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The Guardian en español

La Casa Blanca aclara que la visita de Obama a Hiroshima no supone una disculpa

Una mayoría de japoneses quiere que Obama visite Hiroshima este mes

El histórico viaje oficial de Barack Obama a Hiroshima no debe interpretarse como unas disculpas. Así lo ha afirmado su portavoz tras anunciar que Obama será el primer presidente estadounidense en ejercicio que visitará la ciudad que Estados Unidos destruyó con una bomba atómica en 1945, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, matando a unas 140.000 personas.

Al ser preguntado por el viaje y si este debe considerarse como una disculpa, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha respondido que “si lo interpretan de esta forma, lo están interpretando incorrectamente”.

Earnest no ha querido entrar a valorar la cuestión moral sobre la decisión de Estados Unidos de arrojar una bomba atómica sobre la ciudad, si bien se han hecho llamamientos para que el país pida perdón. Ha indicado que “el presidente quiere visitar el sitio para mandar un mensaje con miras a futuro sobre su deseo de avanzar hacia el objetivo de que nuestro planeta esté libre de armas nucleares”.

La Casa Blanca confirmó el viaje de Obama el martes por la mañana a través de un comunicado, en el que indicaba que el viaje “resaltaría el compromiso de Obama con construir un mundo pacífico, seguro y libre de armas nucleares”.

Earnest reconoció que Estados Unidos carga con una “responsabilidad especial” por el bombardeo de Hiroshima pero al mismo tiempo elogió a “la gran generación” que luchó en la Segunda Guerra Mundial. “Muchas personas tienen opiniones muy diversas sobre este viaje”, ha explicado a los periodistas. “El presidente tendrá la oportunidad de visitar el parque de la paz y compartir sus impresiones sobre esta visita con los habitantes de la ciudad”.

Earnest también ha señalado que Obama es consciente de que Estados Unidos tiene una responsabilidad especial. “Estados Unidos sigue siendo el único país que ha utilizado armas nucleares. Por lo tanto, nuestro país tiene la responsabilidad de liderar el esfuerzo de la comunidad internacional por eliminarlas. Con ello, no queremos restar importancia a la valiosa contribución de la gran generación de estadounidenses que salvaron de la tiranía a Estados Unidos y al mundo entero”, ha remarcado.

Un viaje “inimaginable”

Durante su visita, Obama también pondrá de manifiesto la “profunda transformación” de las relaciones entre Estados Unidos y Japón. El portavoz ha indicado que setenta años atrás “hubiese sido muy difícil imaginar un viaje de estas características debido a la hostilidad entre los dos países”.

El asesor de seguridad nacional, Ben Rhodes, se ha expresado en los mismos términos que Earnest. “[Obama] no reexaminará la decisión de lanzar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial”, ha señalado en un post colgado en Medium: “Este viaje representa la oportunidad de rendir homenaje a la memoria de todas las personas inocentes que perdieron la vida durante la guerra”.

Rhodes también ha señalado que la visita servirá para evidenciar la reconciliación entre Estados Unidos y Japón, reforzará el compromiso de ambos países con la reducción gradual de la importancia de las armas nucleares en sus estrategias de seguridad y también será una muestra de apoyo a otras medidas de desarme de otras potencias mundiales.

Obama visitará la ciudad, donde murieron unas 140.000 personas en la mañana del 6 de agosto de 1945, junto con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, al final de una cumbre de dos días que se celebrará del 26 al 28 de mayo en Ise-Shima.

Durante un encuentro con la prensa, Abe ha explicado que “el primer ministro del único país del mundo que ha sufrido un bombardeo atómico y el líder del único país del mundo que ha usado las bombas atómicas en una guerra presentarán sus respetos a las víctimas”.

“Me parece una forma de dar una respuesta a las víctimas de estos bombardeos y a los sobrevivientes que nunca han superado el dolor”, ha subrayado.

El secretario de Estado, John Kerry, visitó la ciudad en abril y pronunció un emotivo discurso: “Este sitio hace que afloren todas nuestras emociones. Nos recuerda la gran complejidad de las decisiones que se toman durante una guerra y el impacto que esta tiene sobre la población civil, las comunidades, los países y el mundo”.

Kerry depositó una corona de flores en el cenotafio y describió su recorrido por el Museo de la Paz como “desgarrador”. Esta visita fue acogida favorablemente en Japón. Si bien muchos supervivientes del bombardeo han pedido que Estados Unidos se disculpe, tienen la esperanza de que la visita presidencial sirva para que los futuros gobiernos de Estados Unidos hagan mayores esfuerzos por lograr el desarme nuclear.

Una visita prometida

Durante un viaje a Japón a finales de 2009, Obama manifestó que para él sería un “honor” visitar Hiroshima y Nagasaki. Esta última ciudad también fue bombardeada cuando Estados Unidos decidió que quería poner fin a la guerra sin tener que recurrir a una invasión. “Sería un gran honor y muy importante para mí visitar estas dos ciudades en el futuro”, dijo en esa ocasión.

Jimmy Carter visitó el sitio en conmemoración de las víctimas en 1984, tras terminar su presidencia. Con anterioridad al viaje de Kerry, el representante estadounidense de mayor rango que había visitado Hiroshima fue la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosy, en 2008. La embajadora de Estados Unidos en Japón, Caroline Kennedy (hija del presidente John Fitzgerald Kennedy) asistió el año pasado a un acto en memoria de las víctimas de Hiroshima, en el 70 aniversario del bombardeo.

Los representantes del gobierno de Japón han señalado que acogen con beneplácito la presencia de Obama en el cenotafio, donde se pueden leer los nombres de todas las personas que murieron como consecuencia del bombardeo. A principios de año, el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, señaló que creía que una visita de Obama daría un nuevo impulso a la campaña a favor del desarme nuclear: “Una visita de Obama tendría una gran importancia”.

Los supervivientes del ataque también quieren que Obama vea por sí mismo la magnitud de la destrucción así como la transformación que ha experimentado la ciudad en los últimos setenta años. En unas declaraciones a la cadena de televisión nacional NHK, Sunao Tsuboi, un hombre de 91 que preside el grupo de supervivientes, ha celebrado la decisión de Obama de viajar a la ciudad.

“No queremos unas disculpas”, ha indicado: “solo queremos que deposite flores en el parque de la paz y que baje la cabeza y guarde silencio. Este sería el primer paso hacia la abolición de las armas nucleares”.

Traducción de Emma Reverter

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