En Japón, casi 60.000 conductores muestran signos de demencia senil
Casi 60.000 conductores mayores de Japón mostraron signos de demencia, según ha publicado un nuevo informe, lo que evidencia la lucha del país para hacer frente al creciente número de personas que padecen esta enfermedad. Alrededor de 57.000 conductores de 75 años o más mostraron dichos síntomas cuando renovaron sus permisos de conducir en los últimos doce meses hasta finales de marzo, según indica el organismo de la policía nacional.
Bajo una nueva normativa de seguridad vial introducida el año pasado, los conductores que muestren síntomas de demencia tienen que ver a un médico. Esta iniciativa es parte de los esfuerzos que se están llevando a cabo para reducir el número de accidentes en los que hay personas mayores involucradas.
Según la policía, más de dos millones de conductores se sometieron a pruebas de función cognitiva en los últimos doce meses hasta marzo, y se sospecha que unos 57.000 tenían alguna forma de demencia. El organismo policial dijo que se quitó o revocó la licencia de conducir de unos 1.900 conductores mayores, mientras que otros 16.000 las entregaron de manera voluntaria.
Aunque el número total de muertes por accidentes de tráfico ha descendido hasta mínimos históricos el año pasado, la policía sigue viendo con preocupación el repunte de importantes accidentes en los que hay personas mayores involucradas.
Muchos de los accidentes se producen porque los conductores confunden el acelerador con el freno o porque conducen por el sentido contrario por las autopistas después de entrar por cruces o peajes.
Una mujer de 90 años fue arrestada en mayo después de saltarse un semáforo en rojo y matar a un peatón cerca de Tokio. Otras tres personas más resultaron heridas. Ese mismo mes, una mujer de unos 70 años metió su coche hasta la sala de espera de un hospital en un suroeste de Japón, hiriendo a 13 personas. Y en noviembre del año pasado, dos personas murieron cuando un coche conducido por una mujer de 83 años chocó contra ellas en un hospital cerca de Tokio.
Al tratarse de una sociedad muy envejecida, Japón está en la primera línea de una crisis de demencia que los expertos alertan afectará a otros países con poblaciones cada vez más envejecidas en las próximas décadas.
Según el Ministerio de Sanidad, 4,6 millones de personas viven con algún tipo de demencia, y se espera que el total se eleve a unos 7,3 millones de personas –es decir uno de cada cinco japoneses de 65 años o más– para el año 2025.