Las viudas de políticos filipinos asesinados se presentan a las elecciones para continuar el legado de sus maridos
Al menos seis viudas de políticos asesinados se han presentado a las elecciones de mitad de mandato de este lunes en Filipinas en lo que supone ya una tradición de hace décadas en la que las mujeres del país se niegan a dejar que la agenda de sus esposos asesinados muera con ellos.
“Tengo muchas cosas que hacer por Rodel y por el pueblo de Daraga”, señala Gertrudes Batocabe, que ha relevado a su marido fallecido en la candidatura a la alcaldía de Daraga, situada en el centro de Filipinas. Rodel fue asesinado a tiros en diciembre. “No es realmente automático que la mujer haga el relevo, pero en este caso no puedo ver a mis oponentes sentarse”, declara a AFP.
Esta práctica política tiene una larga historia. En 1983, Benigno Aquino Jr, un senador de Filipinas y rival del entonces presidente Ferdinand Marcos, fue asesinado. Su muerte inspiró a su mujer, Corazón Aquino, a presentarse a la presidencia y en 1986 venció a Marcos.
En las elecciones de mitad de mandato, en las cuales se espera que el presidente Rodrigo Duterte fortalezca su posición, participan candidatos que se disputan más de 18.000 cargos en el país de 61 millones de personas. El senado y las alcaldías se eligen este lunes.
Los candidatos corren mayor riesgo de ser asesinados en el periodo previo a la votación, cuando los atacantes se sienten envalentonados por lo que muchos consideran un sistema de justicia corrupto.
El año pasado Alex Lubigan, teniente de alcalde de Trece Mártires, una ciudad al sur de Manilia, anunció su candidatura y fue rápidamente asesinado. La viuda de Lubigan, Gemma, se puso los zapatos de su marido asesinado para presentarse a la alcaldía y prometió “dar la batalla” por él.
Los analistas señalan que asumir el papel político de sus esposos asesinados es una forma poderosa de entrar en la esfera política de Filipinas, dominada principalmente por hombres.
