosas. Ellos justo pertenecen a una generación rupturista en la que hay un cambio que casi no se produce hasta los días de hoy. Creo que esas rupturas deben ser más habituales. Es decir, no estamos hablando de tradición, sino de una reinterpretación en clave de otras músicas para acercarlas a nuevos públicos. No se destruye la tradición, la tradición sigue estando ahí para el que la quiera. Cuando reinterpretas lo haces desde un punto de vista popular desde cada generación, creo que debe haber rupturas más a menudo, no cada 40-50 años. Está claro que la música folk o la celta creó prácticamente un género popular galego. Sin embargo, espero que dentro de cinco años, gente más joven que yo dé una visión musical diferente a la mía.

A nivel nacional hay esa recuperación de sonidos propios también con grupos como Califato 3/4 o más mainstream con C. Tangana reivindicando una identidad propia. ¿Es por algo en concreto?

Sí que es cierto que a nivel estatal los artistas están viendo hacia sus raíces. Cada ejemplo que salga sirve para que un nuevo artista lo explore. Que C. Tangana haya hecho 'El Madrileño' sirve como referente para otra mucha gente que igual se plantea tirar por ahí. Es igual que si alguien en Galicia ve que lo que hago yo funciona, puede dar su visión desde otro punto.

Sin embargo, los grupos que comentas no dejan de ser una identidad del sur, incluso el disco de 'El Madrileño' es una visión hacia la cultura que viene del sur. Esa perspectiva durante décadas ha estado muy presente como la cultura más hegemónica en España. Incluso la rumba catalana viene del sur. Por ello, creo que las músicas del norte –como Amorante, Rodrigo Cuevas o Idoipe– están en el momento de reivindicarse y recompensar esas décadas en las que se nos tuvo olvidados.

Claro. Teniendo en cuenta cierto centralismo en el Estado, ¿cómo de importante es reivindicar la cultura propia?

Para mí la reivindicación que hago principalmente es gallega, pero creo que en el Norte peninsular hay unas conexiones que se deben tener en cuenta. Es positivo para todos unirnos en ese sentido. En el Norte existen más conexiones con la música gallega. Hay instrumentos comunes que forman parte de esa zona, pese a que, al final, los ritmos de la música gallega, no son europeos, sino que vienen de África del Norte, de Magreb.

¿Cómo se da esa conexión?

Hay muchos ritmos comunes. Yo cuando escucho canciones de esa zona, o de Marruecos, siento más identificación con Galicia que con países del Norte de Europa. Claro que hay una parte de la cultura celta en la que la gaita, la zanfona o las violas son los elementos conductores. Pero, si nos vamos puramente a voces o percusiones, creo que ahí es África quien lo domina.

Se dice que la música en nuestros días es un método de identidad. ¿Cómo influye Baiuca a ello?

Para mí cuando doy un concierto en Santiago, o aquí en Madrid está lleno de gallegos, veo que se crea una conexión emocional súper fuerte que sirve un poco de reivindicación de nuestra cultura. Es algo que se crea ahí, pero esa forma de crear país tampoco es algo que piense de un modo consciente. Me encanta que la gente se pueda identificar.

He de confesar que algo que pienso recientemente es que si algún día me convierto en un referente espero que sirva para demostrar que el gallego está vivo, que se puede exportar y que se pueden dar conciertos en nuestra lengua en todas las partes del mundo. Si sirve para que la gente identifique el gallego como su idioma que puedan hablar y con el que se deberían comunicar, me parecería algo súper enriquecedor.

Una pareja de baile gallega, tocando música gallega y la gaita con los colores de la bandera de España creo que hace convertir esos elementos en algo que no son. No pertenecen a nadie más que al pueblo que las originó

Habla en muchas ocasiones de un “ideario galego”. ¿Considera que es también la música un método de identificación política?

Creo que no debería serlo. Entiendo que puedas emplear la música para hacer reivindicaciones. Pero, no me refiero tanto a que lo usen los músicos, sino a que desde las estructuras políticas se adopten unas músicas como propias. No me gusta y no creo que sea positivo. Parte de ese mimo que hay sobre el flamenco es porque en cierto modo, durante el régimen franquista, se apropió de ese regionalismo español. Después, también pasamos por una etapa de rechazo con todo con lo que tenía que ver con la dictadura y las músicas populares del resto del Estado no tenían nada que ver con la andaluza. Por ejemplo, una pareja de baile gallega, tocando música gallega y la gaita con los colores de la bandera de España creo que hace convertir esos elementos en algo que no son. No pertenecen a nadie más que al pueblo que las originó.

