La policía israelí investiga a Benjamín Netanyahu como sospechoso de fraude y sobornos
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está siendo investigado como sospechoso en dos investigaciones por acusaciones de “fraude, violación de confianza y sobornos”. Mientras, su ex jefe de personal está firmando un acuerdo con los fiscales para declarar en su contra, tal y como informa The Guardian.
Según el citado diario, los movimientos marcan la crisis política más grave para el líder israelí, el único primer ministro rival con el padre fundador David Ben-Gurion por la longevidad en el cargo.
Las sospechas contra Netanyahu, que niega cualquier acto ilícito, fueron reveladas este jueves en una demanda judicial emitida por unos detectives privados. Estos estaban investigando los detalles de las negociaciones que Ari Harow, su ex jefe de personal, mantenía con la polícia para convertirse en un testigo del estado.
Los últimos cambios dramáticos producidos en las investigaciones realizadas sobre Netanyahu, su familia y su círculo cercano, han llevado a algunos comentaristas de los medios de comunicación israelíes a sugerir que una acusación puede ser inevitable.
Por su parte, Netanyahu y su equipo han desestimado las acusaciones contra él y las han tachado de “caza de brujas motivada políticamente, diseñada para empujarle fuera del cargo”, según The Guardian. La oficina de Netanyahu ha negado las sospechas: “Rechazamos completamente las acusaciones infundadas contra el primer ministro. La campaña para cambiar el gobierno está en marcha, pero está destinada al fracaso, por una simple razón: no habrá nada porque no había nada”.
Aunque el alcance de las investigaciones en los llamados casos 1000 –un presunto trato de favor por parte de Netanyahu al empresario y productor de Hollywood Arnon Milchan a cambio de caros y lujosos regalos para él y su esposa– y 2000 –supuesto intento del primer ministro de llegar a un pacto con Arnon Mozes, editor del periódico Yedioth Ahronoth, para tener una cobertura favorable– se sabe desde hace mucho tiempo, es la primera vez que Netanyahu ha sido designado públicamente como un sopechoso.
Mientras tanto, una jueza israelí impuso el viernes una censura informativa sobre dos casos de corrupción en los que podría estar implicado el primer ministro de Israel. “La honorable jueza Einat Ron, presidenta de la Corte de Magistratura del Distrito Central, ha impuesto una orden de secreto en los casos denominados 1000 y 2000”, dijo la portavoz Luba Samri.
“La orden se aplica a todo detalle del proceso de negociaciones con Ari Harow (exjefe de oficina de Netanyahu) y su representante y el contenido de estas” y es válida hasta el próximo 17 de septiembre, añadió Samri.