Residuos químicos, materiales inflamables y restos de obras amenazan el acuífero más importante de Ibiza
Mientras las diferentes administraciones ibicencas promocionan la isla como un destino ecológico y sostenible parece que los datos y los hechos no siempre acompañan. Cada vez son más las voces que advierten de que, si las cosas continúan como hasta ahora, estamos en el camino de perder el valor mismo de Eivissa: su belleza y calidad de vida. A finales del pasado mes de octubre, diferentes ciudadanos denunciaban en redes sociales una noticia, difundida también por el rotativo esNoudiari.es: la existencia de un vertedero incontrolado en el municipio de Sant Antoni de Portmany que está contaminando el acuífero más importante de la isla.
Un post de Instagram bajo el título ‘Desastre ecológico en Eivissa’ asegura que un punto de recogida de basura dentro del municipio de Sant Antoni de Portmany, que es el segundo más importante de la isla, está fuera de control y está siendo utilizado “desde hace al menos 3 años” como vertedero habitual de todo tipo de desechos peligrosos para el medio ambiente. En la zona actualmente hay, por ejemplo, una veintena de cubos de pintura, una placa solar o garrafas con aceite.
Los ciudadanos que denuncian esta situación aseguran que los infractores descargan volquetes de obra, pinturas, residuos químicos y cancerígenos, restos de poda, uralitas, metales pesados, aceites, además de cristales y productos inflamables, entre otros, que, además de suponer un atentado ecológico, “implican un grave peligro de incendio” al situarse al lado de una masa forestal. Estos materiales, además, “son un peligro para la salud de los vecinos que viven en los alrededores”.
Contaminación del acuífero más importante de Eivissa
Lo más preocupante de este “atentado ecológico” es que el vertido incontrolado, un punto de recogida de basuras denominado el ‘Taulel des cura’, entre las localidades de Sant Rafael y Santa Agnès, se encuentra, según aseguran los denunciantes, justo encima del acuífero más importante de la isla, “que está siendo contaminado” por la filtración de residuos al Torrent d'en Cala y, por lo tanto, “al agua que todos bebemos”. Se da la circunstancia de que el mismo Ajuntament de Sant Antoni prohibió un cementerio en esta zona -nunca llegó a realizarse- por peligro de afectación al acuífero.
Las personas que han destapado este asunto solicitan la intervención inmediata de las autoridades, “que ya han sido informadas en múltiples ocasiones”. Sin embargo, las medidas adoptadas no convencen ya que, a pesar de que el Consistorio ha intensificado la recogida de estos residuos contaminantes, la situación continua. Se hacen urgentes medidas “para evitar el vertido ilegal en la zona, así como una limpieza profunda de la naturaleza circundante y un estudio sobre las filtraciones a la capa freática”.
Además, los denunciantes sugieren diferentes medidas al Consistorio para la subsanación de los daños que hasta ahora está sufriendo toda el área afectada como la “relocalización del punto de recogida de basuras, la adaptación del entorno para evitar vertidos y contaminación”, e incluso solicitan con urgencia “el control policial aleatorio” para evitar que este comportamiento se siga repitiendo.
Vigilantes, drones y cámaras
Sin embargo, a los ecologistas no les sorprenden este tipo de denuncias. Hazel Morgan, presidenta de la entidad Amics de la Terra, ha asegurado al elDiario.es que desgraciadamente estos vertidos son habituales en diferentes puntos a lo largo de Eivissa, aunque reconoce que la zona de Buscastell, en el ‘Taulel des cura’, donde se están repitiendo estos vertidos, “es muy importante porque afecta directamente a un torrente”.
