Los chicos tailandeses hablan por primera vez tras el rescate de la cueva: “Fue milagroso”
Los doce chicos que junto a su entrenador pasaron más de dos semanas atrapados en una cueva del norte de Tailandia describieron hoy en rueda de prensa como “milagroso” el momento en que los equipos de rescate les localizaron en la gruta.
Buzos británicos fueron los primeros en encontrar al grupo en una cavidad a cuatro kilómetros en el interior de la entrada de la cueva, nueve días después de su desaparición el 23 de junio.
Los 12 chicos, de entre 11 y 16 años, y el entrenador, de 26, entraron en la cueva durante una excursión y quedaron atrapados hasta que entre el 8 y el 10 de julio los equipos de rescate les llevaron por fases hasta la bocana de salida de la caverna.
En el encuentro con los medios también han participado miembros del rescate y del equipo médico. Una de las doctoras ha especificado que los niños y el entrenador están bastante bien, físicamente “con fortaleza para volver a la vida normal” aunque susceptibles de sufrir “estrés social”. Pero no hay “nada de lo que preocuparse” y han estado realizando actividades con ellos para afrontar esta reincorporación.
Los chicos y su monitor, Ekapol Chantawong, han contado algunas de las estrategias que siguieron para pasar el tiempo: principalmente cavar y buscar fuentes de agua, que encontraron de estalagtitas. También han evocado el momento en el que los buzos por fin accedieron al lugar en el que se encontraban: “Oímos voces y no podíamos creer que hubiera alguien”.
El entrenador ha contado algunas de las dudas que tuvieron durante los primeros días, sin noticias del exterior. Él y los niños, que en todo el tiempo actuaron unidos, se plantearon dos soluciones, o esperar a que alguien fuese a por ellos o avanzar. En ese periplo llegaron a bastantes sitios inundados, hasta que hallaron el lugar en el que pudieron quedarse.
Durante esos nueve días estuvieron sin comer y bebiendo solo ese agua que se filtraba por las paredes. Otro chicos señaló que no notaron el hambre los primeros días, pero pasadas dos jornadas empezaron a sentirse cansados y débiles.
Un miembro de la marina tailandesa también ha intervenido para enumerar algunas de las alternativas que se barajaron para salvarles antes de la que finalmente se llevó a cabo exitosamente, que fue acceder hasta la cueva buceando: “Crear un agujero desde arriba, o esperar a que bajasen los niveles de agua”.
También han revelado que el material de salvamento que llevaron a la cueva en un primer momento, como mantas, resultó ser insuficiente. Todos los chicos, además, han escrito un mensaje de agradecimiento para el SEAL que falleció los primeros días de la operación.
Dos semanas atrapados
Los 12 chicos, de entre 11 y 16 años, y Ekapol, de 26, entraron en la cueva durante una excursión el 23 de junio y quedaron atrapados al inundarse la gruta hasta que el 8, 9 y 10 de julio los equipos de rescate les llevaron por fases hasta la bocana de salida de la galería subterránea.
Los equipos de búsqueda y rescate, que llegaron a formar más de mil personas, los sedaron y transportaron en camillas y bajo el agua en los tramos inundados hasta la salida.
El grupo había permanecido desde entonces internado en el Prachanukroh de Chiang Rai, capital de la provincia homónima, y esta tarde ofrece su primera rueda de prensa tras recibir poco antes el alta médica en ese centro hospitalario.
Los médicos que les han cuidado indicaron que han recuperado la suficiente fuerza mental y física para regresar a sus casas. El Gobierno ha recomendado al grupo que vuelva a su vida normal y que evite convertirse en el centro de los medios de comunicación.