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“Tenemos que fregar el táper en el baño de los pacientes”: sanitarios de Ibiza, al límite

Protesta en el Centro de Salud de Santa Eulària.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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Los trabajadores de la base de SAMU061 en Santa Eulària des Riu, municipio de la zona norte de Eivissa, están al límite. Ubicada en la antigua biblioteca del centro desde el verano de 2016, la base presenta “múltiples carencias en materia de servicios higiénicos y locales de descanso incompatibles con lo dispuesto en la normativa laboral”, denuncia el sindicato médico balear, SIMEBAL. “Esta situación se hizo especialmente grave durante la pandemia la COVID19 y fue denunciada por SIMEBAL a la Inspección de Trabajo en diciembre de 2021”, lamentan.

“Estamos hacinados porque las zonas de dormitorio se han tenido que crear artificialmente. Se han diseñando tabiques con taquillas para la ropa y hay otra que está en la zona de almacenaje del material de proyección que había en la biblioteca”, afirma David Fernández, delegado de Prevención de Riesgos Laborales y del 061 de SIMEBAL. Fernández indica que en ese espacio hay una litera, con una taquilla para el médico y el enfermero, que suman unos seis metros cuadrados.

Fernández explica que, desde el año 2016, el 061 cuenta, en dicho centro de salud, con dos equipos para una ambulancia básica y otra avanzada, con base permanente, que requieren de seis trabajadores para cada uno de los dos turnos de 12 horas. Sin embargo, recalca que dichos profesionales no pueden trabajar en condiciones adecuadas. Según la versión de SIMEBAL, no cuentan con aseos propios (usan los servicios de los pacientes) ni vestuario (disponen de unas taquillas improvisadas dentro de la base y en el pasillo) ni duchas en buen estado.

“Necesitamos ducharnos rápidamente para poder estar operativos por si sale otro servicio. Y, además, tenemos que cambiarnos de ropa para limpiarnos la sangre -de los pacientes a los que atienden-. Si tenemos que comer aquí, y nos traemos el táper, tenemos que fregarlo en el lavabo del baño de los pacientes”, lamenta el delegado sindical del 061.

Aumento de la población

Es uno de los últimos ejemplos de un servicio público esencial de un municipio que cuenta con 42.000 habitantes, más del doble de los que había en 2003, cuando el centro de salud fue inaugurado y en Santa Eulària había unos 20.000 residentes. Dos décadas después, el centro de salud sigue igual, y los profesionales sanitarios del 061 afiliados a SIMEBAL denuncian que trabajan en condiciones de “hacinamiento”. Afirman, además, que en las instalaciones no se ha realizado “ninguna ampliación ni reforma para poder atender a las necesidades de la población actual”.

Cuando fue inaugurado en 2003 contaba con 35 médicos a los que había que sumar otros doce integrados en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). La población se ha más que doblado desde entonces, lo cual ha obligado a duplicar también la dotación de médicos: hay 54 en el centro de salud, otros 20 en el SUAP y 24 en el SAMU 061, encargado de la asistencia sanitaria relativa a urgencias y emergencias extrahospitalarias.

Sin obras hasta 2025

Durante el 2023 hubo un intento del Servicio de Salud Balear (IB-Salut) para licitar la construcción de una infraestructura provisional para los trabajadores del 061 de Santa Eulària, según el sindicato médico. Sin embargo, dichas instalaciones fueron pospuestas, afirma SIMEBAL, hasta que concluyera la construcción del nuevo centro de salud, cuyas obras se espera que empiecen en 2025.

Sin embargo, a día de hoy las obras todavía no han sido licitadas, aunque el Govern ya cuenta con un solar donde proyectarlo, después de que fuera cedido por el Ajuntament de Santa Eulària. Esto ocurrió, según el sindicato médico balear, durante la legislatura del Govern de izquierdas. Es importante resaltarlo porque durante las últimas dos legislaturas, los choques entre el Ejecutivo local, en manos del PP, y el Ejecutivo autonómico, gobernado por coaliciones de izquierdas por el PSOE, fueron constantes.

De hecho, ambas administraciones protagonizaron duros enfrentamientos con cruces de acusaciones debido a que el Ajuntament gobernado por el PP se quejaba de la falta de infraestructuras en el municipio, mientras que el Govern gobernado por la izquierda defendía que el Consistorio no le cedía solares en los que construir dichos proyectos. “No se pueden construir colegios en el aire”, reprochaba Martí March (PSOE), exconseller de Educación y Universidad, mientras que Vicent Marí (PP), entonces alcalde del municipio, acusaba a los socialistas de “falta de voluntad política” con las necesidades de la isla.

