Clegg dimite por un golpe “más demoledor de lo temido”
El líder de los liberaldemócratas británicos, Nick Clegg, ha confirmado su renuncia al timón del partido como consecuencia del varapalo en las generales de este jueves, en las que los suyos obtuvieron un resultado “más demoledor y duro del que había temido”, ya que no superaron los diez escaños y se han visto relegados como cuarta fuerza política.
Como consecuencia, su representación en Westminster se ha derrumbado respecto a los 57 diputados que en 2010 los había llevado a convertirse en el socio minoritario de la coalición con los conservadores, un desenlace de Clegg había previsto, pero no con estas “pérdidas catastróficas”. “El miedo y el agravio han ganado y el Liberalismo ha perdido”, ha declarado el durante los últimos cinco años viceprimer ministro británico.
Recibido con aplausos en una intervención sin preguntas tras haberse reunido con su partido, Clegg reconoció que estos comicios de 2015 representan el “momento más negro” desde la fundación de los Liberaldemócratas allá por los 80 y lamentó la “más cruel de las ironías: que en este momento en el que el Liberalismo es más necesario que nunca, no estará ahí”.
Así, según él, Reino Unido se encuentra en un “grave peligro” por las presiones nacionalistas, especialmente en territorio escocés, y el escoramiento potencial ante una nueva administración con mayoría absoluta. No obstante, la gravedad de los resultados lo han obligado a “asumir responsabilidades” por lo ocurrido y “dimitir como líder”.
Sus líneas rojas, superadas
El ya dirigente saliente ha admitido también esperaba que esta cita electoral sería “especialmente difícil” por la impopularidad que les granjeó su presencia en el bipartito, que dio luz verde a controvertidas medidas que habían constituido hasta entonces líneas rojas para la formación, como su rechazo al aumento de las tasas universitarias.
“Finalmente, el resultado ha sido más demoledor y duro de lo que había temido”, ha reconocido, si bien se ha mostrado convencido de que “los libros de historia serán generosos” con su gestión en la primera coalición que Reino Unido tuvo en 70 años, de la que sus socios han resultado la otra cara de la moneda, ya que han alcanzado la mayoría absoluta que se les había escapado en 2010.
Así, Clegg ha querido hacer una reivindicación de la contribución liberal-demócrata a las actuaciones más populares del Gobierno en el último lustro, como la mejora de los servicios escolares, incluyendo los comedores, o la aprobación del matrimonio homosexual, entre otros.
Contribución de los liberaldemócratas
“Si lo que hemos perdido hoy se ve compensado por cada familia que se siente más segura por un empleo que hayamos ayudado a crear, por cada persona con depresión que es tratada con la compasión que merece, por cada niño que lo hace mejor en la escula, por cada aprendiz con una larga carrera a la que aspirar, por cada pareja gay que sabe su amor no vale menos que el de ninguna otra y por cada pensionista con un poco más de libertad y dignidad en el retiro, confío en que nuestras pérdidas puedan sobrellevarse con un poco más de dignidad”.
Por ello, ha aprovechado para lanzar un mensaje de optimismo para el futuro de la formación: “Esta mañana, tras el golpe más devastador, es fácil pensar que no hay camino de vuelta, pero no es posible una sociedad sin el Liberalismo, nuestro partido volverá y ganará de nuevo”.
Asimismo, avanzó que su sucesor, cuya elección seguirá los estatutos del partido, contará con su “apoyo indeleble”, si bien advirtió que el regreso a la primera línea política “llevará tiempo y agallas”.
“Pero así ha acontecido en el pasado y lo construiremos de nuevo”, ha añadido. en relación a una formación de la destacó “el coraje y la resistencia de sus miembros” y sobre la que se mostró “orgulloso de la fuerza mostrada siempre, tanto en los buenos como en los malos momentos”.