Cuando Feijóo decía que los funcionarios “ya se esforzaron bastante”
El pasado verano Galicia olía a adelanto electoral. El rescate que parecía inminente, el incierto futuro de Novagalicia Banco o el desempleo galopante parecían factores más que suficientes para que el PP decidiera un adelanto que todos sus dirigentes negaban en público. Mientras los conservadores enredaban en los titulares de prensa con la defensa de medidas de última hora como el recorte del Parlamento, el presidente de la Xunta aprovechaba un acto tan estival como la inauguración de un albergue de peregrinos en O Pino para, a preguntas de la prensa, exaltar el “enorme esfuerzo” que estaban realizando los empleados y empleadas de la Administración, suficiente como para no tener que cargarles más el carro de los recortes. Justo lo contrario de lo que el revalidado gabinete de Alberto Núñez Feijóo acaba de decidir, con el tijeretazo de un 4% en los salarios del personal público.
En aquella declaración, efectuada después de que el Gobierno central ratificara la supresión de la paga extra de Navidad, Feijóo aseguraba creer “que a los empleados públicos ya no les podemos pedir más”, tanto por la supresión de la extra como por la “bajada retributiva” del 5% aplicada por Zapatero que él, aseguraba, no compartía. Un mes después de aquellas palabras el entonces lehendakari, Patxi López, adelantaba las elecciones vascas al 21 de octubre y siete días más tarde Feijóo hacía lo propio con las gallegas. El primer día después del adelanto el líder conservador retomaba su discurso sobre los funcionarios y demás personal de la Administración pero en clave de compromiso: Si el PP volvía a gobernar, en Galicia no habría recortes salariales, les venía a decir.
En una entrevista con el Faro de Vigo Feijóo realizaba una promesa diáfana: “Yo a los funcionarios no les voy a pedir más esfuerzos desde el punto de vista retributivo. Ya han hecho bastante”, sentenciaba el presidente, que iniciaba el camino de la reelección afirmando además que el cuadro de personal de la Xunta podía “estar tranquilo” a pesar del decreto del Gobierno central que acababa de abrir la puerta a la aplicación de despidos colectivos de la Adminstración. “A los contratados temporales y a los funcionarios les pedimos un esfuerzo, pero su trabajo no corre ningún riesgo”, declaraba en la misma entrevista.
En aquellos mismos días el aspirante a revalidar la Presidencia explicaba, en este caso desde los micrófonos de RNE, que su apuesta por no recortar salarios era perfectamente conciliable con reducir gasto de personal. En los Presupuestos de 2013 la Xunta iba a tener “una capacidad enorme para ahorrar” en este gasto pero por vías como el control del absentismo, nunca con recortes. Con estas afirmaciones fue llegando el período electoral y, a pocos días de la cita con las urnas, incluso se desmarcaba de la supresión de pagas extra, que sólo acataba porque hace falta “cumplir la ley”. Pero, en su opinión, “sería mejor un recorte proporcional a lo largo del año”, explicaba en una conversación con el diario El Progreso.
El recorte, ausente del programa del PP
A lo largo de la propia campaña electoral Feijóo repetía en múltiples intervenciones públicas que la “solvencia” de Galicia permitía no recortar sueldos públicos. “Hace cuatro años éramos el ejemplo a evitar y hoy somos el modelo a seguir”, decía el 12 de octubre en un mitin en O Barco de Valdeorras. En todos esos actos electorales el conservador prometía el cumplimiento de su programa, un “único” compromiso frente a los “cinco partidos” que, reiteraba, eran la única alternativa al PP. No obstante, un vistazo permite conocer que el recorte que ahora se anuncia no estaba incluido en él.
En las seis páginas que el programa popular dedicaba a la función pública el PP anunciaba su intención de “continuar realizando una permanente adaptación de las estructuras administrativas” a la “situación económica”, con “medidas que, dentro de las restricciones presupuestarias, puedan motivar a los empleados públicos a trabajar mejor y aumentar su productividad”. “Los importantes sacrificios realizados por los empleados públicos en los últimos tiempos deben ser reconocidos con medidas de flexibilización y estímulo al rendimiento”, reflexionaba el documento antes de anunciar proyectos concretos como una Lei do Estatuto Galego do Empregado Público o cambios en los procesos de selección de personal. Pero nada de recortes hasta el pasado viernes, dos meses después de las elecciones.