El sindicato médico balear no entra a valorar las razones por las que no se han adecuado las infraestructuras sanitarias de Santa Eulària a la actual demanda poblacional. “Lo que se le pide al IB-Salut es que reconsidere y empiece a construir el centro lo antes posible porque el responsable de retrasarlo es él. Es una cuestión de voluntad política y prioridades, así como de dignificación de las condiciones de trabajo”, manifiesta Miguel Lázaro, presidente de SIMEBAL.

Lázaro añade que, pese a que la Conselleria de Salud, cuya cartera está ahora en manos de Manuela García (PP), dispone del solar y los acuerdos para licitar y construir, esto no ocurrirá hasta 2025. “Tuvimos que presionar muchísimo para que cedieran ese terreno y se pusieran de acuerdo el Ayuntamiento de Santa Eulària (PP) y el IB-Salut (PSOE). La burocracia es demasiado lenta”, denuncia Lázaro. “Los 42.000 ciudadanos de Santa Eulària necesitan que el IB-Salut reconsidere y priorice esta inversión porque tenemos argumentos”, insiste.

Denuncias en la Inspección de Trabajo

Debido a la situación del SAMU 061, el sindicato médico balear puso una denuncia en Inspección de Trabajo en 2021, pese a que no obtuvo respuesta, afirma SIMEBAL. “El 061 está en condiciones de hacinamiento. Los profesionales sanitarios no pueden seguir trabajando en estas condiciones porque eso perjudica a los pacientes. No hay derecho que unos profesionales tan necesarios trabajen en condiciones indignas: hay que dignificar la situación”, destaca Lázaro.

El 061 está en condiciones de hacinamiento. Los profesionales sanitarios no pueden seguir trabajando en estas condiciones porque eso perjudica a los pacientes

Miguel Lázaro Presidente de SIMEBAL

El sindicato médico balear lamenta que aunque las obras para la construcción del nuevo centro empiecen en 2025 no finalizarán hasta 2029 o 2030. “Es inaceptable cómo está el 061, pero el resto también está muy mal. En los pasillos o salas de espera se han improvisado despachos y de cara al verano la población se va a triplicar. No sabemos dónde vamos a colocar los refuerzos. Estamos realmente preocupados”, reconoce Carlos Rodríguez, delegado sindical de SIMEBAL en Eivissa y Formentera. “¿Qué hacemos mientras tanto?”, se pregunta Rodríguez, en referencia al tiempo que se tardará en construir el nuevo centro. “Lo que exigimos es que al 061 se le concedan unas instalaciones dignas en las que puedan estar ubicados”.

En este sentido, SIMEBAL reclama que se sentarán a negociar mejoras para el SAMU 061, pero que, en cualquier caso, deberán tener en cuenta “las condiciones higiénicas, de salubridad y de salud laboral necesarias”. “Evidentemente, estamos dispuestos a hacer propuestas, pero eso tiene que partir del Ayuntamiento y del IB-Salut”, advierte el sindicato médico.

Fuentes del Ajuntament de Santa Eulària explican a elDiario.es que se han ido realizando “los pasos” que estaban en su “mano” para “poder hacerlo lo antes posible”. Así, el Consistorio hizo varias propuestas al IB-Salut, entre ellas, que aumentar el edificio en una planta o que se aprovechara el estacionamiento de asfaltado que hay al lado del centro de salud para edificar un anexo. Según la versión del Ajuntament de Santa Eulària, ambas opciones fueron descartadas por el Govern.

Finalmente, las mismas fuentes apuntan a que el Consistorio optó por ofrecer un espacio en la zona de Can Blai, a unos 500 metros del actual centro de salud. Los técnicos del Govern, según la versión municipal, pidieron “mover la ubicación dentro de la parcela para que el futuro edificio tuviera una planta rectangular, lo que se analizó y se aceptó”. “Hicimos la propuesta de cesión y estamos esperando a que se acepte para poder hacer la escritura, convenio o el procedimiento legal que sea necesario”, concluye el Ajuntament de Santa Eulària, e insiste que “se han tratado de plantear todas las opciones posibles”.

Fuentes del IB-Salut explican que el espacio propuesto por el Consistorio ha sido aceptado y que ya solo queda escriturar el cambio de titularidad ante notario para que pase a ser propiedad de la Comunitat Autònoma.

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