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ENTREVISTA Xabier Vázquez Pumariño

Xabier Vázquez Pumariño, biólogo: “Cazar lobos incrementa los ataques al ganado”

El biólogo Xabier Vázquez Pumariño

Beatriz Muñoz

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La literatura científica sobre la relación entre la caza de lobos y los daños en la ganadería dice que, cuando se matan ejemplares de Canis lupus, aumentan sus ataques. Así lo asegura el biólogo Xabier Vázquez Pumariño, que desgrana por qué no se puede concluir que estos animales son los responsables del aumento de las muertes de reses denunciadas en los últimos años. Tampoco se puede asegurar que este crecimiento de las notificaciones de los pastores indique que su población sube en los montes gallegos. “Esto puede sorprender. Imaginemos que sí hay más ataques de lobo. Lo que esto nos puede estar diciendo es que cada vez hay menos lobos”, expone y aclara que se debe a que las manadas se desestructuran al perder miembros. Al no ser capaces de cazar solos animales silvestres, recurren a los domésticos.

Los argumentos de este biólogo, socio de la organización que promovió la inclusión del lobo en el listado de especial protección, Ascel, cuestionan las razones de la Xunta para rechazar la prohibición de la caza de estos animales. El Gobierno gallego, en pie de guerra contra esta decisión junto con los de Castilla y León, Asturias y Cantabria, critica que se complica la gestión de una especie que provoca daños en las explotaciones ganaderas. Según los datos de la Consellería de Medio Ambiente, entre 2010 y 2020 los avisos dados por ganaderos pasaron de 691 a 1.303 en Galicia. Las reses muertas por ataques atribuidos a los lobos el año pasado fueron 2.310. En los últimos siete ejercicios no ha influido la caza de estos cánidos, puesto que las cifras oficiales indican que no se abatió ni un solo ejemplar. Vázquez Pumariño objeta que matar lobos “solo tiene efectos en la disminución de ataques cuando se hace por encima del 30% de la población”. Esto, agrega, supondría “profesionalizar” el hecho de matarlos y volver a la situación de los años 50 o 60. “Supongo que nadie quiere eso”.

¿Es fiable el censo de la Xunta (realizado entre 2013 y 2014 y actualizado en 2015) para saber cuántos lobos hay en Galicia actualmente?

Hay un problema técnico, que es que censar a los lobos es algo muy, muy difícil. Hay especies en las que puede estimar el número de forma bastante fiable, con el tema de los lobos es realmente complejo. Quiero aclarar que se les llama censos, cuando en realidad son estimaciones. El censo en Galicia no está mal hecho. Se puede hacer mejor, pero eso supone tener más recursos. Donde sí hay un problema es al estimar el número de individuos. Lo que se estima es el número de grupos o manadas, con una ligera variación por arriba y por abajo. El problema surge al multiplicar el número de grupos por el número de individuos de cada grupo. Ahí hay discrepancias. En Portugal, por ejemplo, que es un medio parecido al de España o Galicia, multiplican el grupo por cuatro individuos. La Xunta de Galicia hace años lo multiplicaba por nueve.

La última actualización de la Xunta estimaba en 90 el número de manadas reproductoras en territorio gallego, 14 de ellas compartidas con Portugal y las comunidades limítrofes. ¿Es una buena aproximación al número de lobos que hay?

La Xunta tiene unos datos que son bastante correctos. Hay una metodología detrás. ¿Podría hacerse mejor el estudio? Claro. Si se pone más dinero, más gente y más periodo de tiempo, salen mejor. En este tema, y en otros, hay un problema con los medios de comunicación: hay que distinguir claramente conocimiento científico de opinión. Se está mezclando todo y se da cancha a gente que simplemente da opiniones, como ganaderos y cazadores. Tienen derecho a tenerla, pero el conocimiento científico es otra cosa.

¿Los datos de 2015 son adecuados para utilizarlos hoy?

Sí. Pero hay otra cuestión importante: cuando se hace una estimación hay un grado de incertidumbre por arriba o por abajo. No se puede decir 'hay 90 grupos o 101'. Lo que se puede decir es que, usando esa metodología, se estiman 90 grupos, más-menos algún grupo. Si cinco o diez años después se aplica el mismo método y dice que hay 91 grupos, no se puede concluir que está creciendo la población.

¿Por qué es más difícil calcular el número de individuos en los lobos que en otras especies?

Porque es una especie muy escasa, con territorios amplísimos. Son capaces de caminar 50 kilómetros en una noche. Cuando estás en el campo y localizas lo que crees que es un grupo, no sabes si es el de las montañas de al lado, el vecino o un grupo que viste antes. Necesitas hacer muchos muestreos y eso es muy caro porque hay que tener gente muy especializada, trabajando en condiciones muy duras. Hacer esto mucho mejor es caro. Ahí es donde hay que exigirle a la Xunta que ponga dinero sobre la mesa y que hay que hacer un monitoreo constante.

¿Cuál es un buen sistema para hacer un seguimiento de la población de lobos?

Lo ideal es tener un monitoreo constante de los procesos naturales en las poblaciones silvestres. En esto todas las administraciones fallan muchísimo.

Según los datos de la Xunta, los ataques de lobos han subido en los últimos años.

Esos datos no tienen por qué ser de ataques de lobo. Lo que se está reportando es una melé de cosas. No se puede decir que aumenten, no lo sabemos. Normalmente un ganadero avisa cuando tiene un supuesto ataque. Hay un animal que está comido y los agentes van allí y apuntan que es un ataque de lobo. Pero no tiene por qué serlo. La mayor parte de los ataques a ganado son de perros. Pueden ser perros con collar y nombre y apellidos. Hay un dato no muy conocido que es que en Reino Unido pierden todos los años millón y medio de libras por muertes de ovejas en rebaños por ataques de perros. En el Reino Unido no hay lobos desde la Edad Media. Aquí hay muchos perros asilvestrados. En mi opinión, los que aumentan son los ataques de perros.

