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La familia de un periodista chino denuncia su desaparición tras su viaje al epicentro del coronavirus

Chen Qiushi, periodista chino durante su viaje a Wuhan, epicentro del coronavirus, en uno de sus vídeos

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El periodista ciudadano Chen Quishi, que estaba informando desde la ciudad china de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus, está desaparecido desde el pasado jueves. Eso es lo que está denunciando su familia y amigos a través de las redes sociales.

Su desaparición coincide con las reclamaciones de cientos de personas pidiendo más libertad de expresión en internet y con el anuncio oficial ese mismo día de la muerte del médico Li Wenliang, que alertó del brote en diciembre, silenciado por las autoridades del país y detenido por “difundir rumores”.

Según The Guardian, Chen acudió al hospital el jueves y horas mas tarde sus amigos y familiares alertaron de que habían perdido su rastro y no eran capaces de contactar con él. Su madre denuncia en un vídeo publicado en la cuenta de Twitter del periodista que había sido forzado a permanecer en cuarentena.

“Soy la madre de Chen Quishi. Estoy aquí para rogarle a todos los que estáis en la red, y especialmente a los amigos en Wuhan que me ayuden a encontrar a Quishi, a saber qué es lo que está pasando con él”, dice la madre en Twitter.

El domingo, la noticia llegó a Weibo, el Twitter chino, donde cientos de personas han pedido que “no se convierta en un segundo Li”, en referencia al médico fallecido. Además, están pidiendo que el gobierno ofrezca sus disculpas públicas y más libertad de expresión, un derecho recogido en la constitución. A la mañana siguiente, el hashtag de la campaña desapareció y multitud de mensajes fueron borrados.

Chen decidió viajar hasta Wuhan el 24 de enero –un día después de que las autoridades decidieran aislar la ciudad– y, según explica CNN, ha estado recorriendo hospitales desbordados, morgues y tanatorios, e improvisadas salas de aislamiento en la ciudad. Todo ello lo retransmitía en sus redes sociales y en un canal de YouTube acompañado de una mascarilla y unas gafas.

Xu Xiaodong, un artista marcial y amigo del periodista ciudadano, ha explicado en un vídeo en directo en YouTube que las fuerzas de seguridad notificaron a la familia de Chen Quishi que “había sido detenido para permanecer en cuarentena”. Preguntado por su paradero, las autoridades declinaron responder. Xu ha destacado que en los días previos, cuando habló con Chen, tenía buena salud.

En declaraciones a CNN, un amigo que está gestionando la cuenta de Twitter del periodista, y que ha pedido permanecer en el anonimato por miedo a represalias, ha explicado que “están preocupados por su seguridad pero también por la posibilidad de que pueda contagiarse del virus”.

No es la primera vez que Chen sufre la censura del gobierno de Xi Jinping. En agosto, durante las protestas de Hong Kong, retransmitió en Weibo las manifestaciones de los hongkoneses por una mayor democracia en la ciudad semiautónoma. En sus vídeos confrontaba el discurso oficialista aclarando que los que participaban en protestas eran “pacíficos” y no “separatistas” o “alborotadores” como afirmaba el gobierno.

Su cobertura terminó abruptamente después de que recibiera un llamamiento a volver al territorio continental y las autoridades censuraran sus cuentas y los vídeos publicados. Chen denunció que varios departamentos gubernamentales quisieron interrogarle y advirtió de que no le iban a callar.

Unos meses más tarde, mientras miles de personas se resguardaban en sus casas, Chen Quishi se montó en un tren camino de Wuhan. “Soy un periodista ciudadano, ¿qué tipo de periodista sería si no corriera a la primera línea donde está ocurriendo un desastre?, decía en un vídeo.

En sus coberturas posteriores, ha alertado de que se sentía rodeado, “delante de mi tengo la enfermedad, y detrás de mi el poder legislativo chino. Mientras siga vivo alzaré la voz sobre lo que veo y lo que oigo. No tengo miedo a morir, ¿por qué te iba a tener miedo a ti, Partido Comunista?”.

Aunque su familia ya haya denunciado públicamente la desaparición, los medios estatales no han ofrecido datos al respecto, pero se ha incluido su nombre en una lista sobre “temas de los que no se puede hablar”, aunque muchos usuarios se han hecho eco de sus coberturas y están intentando saltarse la censura para denunciar tanto la situación en Wuhan como la censura que están imponiendo las autoridades.

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