Ecografías fantasma: así es el plan de la Xunta que está frenando el 95% de las pruebas pedidas por Atención Primaria
Galicia está ensayando un método para borrar de un plumazo lo fundamental de sus listas de espera en pruebas diagnósticas ecográficas solicitadas por los médicos de Atención Primaria. El pasado 13 de noviembre la dirección del área sanitaria de Santiago de Compostela comunicó el inicio de su plan por medio de un correo electrónico que ha revolucionado las consultas de los médicos que defienden la primera línea de batalla en el cuidado de la salud de los ciudadanos que tienen asignados. El mensaje, a cuyo contenido ha tenido acceso elDiario.es y que se puede leer en su integridad al final de estas líneas, incide en un dato que preocupa a los gestores sanitarios: solo en el área de atención que afecta a la capital gallega y su comarca hay 12.000 ecografías solicitadas, pero aún pendientes, algunas con retrasos cercanos a un año. Muchas de esas pruebas se derivan a la sanidad privada, a través de los centros concertados con los que trabaja el sistema público.
La comunicación remitida por las autoridades sanitarias gallegas a sus facultativos anunciando revisiones del trabajo pendiente es clara a la hora de explicar el propósito de su plan: “El objetivo es reducir la lista de espera, eliminar peticiones innecesarias y priorizar las de mayor valor clínico”.
Con esa finalidad el Servizo Galego de Saúde (Sergas) se dispone a recalificar las pruebas que los doctores de Atención Primaria habían pedido para sus pacientes. Se pretende eliminar duplicidades, revalorar la prioridad de cada prueba y, sobre todo, enfrentar la lista de espera no con un aumento de personal para sacar adelante el trabajo, sino con la creación de un grupo de trabajo que se está encargando ya de anular pruebas, reevaluar otras y priorizar las menos. El equipo que el Gobierno de Galicia ha elegido para la tarea responde al nombre de “Unidad de Valoración Ecográfica de Atención Primaria”.
Aquellos a quienes se están frenando sus pruebas, previamente autorizadas por su médico, solo podrán someterse a ellas de manera inmediata si acuden a un centro privado, previo paso por caja. Muchos de ellos llevan casi un año esperando por un diagnóstico y ahora vuelven a la casilla de salida por las decisiones de esa nueva unidad evaluativa cuya composición la Xunta no aclara, amparándose en los derechos de protección de datos.
Los 18 del 'comando ecografía'
Nadie conoce sus indentidades, solo que son 18 médicos a los que el Sergas ha encargado la tarea de adelgazar la desproporcionada lista de espera conformada por miles de ecografías que estaban esperando multitud de pacientes del área de Santiago. El equipo lleva trabajando apenas tres semanas. En ese tiempo han revisado 800 pruebas solicitadas por los médicos de cabecera. La conclusión de este trabajo, según los datos ofrecidos por la Xunta a esta redacción, es demoledora: el 95% de las pruebas se quedarán en un limbo y solo 40 de esos pacientes tendrán, a lo largo de los próximos días, la cita con los ecógrafos que sus médicos han recomendado para evaluar sus dolencias.
Cuando este equipo niega la luz verde a la prueba solicitada pueden pasar dos cosas: la primera es que ese examen quede anulado, la segunda es que el proceso vuelva de nuevo al médico de cabecera que solicitó la ecografía para que, durante una nueva cita con el paciente, decida si se reafirma en su primera decisión.
Conscientes de que su plan puede suponer de facto una desautorización del trabajo de los médicos de Atención Primaria, la administración se justifica en el correo electrónico enviado a mediados de noviembre: “No se pretende cuestionar ninguna indicación, sino facilitar la realización de las ecografías realmente necesarias y optimizar los recursos”.
Otra barrera para la atención hospitalaria
Desde una de esas consultas una doctora con décadas de experiencia explica a esta redacción cómo es el momento en el que le tiene que decir a los usuarios que la prueba de la que estaban pendientes no se va a realizar: “Es frustrante cuando tengo que explicar que contra mi criterio otra persona ha decidido que no se va a hacer una prueba o que un especialista ha decidido no verlo. Si el paciente confía en ti sabe que no eres el responsable de esa negativa”. La medida, asegura esta doctora, tiene el riego de convertirse en “otra barrera de acceso desde la Atención Primaria a la atención hospitalaria”.
Sobre todo lo anterior sobrevuela la intención de la Xunta de hacer que sean los médicos de familia quienes se encarguen de realizar ellos mismos las pruebas ecográficas que consideren oportunas. Desde las consultas confirman a esta redacción que en algunos centro de salud han empezado a llegar pequeños aparatos portátiles de exploración ecográfica para que los médicos de cabecera asuman esa nueva tarea. En comunicación con esta redacción, un portavoz de la Consellería de Sanidade lo rubricaba en los siguientes términos: “La Xerencia de Santiago trabaja para darle mayor autonomía a la primaria, ampliando la cartera de servicios en muchos centros: además de la ecografía clínica, se realizan cirugía menor o infiltraciones”.
Mientras tanto el equipo de 18 doctores creado por la sanidad gallega para purgar las listas de espera sigue con su trabajo. En sus primeras tres semanas solo ha priorizado el 5% de las pruebas que estaban pedidas. Además, fuentes de las gerencias de cuatro áreas sanitarias gallegas han asegurado a fuentes consultadas por esta redacción haber recibido la orden informal de dejar de derivar este tipo de pruebas a clínicas concertadas para acabar con el atasco. Fuentes oficiales de la consellería de Sanidade niegan que tal afirmación se corresponda con la realidad.
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