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CRÓNICA

Las diferentes caras de la UE: ruido de cazas, intervención en los mercados y mano dura contra la migración

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki; entre Petr Fiala, primer ministro checo, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Andrés Gil

10 de febrero de 2023 22:08 h

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La UE está desmontando mitos neoliberales: desde la emisión de deuda conjunta para un fondo extraordinario hasta la reforma del mercado eléctrico, pasando por el límite a los precios del gas o limita los beneficios de las eléctricas mientras reforma el pacto de Estabilidad, que lleva suspendido tres años.

Pero esa aproximación, que supone un volantazo con respecto a la gestión de crisis previas y podría resultar más próxima a pensamientos de izquierdas, se combina, como se ha evidenciado esta semana en el Consejo Europeo del jueves, con otros discursos que tienen más que ver con la derecha o la extrema derecha.

Este mismo viernes, Tobias Teuscher, del partido neonazi AfD, miembro de la familia política Identidad y Democracia, decía en el Parlamento Europeo: “Si han visto las conclusiones del Consejo Europeo sobre inmigración, están incluidas todas las demandas que Identidad y Democracia han puesto sobre la mesa en los últimos meses: frenar la entrada ilegal, protección de fronteras, el retorno rápido y la lucha contra el contrabando. Más presión sobre los países que se nieguen a cooperar en la aceptación de devoluciones mediante un endurecimiento de la política de asilo, de visados o de ayuda al desarrollo”.

Teuscher, a continuación, ha dado las gracias al líder de los populares europeos, Manfred Weber, por este giro: “Lo admito. No habríamos sido capaces de hacer esto por nuestra cuenta. Hemos tenido un excelente spin doctor con un gran número de contactos. Manfred Weber es su nombre. El jefe de la CSU desde hace mucho tiempo, que observa las ideas del grupo ID y las toma como propias. El llamado cordón sanitario es poroso. Manfred Weber debería ser coherente. Tengo un puesto de jefe de unidad en mi grupo. Tal vez le gustaría coger el trabajo. Como hombre de la CSU, copiar ideas de la AfD y apoyarse en el grupo ID como presidente del PPE es algo que tampoco está bien visto”.

En los días previos, los países con posturas más antimigración habían calentado el debate al exigir una mención expresa a la financiación de infraestructuras para el control fronterizo. La mayoría de los países están gobernados por partidos conservadores, como Austria, que había llegado a amenazar con bloquear las conclusiones de la cumbre.

En total, fueron ocho países –liderados por Austria, pero entre los que se encuentran también dos socialdemócratas, Dinamarca y Malta, además de conservadores: Grecia, Letonia, Eslovaquia, Estonia y Lituania– enviaron la víspera una carta a los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo pidiendo que destine más fondos y medios a la protección de las fronteras exteriores.

“España no comparte la visión securitaria que muchos países están planteando”, reconoció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves de madrugada al acabar la cumbre, en una rueda de prensa en la que insistió en que la “cuestión de la migración como se puede afrontar es reforzando la colaboración con los países de origen y tránsito”. “No se resuelve con vallas o muros más altos”, sentenció.

Pero eso no ha evitado que las conclusiones de la cumbre sean un reflejo del avance en la mano dura contra la migración, en detrimento de posturas como la de España, que aboga, a pesar de la tragedia de Melilla, por mejorar la relación con los países de origen y tránsito para abordar el fenómeno –cooperación, colaboración o ayuda–.

Una de las decisiones de los líderes tras una maratoniana reunión este jueves que se prolongó hasta la madrugada ha sido pedir a la Comisión Europea que financie medidas de los Estados miembros para contribuir al control de las fronteras externas de la UE, como “proyectos piloto de gestión fronteriza”.

En las conclusiones, además, figura una directriz a la Comisión Europea para que “inmediatamente movilice fondos y medios sustanciales para apoyar a los estados miembros a reforzar sus capacidades de protección de fronteras e infraestructura, medios de vigilancia, incluyendo vigilancia aérea, y equipamiento”.

Eso supone, a ojos del canciller austríaco, Karl Nehammer, que la UE dará más medios a los países en forma de vehículos o personal para que estos puedan destinar sus propios fondos a “endurecer la valla”, es decir, financiar en último término la capacidad para levantar fronteras físicas, informa Politico.

Ruido de cazas

“Cuando viene la pandemia, también nos damos cuenta de que lo que tenemos en el box sirve para algo, fuerzas la imaginación a ver si exprimes las posibilidades, pero llega un momento en que tienes que hacer algo que está fuera de lo previsto. Y lo haces”, decía el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en una entrevista con elDiario.es: “Y cuando yo planteé que utilizáramos el Fondo europeo de Apoyo a la Paz para armar a Ucrania, algunos se echaron las manos a la cabeza. Pero duró 36 horas”.

En efecto, fueron 36 horas de hace prácticamente un año, cuando la Unión Europea, una arquitectura institucional nacida para que Francia y Alemania no se hicieran la guerra nunca más, decidió usar un instrumento llamado Fondo de Apoyo a la Paz para entregar armas a Ucrania por valor, en este momento, de 3.600 millones de euros.

Ese tabú que se desmontó en 36 horas fue el primer paso de un camino que ha llevado, en las últimas semanas, a las primeras entregas de carros de combate, algo que se había descartado al inicio de la invasión rusa de Ucrania por suponer un riesgo en tanto que el Kremlin podría interpretarlo como una participación demasiado expresa de la UE y la OTAN en la guerra.

Pero cuando aún no han terminado de llegar los carros de combate de los aliados de Ucrania, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insistía ante los 27 líderes de la UE en el siguiente paso: los cazas.

En la rueda de prensa después de reunirse con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, afirmó Zelenski, al ser preguntado por los cazas: “Las emociones se quedaron en el terreno el 24 de febrero del año pasado. Ahora se impone el pragmatismo. Para sobrevivir, necesitamos estas armas”.

De momento, el Gobierno británico se ha comprometido a entrenar a soldados ucranianos para que “en el futuro” sean capaces de pilotar aviones “con los estándares” de la OTAN.

“La visita a Londres consiguió resultados”, ha respondido Zelenski, que no los ha querido desgranar. “Hay algunos acuerdos que no se han hecho públicos, pero que son positivos. Cuando todo se pueda fraguar se sabrá, pero no queremos alertar a Rusia, que todo el tiempo esta amenazándonos con una nueva agresión”, ha expresado el presidente ucraniano, que también ha definido la reunión con Macron y Scholz como “muy importante” respecto al refuerzo de las capacidades de equipos militares y tanques.

Al inicio de la invasión, Polonia ofreció desplegar toda su flota de cazas MiG-29 en la base aérea estadounidense de Ramstein (Alemania) para ponerla a disposición del Ejército ucraniano, pero EEUU rechazó la propuesta.

El diario Politico confirma a través de varias fuentes diplomáticas de distintos países que el debate interno de los aviones entre los aliados existe. “El siguiente paso natural serían los cazas”, señala a ese medio un diplomático de un Estado europeo del norte. “Hay una línea roja, pero el verano pasado teníamos una línea roja con los HIMARS y se movió. Después fueron los tanques, y se está moviendo”. El mes que viene se celebrará una nueva reunión en la base aérea estadounidense de Ramstein (en Alemania).

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