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Feijóo ya no se descarta como sucesor de Rajoy en el cartel electoral del PP

Núñez Feijóo y Jordi Évole en la entrevista de Salvados

David Lombao / David Reinero

La reeditada fase de expansión de la figura de Alberto Núñez Feijóo por los medios de comunicación editados en Madrid y -en menor medida- Barcelona ha tenido este domingo una cita clave con su aparición en el programa Salvados, de laSexta. En uno de los momentos más inciertos para los intereses electorales del PP en España a medio plazo el presidente de la Xunta ha accedido a ser entrevistado por el periodista Jordi Évole. Las novedades que ha dejadoen el programa, grabado en Os Peares, su pueblo natal, han sido escasas en clave gallega, pero su intervención en una de los canales y uno de los espacios televisivos más cotizados en la política estatal sí ha servido como carta de presentación del líder del PPdeG para una parte de la audiencia española escasamente acostumbrada a su figura, ante la que ha evidenciado que ya no se descarta como relevode Rajoy mientras intenta pulir o dejar atrás episodios incómodos de su trayectoria, especialmente su comprometida relación de años con el contrabandista de tabaco y narcotraficante Marcial Dorado.

Como en todas las múltiples entrevistas que ha concedido a medios de ámbito estatal desde el pasado enero, también en Salvados Feijóo ha querido dejar claro que no urdirá una maniobra interna para desbancar a Rajoy. Cuestión distinta, ha venido a decir, es si el actual presidente del Gobierno de España decide no repetir como cartel electoral del PP. Sobre ese hipotético escenario el presidente gallego ha sido cuestionado por las eventuales posibilidades como sucesoras de Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal y a ambas les ha adjudicado cualidades como “formación, información y oficio” para la vicepresidenta y, a mayores, experiencia de gobierno en una comunidad autónoma para la ministra de Defensa. “Que un presidente de Gobierno haya sido presidente de una comunidad autónoma es positivo para España”, señaló antes de admitir que “sería una contradicción”, dicho esto, descartarse a sí mismo como candidato en ausencia de Rajoy.

Con el debate sucesorio como telón de fondo Feijóo ha tenido que enfrentarse en la entrevista al episodio que torpedeó sus aspiraciones en 2013, la publicación en El País de las fotografías que revelaron su relación con Marcial Dorado a mediados de los años 90, cuando el actual presidente dirigía la sanidad pública gallega. Tras recibir de Évole un ejemplar del libro Fariña, de Nacho Carretero -sólo había leído los fragmentos que incluyen referencias a él mismo, ha admitido-, Feijóo ha reiterado que en el momento en que fueron tomadas esas imágenes “difíciles de explicar” él ignoraba que Dorado era narco o que su actividad como contrabandista ya lo había llevado a ser detenido, tal y como había reflejado ampliamente la prensa de la época.

“A veces puede no entenderse, pero lamentablemente esa es la verdad”, ha subrayado tras recordar que conocía la existencia de las fotografías desde 2004, cuando tras “un registro” de la Agencia Tributaria en la casa de Dorado se lo contó el “delegado del Gobierno de la época” -el delegado del Gobierno central en Galicia era el popular Arsenio Fernández de Mesa hasta abril de ese año, cuando fue relevado por el socialista Manuel Ameijeiras-.

“Terrorismo incendiario”, corrupción y Catalunya

Más allá de alegar ignorancia en la relación con Dorado y asegurar que le “costaría mucho” creer que el PP “se haya financiado” con dinero del narcotráfico, en la línea de lo afirmado por narcos como Laureano Oubiña, el principal asunto ligado estrictamente a Galicia sobre el que ha tenido que responder durante el programa ha sido la ola de incendios del pasado 2017, que insistió en atribuir al supuesto “terrorismo incendiario” tras evitar justificar el gasto de 77.000 euros que, como reveló Praza.gal, la Xunta destinó a divulgar esa teoría como publicidad en diarios impresos. Feijóo ha vuelto a atribuir la tesis de las supuestas tramas a la Fiscalía -que la volvió a descartar- y, al ser preguntado al respceto, ha admitido como “metedura de pata” su icónica fotografía simulando apagar un incendio con una manguera de jardín en 2006. “He aprendido de mis errores”de aquel año, ha afirmado tras reprochar que el Gobierno de PSdeG y BNG “decía que por detrás de los incendios estaban los alcaldes del PP” -una directriz interna del partido en la provincia de A Coruña había ordenado “dilatar” la constitución de brigadas municipales contra el fuego-.

Esa admisión de errores no la ha extendido Feijóo a otros de los actos protagonizados por él mismo en aquel primer año como líder del PPdeG, los de las recogidas de firmas contra el Estatut de Catalunya. En este sentido, también sobre Catalunya, el presidente gallego ha intentado navegar entre una matizada petición de “disculpas” por las cargas policiales del 1-O y una no menos matizada ratificación del “símil” en el que, durante una intervención en la Cadena SER, había comparado eventuales negociaciones con el soberanismo catalán con las “pistolas” de ETA. En apenas un minuto Feijóo ratifica esa frase y se corrige a sí mismo.

En el transcurso de la conversación, en la que ha dicho concordar con que el PP es una “derecha moderna” donde él “entró” cuando “ya no estaban” personajes incómodos como Pablo Crespo, número dos de la trama Gürtel -permaneció en el Consejo de Portos de Galicia los dos años que Feijóo, como conselleiro de Política Territorial, tuvo competencias sobre ese ente público-, el titular de la Xunta ha desdeñado también nuevamente la convocatoria de la huelga feminista del 8M, que el PPdeG descalificó por ser “lo más machista que se puede hacer”. Cabe preguntarse, cree, “por qué” ha sido convocada este año se “llevamos cuarenta años de Constitución Española” y sugiere que puede tratarse de una “utilización” de las mujeres “para que los partidos políticos hagan determinados planteamientos políticos”.

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