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El desafortunado email de Steve Jobs que puede dar un tremendo disgusto a Apple

Steve Jobs, cofundador de Apple (Foto: nobihaya | Flickr)

José Luis Avilés

A nadie le gusta que le ‘mojen la oreja’, pero si además te llamas Steve Jobs y diriges los designios de una empresa como Apple, todo te puede parecer bien para mantener tu ventajosa posición. Poco importa que para ello tengas que hacer trampa y sortear alguna que otra ley antimonopolio. Esa parece ser la consigna que llevó al ya difunto CEO de la compañía de Cupertino a tejer un plan para situarse al frente de la venta de 'e-books'. Una estrategia que ahora, con el juicio a la vuelta de la esquina, parece haber quedado totalmente desmontada por parte de las autoridades de Estados Unidos. Y todo por culpa de un email...

Todo este embrollo comenzó en junio de 2011, cuando la Comisión Europea inició una investigación para tratar de esclarecer si diversas editoriales internacionales habían hecho trampa respecto a sus competidores en el mercado de los libros electrónicos, con la connivencia de Apple. La editorial francesa Hachette Livre, las estadounidenses Harper Collins (propiedad de News Corp.) y Simon & Schuster, la británica Penguin y la alemana Verlagsgruppe Gerog Von Holzbrinck (que cuenta en su cartera con Macmillan, entre otras), se acabaron por situar en el punto de mira de las autoridades europeas.

Según los primeros indicios, todas ellas habrían pactado de forma ilegal con Apple una estratagema para restringir la competencia en la comercialización de 'e-books' en el Espacio Económico Europeo. Unas irregularidades que, en marzo de 2012, empujaron a la corte federal de Manhattan a presentar una denuncia ante la división antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Aunque en esta ocasión, el orden de los factores se alteró y la compañía de la manzana mordida fue situada al frente de la trama.

Quien juega con fuego...

El mastodonte tecnológico, con Steve Jobs todavía a los mandos, negó de forma categórica todas las acusaciones de que había logrado convencer a las editoriales para elevar el precio de los 'e-books' y chafarle el negocio a Amazon. “El lanzamiento de la iBookstore en 2010 impulsó la innovación y competencia, rompiendo el monopolio de Amazon en la industria de las publicaciones”, se excusó Apple en un comunicado. Pero lo cierto es que las autoridades estadounidenses ya habían dado con la clave.

Las investigaciones apuntaban que Jobs había propuesto a las editoriales modificar por completo el negocio como hasta ahora estaba concebido, de tal forma que, en lugar de comercializar grandes cantidades como hacían con Amazon, vendiesen a los terceros menos ejemplares pero a un mayor precio. La propuesta del CEO de Apple fue que las editoriales elevasen el precio de los libros electrónicos cuanto quisieran, siempre que él obtuviese un 30% del total. El plan también incluía obligar a la compañía de Jeff Bezos a aceptar estos mismos términos, ya que, si se negaba, las editoriales no le ofrecerían ni un solo título más.

Este nuevo modelo de negocio supuestamente impuesto por los de Cupertino, en el que las editoriales marcaban un precio y el distribuidor se llevaba un porcentaje fijo de la venta, acabó por dar sus frutos. No solamente por el hecho de que un total de 5.000 libros fueron retirados del catálogo de Amazon, sino porque además, el precio de los 'e-books' aumentó de forma notable.

...se acaba quemando

Así, aunque la compañía de la manzana mordida trató de alcanzar un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos para evitar llegar a los tribunales, con Tim Cook a la cabeza, la empresa habrá de sentarse en el banquillo ante la jueza Denise Cote en el juicio que comienza el próximo 3 de junio. Un lugar que ocupará en solitario, ya que el resto de compañías implicadas han sido más listas y no solo han llegado a acuerdos extrajudiciales, sino que además no han cometido errores como el del difunto Steve Jobs.

Y es que, pese a que Apple trató de mantener el incendio en secreto, las cenizas han salido a la luz con un documento que la justicia estadounidense ha hecho público donde queda patente quien ideó la trampa. Se trata de un correo electrónico en el que Steve Jobs se dirigía al directivo de News Corp. James Murdoch, donde el cofundador de la compañía de Cupertino advertía a su colega de que debía “asociarse con Apple y ver si entre todos podemos sacar adelante un verdadero mercado a lo grande de libros electrónicos de entre 12,99 y 14.99 dólares”.

El tiempo será el encargado de decir si ese borrón en el impecable currículum del más carismático de los fundadores de Apple acaba por convertirse en un contratiempo para la compañía, ahora que la batalla de los 'e-books' parece haber pasado a un segundo plano.

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