Por ejemplo, en una de las últimas batidas que autorizó la Xunta, en Guitiriz, mataron a una perra. A lo mejor, si mataron a una perra, es porque había una perra y no lobos. Un año después intervino la Guardia Civil en una aldea al lado por un hombre que tenía no sé cuántos perros sin comer y los animales vagaban por la zona matando lo que podían.

¿Deberíamos hablar de ataques de perros y de lobos, entonces?

Para ser rigurosos, de lo que hay que hablar es de ataque de cánido. ¿Cómo se discrimina? Hay una forma que hace 10 años era ciencia ficción pero ahora es barata, que es tomar muestras en los tejidos del animal muerto. Ahí se detecta saliva y podemos discernir si pertenece a un perro o a un lobo. ¿Qué pasa si estamos en medio del monte y encontramos un potro muerto, miramos la saliva y sale lobo? Aun así no estamos seguros de que sea un ataque. Puede ser carroñeo. Los animales en ganadería extensiva, sobre todo las vacas, están en una situación comprometida. Y en parte tiene que ver con la PAC (Política Agraria Común de la Unión Europea), que paga por número de animales que tengas en el monte, los tengas como los tengas. Los animales pueden morir por miles de cosas: desde rayos a enfermedades o roturas de patas. Una vez que está muerto, los lobos van porque son carroñeros. No quiere decir que mataran al bicho, quiere decir que lo comieron. Hay muchas posibilidades que hay que desbrozar para tener un mínimo de rigor. Puede incluso que lo mate un perro y lo carroñee un lobo o al revés, o puede ser muerte natural y que vayan a comerlo tanto perros como lobos.

Otro tema que debería llevar a la reflexión es el de las razas de las vacas. En los últimos años hubo una manía de crear razas más o menos puras que se han convertido en marcas. Se están creando vacas escogidas por su aptitud cárnica, es decir, los terneros con el culo más grande, los que dan más carne...Se está haciendo una selección negativa de la aptitud de esa vaca para vivir en el monte. Antes se seleccionaban vacas que eran capaces de comer hasta ramas de árboles y de defenderse del lobo y de parir solas en el monte. A día de hoy muchas mueren en el parto o se debilitan ellas y los terneros. Si aparece un lobo o un perro, eso es darles oportunidades. Hay un problema de gestión muy complejo de la ganadería y al final el último culpable es el lobo, que pasaba por allí.

¿Y si se analizan las muestras genéticas y se confirma que hay más ataques de lobo? ¿Cómo se puede interpretar?

Esto puede sorprender. Imaginemos que sí hay más ataques de lobo. Lo que eso nos puede estar diciendo es que cada vez hay menos lobos.

¿Cuál es la explicación?

Que los lobos son especies sociales y son únicamente capaces de cazar en grupo. Seleccionan preferentemente presas silvestres, al contrario que los perros, que comen presas domésticas. Si hay caza, furtiva o no furtiva, o muerte por veneno, lo que les pasa a las manadas es que se desestructuran, sobre todo si muere la hembra alfa. Una vez desestructurado el grupo, no son capaces de cazar de forma individual presas silvestres por su cuenta. Entonces recurren a arriesgarse y cazar presas domésticas. Un incremento de los daños en la cabaña ganadera puede significar una desestructuración de las manadas, una disminución del número de individuos. Esta es una de las razones por las que no se puede cazar lobos, porque solo tiene efectos en la disminución de ataques a ganado doméstico cuando se hace por encima del 30% de la población. Eso supone profesionalizar el hecho de matar lobos y hacerlo de forma sistemática como en los 50 o 60. Supongo que nadie quiere volver a esa situación. Pero eso de que hay más lobos porque hay más ataques...No lo sabemos y puede ser indicador exactamente de lo contrario. Si hay que hacer una hipótesis sobre por qué aumentan los daños, lo más probable es la disminución de los lobos, no el aumento.

¿Mantener las actividades de caza para controlar la población es una decisión sin base científica?

La literatura científica al respecto dice que cazar lobos incrementa los ataques. Hay estudios en España y en otros países que lo dicen.

¿El lobo tiene que estar en el listado de especies en régimen de protección especial?

Sí, pero mi opinión no es importante. Nos estamos olvidando de lo fundamental. El real decreto 139/2011 crea un procedimiento por el cual cualquier individuo u organización puede solicitar la inclusión de una determinada especie en el listado. El procedimiento reglado es que un comité científico lo revisa y emite su veredicto y el Gobierno lo tiene que acatar. La torpeza es que el Gobierno lo llevase a una votación con comunidades autónomas. Si no lo mete -al lobo- en el listado, está incumpliendo la ley.

¿Son buenos sistemas para proteger al ganado los mastines y las vallas electrificadas?

No hay ni por qué preguntar estas cosas. El mastín es una tecnología que lleva funcionando desde el neolítico. Lo que pasa es que al mastín también hay que cuidarlo. Y hay que recoger a los animales por la noche. Si el recinto lo electrificas, mejor. Pero simplemente con vallas altas y los mastines dentro ya vale. La ley debe ser clara con que los mastines son una herramienta de trabajo del pastor y debe haber un marco jurídico. Los excursionistas tienen que tener claro qué hacer en cada momento -para evitar conflictos con estos perros-.

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