Hasta hace nada tocaba en sitios como Milán, Londres o París. ¿Cómo han afectado las restricciones COVID en ese sentido de dar a conocer la música?

Tampoco es que llevase toda la vida tocando fuera, no me fue difícil desacostumbrarme [risas]. No, pero a nivel artístico no me vino mal ese parón y dar un paso atrás. Pude centrarme en 'Embruxo', que no trata sobre la pandemia, pero estaba previsto hacerlo durante ese tiempo. Tengo ganas de volver a viajar, pero tampoco me mata la prisa. El disco es muy reciente y no quiero pensar mucho más allá.

¿Se sigue escuchando Baiuca fuera de aquí?

Sí. Aunque la globalización tenga muchas cosas malas creo que el hecho de que me puedan escuchar en cualquier parte del mundo es algo bueno. Aún así, el groso de la gente que me escucha está en la península.

Hace un año salió 'Adèlia', junto con Haema. ¿Habrá nuevas colaboraciones internacionales?

No tengo nada en mente. Sin embargo, me interesa trabajar con culturas próximas a la gallega: hermanas o primas. Me interesan las músicas del Norte peninsular, la conexión portuguesa, la del Norte de África.

Es importante que gallegos, vascos y catalanes estén presentes en el resto de la Península haciendo música en su idioma

Fue el artista de habla gallega más escuchado en 2020 en Galicia en Spotify, por delante de históricos como Carlos Núñez o Luz Casal. ¿Un balance de los últimos tiempos?

Ha sido un paso importante el romper esta barrera del idioma. Es importante que gallegos, vascos y catalanes estén presentes en el resto de la Península haciendo música en su idioma. Cuando empecé a hacer música, parecía imposible cruzar esa puerta de hacer algo “tuyo” que funcione. Por ejemplo, hay que destacar la labor de 'Verto', que son unos chavales de Santiago que lo que hacen no deja de ser pop en gallego, pero es algo súper necesario. Era una de los huecos vacíos en Galicia: hacer una música más global, en gallego y para gallegos, pero que a su vez se escucha fuera de la Península. Creo que así se da a conocer lo nuestro.

Para normalizar la lengua no hace falta hablar solo de la opresión que sufre el gallego.

Claro. Es un poco lo que decía de que si puedo ser un referente, que sea haciendo lo que hago y con naturalidad y que eso sea la referencia. Que no tenga que decirle a nadie cómo hacerlo ni reivindicar nada concreto a través de las letras. El hecho de hacer música en gallego ya es una reivindicación.

Siendo un representante de la “actualización” de la música gallega, ¿qué le parece la marginación que se hace a las lenguas minorizadas como el gallego en TikTok o Instagram?

Muchas veces el catalán está presente y el gallego no. Y si está, muchas veces es mal traducido o con errores. Y es como: “¿Por qué?”. Pero creo que parte de la responsabilidad es también nuestra. Si nosotros demostramos que hay un público que quiere más contenidos en gallego, tarde o temprano pasará. Es muy positivo que se hagan campañas en redes demostrando que tenemos fuerza y que somos muchos los que queremos las plataformas en gallego. Tenemos que demostrarles que merece la pena. Al final no dejan de ser medios privados que toman decisiones en función de su beneficio.

Se ha hablado últimamente de la posibilidad de que artistas actuales hagan el himno del centenario del RC Celta. Por Instagram se ha visto algún cameo con la camiseta del Celta de pequeño mencionando a C. Tangana, quien tuvo aquella “polémica” cuando ofreció su ayuda. ¿Puede adelantar algo?

[Risas] Simplemente fue por entrar en el juego. Soy del Celta desde pequeño y simplemente quería mostrar que si hubiese interés, por mi parte aquí estoy.

Ayudaría encantado a hacer con C. Tangana el himno del RC Celta

¿Valoraría positivamente que C. Tangana hiciese el himno del Celta?

Creo que el himno debe ser sí o sí en gallego. Él tiene raíces gallegas y si está dispuesto a cantar en nuestra lengua, genial. Además, ¿quién puede darle más visibilidad al himno del RC Celta en gallego que C. Tangana?

¿Le ayudaría?

Yo, encantado.

Etiquetas
stats