Alrededor de 800 bomberos luchan contra el incendio más complicado del verano en Portugal
Portugal continúa este lunes trabajando con la meteorología en contra para extinguir el incendio declarado el sábado en Vila de Rei, en el centro del país, que se extendió al municipio vecino de Mação y se ha convertido en el más complicado de este verano.
A pesar de que Protección Civil da por controlado gran parte del área del fuego, cuyo perímetro ha superado los 50 kilómetros, la preocupación se mantiene ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas a lo largo del domingo, que ha dificultado las labores de extinción y ha hecho avanzar las llamas. De hecho en la tarde de este lunes, el viento ha reactivado varios frentes de los incendios.
En un comunicado, el Ministerio de Administración Interna de Portugal ha informado de que han solicitado ayuda a España, a través del protocolo existente entre los dos países ibéricos sobre cooperación técnica y asistencia mutua en materia de Protección Civil. De esta manera, España enviará este lunes dos aviones pesados anfibios para ayudar en el combate contra el fuego.
“Nos espera un intenso trabajo”, ha señalado el comandante Luís Belo Costa en rueda de prensa, que ha reconocido que la situación se mantiene “muy grave” y ha lamentado el aumento de las temperaturas y el cambio en la dirección del viento.
Unos 800 bomberos participan en las labores de extinción del fuego, cuya violencia hizo que se extendiese hasta Mação, donde “la situación es complicada, con muchas reactivaciones”, según ha explicado en declaraciones a EFE el alcalde, Vasco Estrela. El fuego ya ha arrasado casi 3.000 hectáreas en este municipio, ha avanzado Estrela, que ha explicado que en total afecta a 11 aldeas.
8.500 hectáreas arrasadas
Las autoridades no han ofrecido todavía cifras oficiales del alcance total del incendio, pero el Laboratorio de Fuegos de la Universidad de Trás-os-Montes calcula, según medios locales, que ya ha arrasado 8.500 hectáreas.
En Sarnadas, una de las aldeas de Mação afectadas por el incendio, los bomberos han sido ayudados en la extinción por los vecinos, que se han quejado de la tardanza en llegar a la zona de los medios aéreos.
“Antes apagábamos los fuegos los vecinos y ahora, con tantos medios, los fuegos no se apagan”, ha dicho a EFE una vecina, Lourdes, mientras llenaba cubos de agua en una fuente municipal.
Llamas en varios municipios
El de Vila de Rei es sólo uno de los cinco incendios que se declararon el sábado en el distrito de Castelo Branco, con otros cuatro fuegos en la vecina Sertã que fueron controlados a lo largo del sábado y de la pasada madrugada.
Las llamas en Vila de Rei, Mação y Sertã llevaron al desalojo de varias aldeas y 30 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos, de los cuales solo una de ellas está grave, un civil que fue trasladado a la unidad de quemados de un hospital de Lisboa. Este herido ha recibido este domingo la visita del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que se ha acercado al hospital para interesarse por su estado de salud.
Se investigan las causas
Mientras los bomberos continúan con las labores de extinción, las autoridades han empezado a investigar las causas de los fuegos, para las que no descartan la participación humana, especialmente después de que la Policía Judicial encontrase artefactos incendiarios en Vila de Rei, según medios locales.
El ministro de Administración Interna de Portugal, Eduardo Cabrita, ha señalado en declaraciones a la prensa que hay una “extrañeza” entre las autoridades porque varios de los incendios declarados el sábado empezaron casi al mismo tiempo en locales muy próximos.
Además, la Policía Judicial portuguesa ha anunciado que detuvo a un hombre de 55 años sospechoso de iniciar un fuego cerca de la ciudad de Castelo Branco, aunque la “rápida intervención” de los bomberos en este caso impidió que la situación alcanzase proporciones mayores.
La ayuda para controlar el incendio está llegando también de fuera de sus fronteras, ya que la Unión Europea está produciendo mapas satélite de los incendios a través del programa Copernicus, según ha informado el comisario europeo para la Ayuda Humanitaria y la Gestión de Crisis, Christos Stylianides. “La Unión Europea está preparada para ofrecer más ayuda”, ha asegurado el comisario.