La dirigente de Amics de la Terra insta a los ayuntamientos a dedicar más tiempo a perseguir este tipo de conductas por parte de gente que se muestra “inconsciente o perezosa” y que no utiliza los puntos verdes de los municipios para depositar sus residuos. Se hacen urgentes más planes de divulgación, “por ejemplo para los extranjeros, que parecen ajenos a las informaciones que se dan en los carteles instalados en los puntos de recogida de basuras”. Además, según Morgan, se ha de trabajar más en la publicidad de las sanciones, “ya que funcionan muy bien como medida disuasoria frente a las personas infractoras”. “La mayoría de la gente, a pesar de conocer la normativa, si no conoce al alcance de las multas que se pueden interponer, sigue repitiendo estas conductas”, afirma.
Por otro lado, desde Amics de la Terra aseguran que en este caso particular los residuos podrían provenir de obras ilegales o de jardineros pirata que no utilizan las vías habituales para deshacerse de los restos de sus actividades, como el alquiler de contenedores, y para no dar a conocer su actividad utilizan los puntos de recogida de basuras para deshacerse de sus residuos. En este sentido, desde la entidad ecologista señalan la importancia de la labor de vigilancia de los diferentes ayuntamientos: “Hoy por hoy lo que tienen que hacer los técnicos y los celadores municipales es controlar estas actuaciones ilegales de oficio, tienen que salir de sus oficinas”.
La ecologista asegura que cada vez más residentes están sensibilizados con la preservación del entorno y denuncian estos abusos sobre el territorio, “pero parece ser que no es suficiente”, a pesar de que ayuntamientos como el de Santa Eulària des Riu han puesto en marcha mecanismos que, vía impuestos, pueden ayudar a que se no produzcan estas situaciones. “El Consistorio premia a los usuarios de los puntos verdes con una rebaja en el impuesto de basuras”, añade. Desde Amics de la Terra solicitan más control, más sanciones, más incentivos y más sensibilización, tanto por parte de las autoridades competentes como por las entidades ecologistas y también en el ámbito de la educación.
No obstante, la concejala de Medio Ambiente del Ajuntament de Sant Antoni, Neus Mateu, ha asegurado a elDiario.es que ya se han tomado diferentes medidas para controlar la situación de este punto de recogida de basuras: “Hemos dispuesto una cuadrilla extra con un camión, el policía de barrio y los agentes de la Unidad de Medio Ambiente también visitan la zona y durante seis meses ha habido un vigilante rural; actualmente nos hemos decantado por la utilización de un dron, pero como vemos que no es suficiente se van a instalar cámaras fijas de vigilancia. Será, sin duda, una medida disuasoria por el tamaño de la placa solar que las hará funcionar y porque irán acompañadas de un cartel”.
Además, la titular de Medio Ambiente asegura que este no es el único lugar del municipio en los que se da este “vertido de voluminosos”, sino que, solo en Sant Antoni, se cuentan ocho puntos negros, “y no precisamente escondidos como este, hay algunos que están en vías muy transitadas”; y a lo largo y ancho de la isla son muchos más. “Sobre todo -asegura Mateu- estos vertidos tienen lugar al principio y final de la temporada, aunque se dan también durante todo el año, por eso estamos investigando a empresas y alojamientos turísticos cercanos a estos lugares, aunque somos conscientes de que en algunas ocasiones los infractores pueden alejarse de la zona de producción de estos residuos, según podemos observar por el volumen que nos encontramos en puntos limítrofes con los términos municipales de otros ayuntamientos”.
Estos vertidos tienen lugar sobre todo al principio y final de la temporada. Estamos investigando a empresas y alojamientos turísticos cercanos a estos lugares, aunque a veces los infractores pueden alejarse de la zona de producción de estos residuos
La concejala pone de manifiesto que en la isla hay seis puntos verdes y que allí se pueden depositar todo tipo de residuos, pero que parece que “es más cómodo dejarlos en cualquier sitio”. Además, asegura que existe una cantera (la de Santa Bárbara) donde se reciclan los desechos de obra. Asimismo, explica que el Consistorio ha habilitado bonificaciones en el impuesto de basuras para las personas que utilicen los puntos verdes del municipio. Sin embargo, el Ajuntament de Sant Antoni no contempla una limpieza de los terrenos en los que se realizan este tipo de vertidos porque no “creen” que sean “contaminantes”, si bien no descartan que en algún momento puedan comenzar a analizar dichos materiales.
La saturación turística y la construcción en suelo rústico
Para los ecologistas, el problema de los vertidos contaminantes descontrolados se engloba dentro de una coyuntura más amplia que es la de la saturación turística de la isla y la construcción en suelo rústico, “que hay que atajarlo con urgencia”. “Estamos en una crisis económica y climática, hace falta decrecimiento y un plan de actuación que supondría más calidad de vida para toda la población”, añaden.
Así lo podemos comprobar año tras año en los diferentes estudios que se realizan sobre la calidad de las aguas ibicencas, los caudales hídricos y el aprovechamiento de los recursos, entre otras variables, y así lo ha puesto de manifiesto el último informe elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza Preservation, organismo privado cuyo estudio anual es referencia para el análisis de los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible de Eivissa.
El Informe de Sostenibilidad 2022 asegura que los residuos en masa municipales, es decir los que no pueden ser reutilizados ni reciclados, aumentaron su recogida el año pasado en un 3,8%, “incremento esperado por una mayor presión humana en el 2021 respecto al año de la pandemia”. La coordinadora técnica del Observatorio, Itziar Arratibel, explica en el informe que este aumento puede indicar “o bien un incremento de este tipo de residuos o bien una deficiente labor de reciclaje por parte de la ciudadanía”. Este informe es el cuarto estudio elaborado por la entidad conservacionista Ibiza Preservation y contiene 49 indicadores referentes al año 2021 recopilados de distintas fuentes, tanto públicas como privadas, relacionados con 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas en 2015 dentro de la Agenda 2030.
La gestión del agua, el mayor problema medioambiental
Tanto desde Amics de la Tierra como desde Ibiza Preservation están de acuerdo que uno de los retos más acuciantes en cuanto a la sostenibilidad de Eivissa en estos momentos es la gestión del agua. Además de la posible contaminación de los acuíferos, los primeros destacan que la cantidad de agua que se consume es “desmesurada e insostenible”. Hazel Morgan asegura que las políticas para solucionar la escasez hídrica provocada por la presión humana no son las adecuadas: “El Govern ofrece fondos para la ampliación de las desaladoras, pero esta no es la solución. Las plantas desalinizadoras consumen mucha energía y, además, vierten al mar tal cantidad de salmuera que son un peligro para la supervivencia del mismo, además de ser muy perjudiciales para la posidonia, cuya preservación es fundamental para la calidad de las aguas de Balears y su biodiversidad”.
Además, según Morgan, “el Govern debería dar menos licencias para realizar perforadas”. “No se puede tener un discurso conservacionista y luego dar licencias para actividades que consumen muchos recursos y que, además, no son autóctonas; no es sostenible según qué tipos de actividad. Hay una falta total de control y planificación del territorio en la gestión, la depuración y en todo el proceso en general”, puntualiza.
Y precisamente es en lo referente a la gestión del agua donde el Informe del Observatorio de Sostenibilidad 2022 de Ibiza Preservation recoge uno de los peores datos, y más concretamente, en lo relacionado con la calidad de las aguas depuradas, otro de los caballos de batalla de la gestión hídrica. De las 20 depuradoras con las que cuenta la isla, el 52% han vertido al mar en 2021 cantidades de materia orgánica por encima de la legalidad. En concreto, la depuradora de la ciudad de Eivissa fue el año pasado la fuente del 99% de los vertidos tratados deficientemente. La reactivación socioeconómica en el 2021 y la presión humana y turística han tenido su impacto en el recurso y la gestión hídrica. Según alerta la directora de Ibiza Preservation, Inma Saranova, “este tema es absolutamente urgente”.
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